-¿Cómo viste al equipo en los dos partidos que jugaron, ante México y San Pablo?

Si bien estábamos llenos de ganas, con mucho entusiasmo y mostramos conocimiento de las reglas, vi un equipo inexperto en lo que es el ritmo de juego. En Buenos Aires y Argentina en general el ritmo es un poco menor. A nivel internacional, los equipos juegan con una intensidad mayor a lo largo de todo el año, y ya es natural para ellos.

-Más allá de los resultados, ¿con qué sensaciones regresaron de México?

Volvimos de México con ganas de seguir aprendiendo. Esta disciplina genera mucho entusiasmo. Cada vez se nos abren más puertas, como fue esta oportunidad de competir internacionalmente. Para los jugadores de cinco contra cinco, jugar el 3×3 es un trabajo, pero también es entretenido, al mismo tiempo que ayuda a su desarrollo.

-¿Cómo suma esta experiencia internacional al crecimiento de ustedes cuatro, y de la disciplina en el club?

La experiencia que vivimos en México fue espectacular. Competir contra esos equipos, presenciar el torneo, charlar con jugadores, entrenadores y organizadores, hace que haya sido notablemente positiva. Volvimos sabiendo en qué ritmo se juega afuera, y con ideas de con qué pequeños sistemas o conceptos podemos afrontar nuevos compromisos. Dimos un paso gigante como institución para mejorar en el 3×3.

-¿Cuáles son los próximos pasos del 3×3 en Obras?

Por el momento, los próximos desafíos que tenemos son prepararnos fuerte para el 3×3 de la Liga de Desarrollo, y mirar al año que viene en lo que será La Liga 3×3, al final de la temporada de la Liga Nacional. En el ámbito de Capital Federal, buscamos ser competitivos y apuntamos a los primeros puestos de todos los torneos que se realicen.

 

 

Informe: Prensa Obras Basket