LNB · 18 de Mayo de 2021
Gerardo Montenegro: “Dejamos claro que la Liga tiene los cimientos bien fuertes”
El presidente de la AdC agradece a todos los protagonistas por el sacrificio para terminar la temporada. “Estoy orgulloso, superar esta nueva crisis comprueba la pasión que hay por nuestra competencia. Cada parte aceptó su rol y resignó cosas. La unión fue la clave, pensar que primero estaba sostener la actividad. También aprendimos y salimos fortalecidos”, opinó.
Por Julián Mozo
Allá por septiembre era todo incertidumbre. La pandemia que azotaba al mundo no daba indicios de frenarse. No había vacunas a la vista y desde el gobierno argentino se insistía en la necesidad de mantener el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) para evitar ingresar en colapso sanitario en los centros médicos del país. Y, en ese contexto, tan complejo, arrancó la temporada y luego, el 4 de noviembre, la Liga Nacional. Apenas dos semanas después debió suspenderse por los casos en distintos planteles, pero ninguna de las partes involucradas bajó los brazos. Ya se había suspendido la campaña pasada y nadie quería que se repitiera… Se buscó y encontró otra metodología, con burbujas por equipos y así se retomó la actividad, ya bajo el DNU que decretaba la fase DISPO (Distanciamiento Preventivo Obligatorio) en todo el país. Más de seis meses después, puntualmente 192 días y luego de muchos esfuerzos de todos los protagonistas, la competencia llegó a su fin, con una serie apasionante entre dos grandes equipos que terminó en un memorable Juego 5 definido en el último minuto. Un broche de oro que premió tanta paciencia, pasión y sacrificio, intangibles que hicieron posible cerrar en medio de esta segunda ola de Covid-19.
Gerardo Montenegro, presidente de la Asociación de Clubes, expuso sus primeras sensaciones por lo logrado. “Siento alivio. No sé si alegría, porque ha sido todo tan duro, pero sí la satisfacción del objetivo alcanzado y, sobre todo, orgullo, porque todas las partes pusieron una gran cuota de sacrificio y pasión para llegar al objetivo: jugadores, árbitros, agentes, dirigentes, comisionados, periodistas… Todos aceptaron de buena voluntad y entendieron en las condiciones que se debía desarrollar nuestra querida competencia. Nadie se quejó, todos fueron para adelante. Y entre todos lo hicimos posible. Por eso quiero agradecer a cada uno de los protagonistas”, reflexionó.
El dirigente santiagueño fue hacia atrás en el tiempo para explicar la complejidad que fue sortear este enorme obstáculo llamado Covid-19.“No nos olvidemos que en pretemporada pensábamos arrancar en Córdoba y Mar del Plata, sedes que se cayeron por el sinfín de problemas y modificaciones constantes a las que nos obligó esta pandemia. Fuimos resolviendo sobre la marcha, cómo pudimos, sin certezas. Hubo equipos, como Hispano, Oberá o La Unión de Formosa que vinieron a hacer pretemporada a Buenos Aires. Hubo un gran apoyo y ayuda desde la CAB, que gestionó Buenos Aires. Hubo una gran mano de clubes como Obras y Ferro, que pusieron todo a disposición. Así comenzamos y lo fuimos haciendo, con errores y virtudes, pero siempre queriendo jugar… Y hoy, haberla terminada, nos genera orgullo y comprueba la pasión que hay por el básquet y la Liga. Quedó claro cómo los distintos actores lo viven. La competencia tiene cimientos fuertes, sobra pasión… Superar esta situación, a costa de pérdidas económicas y hasta humanas, que son las más duras, lo demuestra claramente”, analizó Montenegro.
Gerardo no quiso olvidarse de nadie a la hora de agradecer. “Los jugadores resignaron salarios que sin duda merecían, aceptaron jugar siete y no diez meses, muchos estuvieron semanas en habitaciones de hoteles, sin ver a familiares… Es mucho, se lo agradecemos. Como el apoyo de la Asociación de Clubes. Los entrenadores resignaron sus cosas, como la caída de los entrenamientos y el jugar mucho. Los clubes resignaron sus localías. Lo que ganaron en la cancha no lo pudieron aprovechar pero entendieron que la mejor forma era terminar, cuando por ejemplo se planteó que tal vez podían analizarse jugar los playoffs con localías. Pero no, dijeron ‘si así garantizamos el mejor desarrollo y no corremos riesgos, sigamos así’. Es para valorar. Los agentes también hicieron su parte, los árbitros estuvieron siempre y gran parte de la prensa entendió, puso el hombro, no fue a la canchas y cubrió como pudo el día a día. Realmente estoy feliz por redescubrir por qué la Liga tiene más de 35 años. Por qué superó tantas crisis y sigue siendo el mejor lugar para desarrollar talentos, los mismos que luego nos devuelven con grandes campañas a nivel internacional, ya sea con la Selección o en clubes en el exterior, como ahoravemos con la llegada de tres hijos de la Liga a la NBA”, resaltó.
