Obras Basket

Buenos Aires (Buenos Aires)

LNB · 29 de Abril de 2020

Obras · Obras

“Obras me hizo crecer como jugador”

Eduardo Dominé escribió su historia en Obras Basket desde 1998 hasta 2005. El nacido el 25 de febrero de 1968, en Arrecifes (Provincia de Buenos Aires), recordó el exitoso e inolvidable camino recorrido en la institución de Núñez.

Previo a su arribo, se desempeñó 11 años en Quilmes de Mar del Plata, donde participó activamente del ascenso a la Liga Nacional en 1991. Inició su etapa en el rockero a partir de 1998, la cual contó con momentos imborrables e hitos que se mantienen vigentes en la actualidad.

Dominé expresó sobre su llegada: “La primera imagen fue de emoción, era mi primer salida hacia otro club. Justamente a Obras que, cuando era chico, era el equipo por los jugadores que tenía, ver al “Tola” (Eduardo Cadillac), a “Choco” (Carlos Raffaelli), el negro Romano. Era un desafío especial y precisamente entre Choco y el Tola, quien era el entrenador, me convencieron. Entraba al templo del Rock con toda esa historia a cuestas, y siendo el mayor de un grupo de jugadores muy jóvenes con mucha proyección. Era Obras, gran desafío”.

Por otro lado, Eduardo respondió acerca de su adaptación al conjunto de Núñez: “Fue muy rápida. Estaba Diego Ricci, quien me abrió las puertas del club y su casa, más los chicos que querían entrenar y mejorar. Recuerdo ese primer año, Pablo Prigioni, Rober Gabini, los juveniles Cris Aragona, Lázaro Borrell y el mismo Ricci. Formamos un gran grupo humano con el Tola de entrenador, más cuerpo técnico, médico y kinesiólogo. Y terminamos en semifinales, el club me dio todo lo que necesitaba, solo tenía que pensar en entrenar, jugar y ayudar al equipo a ser competitivo. Me adapté y me hicieron sentir parte”.

Asimismo, describió el contacto que mantuvo con los jugadores y entrenadores que representaban los colores aurinegros. “Fue variando de acuerdo a cada entrenador. Desde mi lugar, traté de interceder siempre entre mis compañeros y el entrenador. Intentamos generar un buen ambiente de trabajo y mi experiencia ayudaba a los chicos para tener esa conexión y sentirse parte de la estructura. Equipos jóvenes, desde Pelletieri, Alloatti, Pipa Gutiérrez y muchos chicos más, que entre los más grandes apoyamos para su crecimiento”, afirmó.

EL RECUERDO DE LOS TRES TORNEOS MÁS DESTACADOS

“Obras lo disfruté siempre, me puse la camiseta desde el primer día. Es claro que los recuerdos vienen de los buenos grupos y los resultados”, aseguró Dominé. A lo largo de los siete años, se fue ganando el apoyo de los hinchas y compañeros a lo largo de la estadía, debido a sus aportes dentro y fuera de la cancha. Su velocidad, capacidad para desequilibrar a la defensa rival y efectividad en los lanzamientos lo convirtieron en un jugador clave en el equipo.

Eduardo Dominé Obras

De todos modos, se refirió a las tres temporadas que obtuvieron el pasaje a las semifinales de la Liga Nacional. En la 1998-99, el rockero finalizó en el cuarto puesto de la tabla general con un 50% de victorias (30-30). “El primer torneo fue increíble, arrancamos mal y terminamos en semis tras dejar afuera a un Boca poderoso en el quinto juego, con Ricci, Borrell, Gabini, Aragona y todos los chicos”, dijo Eduardo.

En la 2002-03, los de la Avenida Libertador repitieron la instancia en la fase final, y el mismo lugar en la tabla. El récord en la fase regular fue de 19 partidos ganados y 11 perdidos. “La campaña que asume Fabián Borro y me viene a hablar a Mar del Plata para continuar, también fue tremenda. Un acomodamiento, vuelve el Tola y armamos un equipo guerrero, con mucho corazón y en la ruta ganábamos. Llegamos a semifinal con Pelletieri, Lázaro, Paco Feste, Fede Pollio, Maxi Bertolino, Lucas Gornatti y ya jugando Pipa Gutiérrez y Ale Aloatti, más los pibes”, contó Dominé.

Su tercer boleto a la semifinal ocurrió en la 2003-04, luego de emular el mismo récord de triunfos y derrotas en la etapa regular (19-11). “Equipo con Manu Locatelli, Lázaro Borrell, black Lamas (actual kinesiólogo del plantel de Liga Nacional), Leo Gutiérrez, el Kily Romero, Ale Aloatti y el Pipa Gutiérrez, más juveniles. Eran cinco pelotas, pero nuevamente semifinales. Creo que esas tres versiones fueron las mejores, en cuanto a grupo y resultados. Pero en definitiva, todo el proceso de Obras lo disfrute más que nada porque me dieron el lugar para sentirme parte de la estructura. No es fácil estar 7 temporadas en un club”.

DOMINÉ Y LAS MARCAS LOGRADAS

Eduardo lidera la tabla histórica del club en puntos totales (5314), triples convertidos (1009) y tiros libres anotados (1025). Además, se encuentra segundo en asistencias (1027) y partidos (338), solamente por detrás de Pedro Barral (actual capitán del plantel de Liga Nacional).

Sin embargo, se mostró humilde acerca de los hitos individuales. “Los récords siempre digo que sirven para marcar una historia apoyada en la continuidad, y eso es lo que se refleja después. Hoy sigo siendo el goleador histórico y el que más triples convirtió, pero ya estoy esperando que aparezca alguien y me lo saque, como Pepo lo hizo este año con los partidos jugados. Los récords están para romperlos, y en Obras tarde o temprano va a pasar porque es una institución que cree en los referentes y en el trabajo a largo plazo. Ahora, sí me genera orgullo saber que dejé todo por la camiseta”, aclaró.

Por último, Dominé definió qué significa Obras para su vida: “Me abrió las puertas, me hizo crecer como jugador, me valoró. Mi familia hizo los primeros pasos en la Avenida Libertador. Aldana y Martina, dos de mis hijas, fueron al jardín de infantes del club. Me dio amigos, gente que quiero mucho, la posibilidad de representar a un club histórico durante muchos años, de trabajar, y lo más importante de todo es que cada vez que voy al club me vuelven todos los recuerdos y siento que siempre tengo las puertas abiertas. Un abrazo grande desde el Presidente hasta todo el personal, que siempre me brindaron lo mejor. ¡Gracias!”.

Informe: Prensa Obras