LNB · 20 de Septiembre de 2021

La columna de Facundo Sucatzky: la importancia de la postemporada

El ex base analiza el trabajo entre temporadas, cómo era antes y la forma en lo hace hoy, en lo físico y los fundamentos, gracias a una mayor concientización. Igual, aclara que todavía falta...

Postemporada puede ser un sinónimo de playoffs, pero en el ambiente le llamamos al tiempo que va entre que termina la temporada y el comienzo de la pretemporada de la próxima campaña. Esta etapa, con el trabajo que se realiza en esas semanas, se ha vuelto determinante en el jugador moderno, cada año un poco más... Antes, en mi época de jugador, algunos lo hacíamos, pero éramos los menos y sin tener la plena conciencia que existe hoy. Hoy en día el basquetbolista está mucho más convencido de la importancia que tiene y de todo lo que le reditúa ese esfuerzo extra. Se ha producido un gran cambio, generacional, que incluye trabajos más modernos que en mis años de jugador no existían.

Primero hay que aclarar que el cuerpo necesita descansar, al menos 15 días, luego de una temporada tan larga y exigente. Y luego se puede empezar un trabajo de, más o menos, un mes y medio, con una mezcla de lo físico y la técnica individual, dos veces por semana a cada cosa. Por ejemplo, se pueden hacer 12/15 clases apuntando a mejorar los fundamentos. Y otras tantas, tal vez un poco más, en lo físico, un 60 a 40 en porcentajes podría ser lo ideal.

Ojo, no todos los jugadores lo hacen. Por ahora hay sólo una mayor concientización en el trabajo físico. En ese sentido, la mayoría llega muy bien a la pretemporada. Se cuida en la alimentación, va al gimnasio y se prepara para estar afilado en su cuerpo. Pero todavía falta en la técnica individual, detectar lo que debe mejorar de temporada a temporada y luego ponerse a trabajar con un coach especializado en estas cuestiones.

Este proceso ha sido progresivo, el jugador se fue aggiornando. Antes uno hacía un poco lo que le parecía, sin una idea clara y haciendo lo que tenía a mano. Hoy es distinto. Hace décadas pocos pensaban en el mejoramiento individual, como sí sucede hoy. Cada uno se preparaba como podía. El nivel de juego era alto y como la pretemporada era larga, más que hoy, esos dos meses te alcanzaban para ponerte bien y así arrancar una temporada que siempre fue larga y exigente. Entonces, en la llamada postemporada se hacía lo mínimo indispensable, sólo en lo físico, por caso ir tres veces por semana al gimnasio, para ponerse bien y no mucho más. El tiempo que hoy se dedica a la postemporada se usaba para descansar y recién la pretemporada para ponerte bien. Si llegaban con algunos kilos de más, los bajabas ahí, por ejemplo. Era otra época y no existía el hábito… Hoy es normal, lo ves en las redes sociales de los jugadores.



Yo recuerdo que sí lo hacía. En Rosario, con un PF como el Pelado Marchica para estar bien desde lo físico y lo basquetbolístico lo mejoraba con el coach Gustavo Lalima. Ahora soy yo el que me especializo en dar al jugador ese mejoramiento individual. Tengo una canchita en Córdoba y ahí trabajo con quienes me llaman. En esta postemporada, por caso, trabajé con Nico Romano, Lucas Arn, Martín Cabrera, el Negro Espinoza y Nacho Alessio, chicos que quieren llegar mejor y agregarles cosas a su juego. La clave, en estos casos, es conocer al jugador, entablar un diálogo, un ida y vuelta, para pasar al terreno del convencimiento de lo que debe trabajar y mejorar. Yo trabajo con el psicólogo deportivo Cesar Berhnardt para ver cómo plantear las sesiones, que constan de ejercicios a repetición, buscando que no se aburra, que siempre esté motivado, enchufado, con la misma intensidad, concentración, buscando hacer todo a ritmo de juego, porque uno entrena como juega, como dice la frase...

Los cambios, al menos en nuestro país, comenzaron hace cinco años, cuando los jugadores se dieron cuenta que a lo físico le debían sumar mejorar en la técnica. Ellos notas cosas puntuales que necesitan y en esas 12 clases trabajamos lo que hace bien pero, sobre todo, ponemos énfasis en lo que buscan pulir. Puede ser el manejo en la mano inhábil, el otro perfil, el pase, el tiro, algún movimiento de pies… Yo me especializo en el manejo y en ataque, porque considero que la defensa es 80% actitud, más que la técnica para hacerlo bien.

Como en todas las competencias, hay un porcentaje de jugadores conformistas, que están cómodos así, les alcanza con eso. Pasaba antes y pasa ahora, aquellos que saben que ya tienen un lugar ganado en la Liga y que no tiene sentido seguir progresando. Pero también están los distintos, que siempre buscan un extra, algo más. Y lo que hagas en esos meses es lo que hace la diferencia. Después ese jugador juega más fácil y al año siguiente, puede pedir más dinero. Esto reditúa en el juego y en lo económico.

Hoy en día la postemporada cobra una mayor relevancia, sobre todo en nuestra Liga, que ya no tiene un jugador dominante, como alguna vez fueron Leo Gutiérrez o Facu Campazzo. En la actualidad existe una gran paridad y si vos trabajás mucho entre temporadas podés dar un gran salto de calidad. Hoy es importante entrenar más y jugar menos. Los fundamentos son claves y siento que el mejoramiento individual debería trabajarse más en inferiores. Es clave que los jugadores lleguen más y mejor preparados, con mejores hábitos, sabiendo mirar, escuchar y así aprender. Ya no existe más llegar a ver qué pasa. Los jugadores deben tener más claros los objetivos y cómo lograrlos. Y la postemporada se ha convertido en un momento esencial en el proceso.

 

 

 

 

 

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