-Te vuelvo incluso más atrás. ¿Qué sentiste cuando no se pudo terminar la anterior? ¿Creíste que fue lo mejor o que se podía finalizarla como hizo la ACB? ¿Qué aprendizaje usaron de eso para que no se repitiera?
-Siento que deberíamos haberlo intentado. No nos atrevimos a terminarla con planteles modificados… No lo hicimos pensando en la situación económica de los clubes y nos dejó una sensación de tristeza. Lo que nos quedó claro que no se podía repetir, aplicamos los aprendizajes y, en una situación aún más difícil, lo hicimos. Nunca aflojamos, siempre pensamos en seguir y encontramos el sistema. Entendimos que, un marco de crisis, requería medidas de crisis. Y siento que la unidad de todos los involucrados lo hizo posible. Todos los actores tiraron por adelante, entendieron que primero está la Liga y el básquet argentino, que la prioridad era jugar, que las discusiones y los debates tenían que quedar para otro momento. Esa fue la clave, todos resignaron cosas. Las observaciones que se hacen se siguen escuchando y evaluando, pero en este contexto tuvimos que priorizar otras cosas, jugar por sobre todo.
-¿Cómo tomaste cuando se decidió hacer la burbuja en dos hoteles, no funcionó y el ministro Lammens decidió parar la competencia?
-Fue un momento durísimo. Porque nosotros ya habíamos decidido pararla y no nos merecíamos aquella decisión inconsulta que, sin dudas, podría haber sido consensuada. Luego, me parece, ambas partes entendieron la situación, se hicieron las correcciones y retomamos. Habíamos confundido el tema burbuja, que debía ser en una ciudad y no en un hotel. Tomamos la NBA como referencia, en un momento tan difícil de resolver, y no nos dimos cuenta que había diferencias. Luego encontramos otro formato y reducimos la capacidad de brote. Hubo contagios, como lo vemos hoy, hasta en el fútbol mundial, pero me parece que detectamos el error a tiempo y lo corregimos. Pero me parece que es normal con este virus nuevo y una pandemia tan compleja. Todos fuimos aprendiendo con el correr de los meses, desde los científicos hasta nosotros. Pero tuvimos autocritica, nos equivocamos y fuimos para el otro lado. Es para mí es positivo, porque aprendimos y salimos fortalecidos.
-¿Viste una mayor concientización de todos los protagonistas?
-Sin dudas que, cuando se paró la Liga, se produjo un click en todos los actores, una maduración, un entendimiento de que no nos podíamos volver a equivocar… Nadie buscó culpables, se entendió que a todos nos faltó previsión, quizá por no tomar la real dimensión. Pero luego cada club demostró que podía hacerse cargo por sí mismode cada burbuja, en hoteles o en sus casas. Pasó lo que pasó, hubo casos, pero con mucha capacidad de gestión y responsabilidad de clubes pudimos llevarlo adelante.
-El resumen sería que se aceptaron errores, pero que fueron producto de siempre querer hacer, querer jugar.
-Claro, tuvimos los mismos errores que hoy tiene la ciudadanía, en el país y en el mundo. Nos pasó a todos: a gobiernos nacionales, provinciales, municipales, a empresas y comercios… No se puede parar por tiempo indeterminado… Eso se aprendió. El riesgo está, pero hay que minimizarlo mientras seguimos aprendiendo hasta que podamos derrotarlo. Nosotros quisimos sostener actividad, el trabajo, yendo para adelante, a veces con errores, pero creyendo que no hacíamos locuras.
-Otro duro momento debe haber sido la muerte del TurcoArduh…
-Sin dudas. Cuando decidimos ir para adelante sabíamos que algo así, lamentablemente, nos podía pasar. En el caso del querido Turco no sucedió en Atenas, sino en su vida diaria, pero es alguien que estaba con nosotros y nos dolió muchísimo. El club enfrentó la situación y, de alguna forma, nos empujó para seguir adelante. Fueron momentos muy difíciles, de reuniones y debates con todos los protagonistas, para ver si seguir y cómo. Pero siempre con la voluntad de superarlo. En el deporte estamos acostumbrados a estas contingencias, a pasar estas crisis. Y terminamos siendo la liga de Latinoamérica que más tiempo ha jugado. Además, su disputa permitió sentar las bases para arrancar con la segunda división (Liga Argentina) y la Liga Femenina. Toda esa experiencia de la Liga sirvió y la ejecutamos. Fuimos una de las pocas organizaciones profesionales que logró mantener todo lo que genera a la industria del deporte. Ya tenemos, por caso, los números que sostuvieron a la gastronomía y hotelería de CABA. Datos no menores… Además del éxito en el plano deportivo, colaboramos a la situación crítica de varios sectores.
-¿Siempre pensaste que se terminaría la temporada o con el comienzo de la nueva ola te agarraron las dudas?
-Cuando empezó la segunda ola, estábamos convencidos que lo terminábamos porque el estado tenía una actitud distinta que al comienzo de la pandemia. Hubo un aprendizaje, un entendimiento de que había que convivir con el virus, de la mejor forma posible. Y ya sabíamos que acá o en otra ciudad, la podríamos terminar.
-Hay equipos que estuvieron meses en hotel, encerrados, sin ver a la familia, con situaciones personales difíciles. ¿Cómo valorás eso?
-En el plano deportivo, hubo un campeón pero, en realidad, siento que todos los equipos, de alguna u otra manera, salieron campeones. Por su compromiso y tozudez, ese compromiso de que se iba a poder, que todo se iba a superar… Me siento muy orgulloso de comprobar esto. Todos tomamos riesgos, de salud, a veces con situaciones médicas complejas, pero parece nuestra naturaleza. El de ir y hacer.
-Tal vez esté en el gen argentino y su personalidad de crecer en la adversidad.
-Por supuesto, es lo que tenemos, ese corazón, ese carácter, el nunca entregarse. Si alguien pregunta por qué Argentina es el subcampeón mundial, en un contexto tan difícil, jugando contra potencias, de otro poderío económico, este es un nuevo ejemplo. Nosotros, los dirigentes, hemos recibido un legado que, con errores y virtudes, hemos intentado continuar. Y, a diferencia de muchas otras competencias deportivas, tuvimos un acercamiento entre nosotros, un respeto, un entendimiento de cuál es el verdadero valor, aunque a veces las competencias deportivas nos alejen. Pero entendimos que tenemos que estar juntos, unidos. Y así lo hemos hecho, ahora también trabajando codo a codo con la CAB.
-Tal vez que la final haya ido a Juego 5 y se haya definido en el minuto final fue un guiño del destino, un premio a tanto esfuerzo.
-La verdad que sí, esta gran final y ese final de película fue un premio para la Liga. El destino nos puso ese gran quinto juego,con esa adrenalina y todo el ambiente expectante de quién sería el campeón. Y resultó elplus que necesitamos todos los protagonistas. Felicito a San Lorenzo, por el nuevo campeonato, a Quimsa, por su gran temporada y hasta Instituto, que fue el tercer club argentino que participó a nivel internacional, en este contexto tan complejo y difícil. En realidad, a todas las instituciones que pusieron todo y más para jugar esta temporada tan compleja.
-Hablamos mucho de la pandemia pero poco de los problemas económicamente que este año y pico han seguramente hecho mella en los clubes. ¿Cómo terminaron?
-Perdimos. Casi todos perdimos. Pero, más que una apuesta, siento que todos hicimos una inversión, como siempre, para sostenerla, como muchas fábricas y comercios de nuestro país. El seguir adelante. Es como decimos los emprendedores: volver a abrir una empresa es más duro que sostenerla en el peor momento. Y eso es lo que hicimos. El déficit que nos quedó lo afrontaremos para volver, como hemos vuelto siempre.
-¿Cómo ves el futuro, la próxima temporada? ¿Sentís que algún club quedó malherido y puede correr peligro su participación?
-Después de todo lo vivido, no le tengo miedo a nada. No se me ocurre que un club que quiera irse después de haber pasado lo peor. La pasión está, en cada uno de los clubes. Y la gestión también. Seguiremos. Unidos.
-¿Notás que la Liga está fuerte?
-Exactamente, noto que los cimientos están más fuertes que nunca. Lo que no te mata, te hace más fuerte. Y es así. Lo que está pasando con la Liga Argentina lo ratifica. La segunda categoría sigue con los mismos valores y pasión que la A, se sigue invirtiendo en cada ciudad, generando condiciones para seguir y continuar sacando y desarrollando talentos. Estamos orgullosos de ese esfuerzo, por ejemplo de los entrenadores, maestros formadores que ahora hemos sembrado por todo el mundo. Todo esto no significa que estemos perfectos. Tenemos que seguir debatiendo para ser mejores. Pero noto que tenemos una Liga que sigue siendo una gran formadora de jóvenes, que sigue siendo exportadora… Y no es casualidad. Hay un trabajo atrás y una proyección, ahora con la unión CAB-AdC, buscando potenciar los lugares de desarrollo, como ahora pasa con los torneos Federales, masculino y femenino. Reitero: lo que nos diferencia es la unidad dentro del disenso. Cuidamos nuestra casa, pero adentro debatimos. Siempre pensando en lo mejor para el básquet argentino.
Fotos: Marcelo Endelli