LNB · 22 de September de 2021

Boca Jrs.

Boccia sueña en grande con Boca: "Debe ser este año, no puede ser otro"

El rosarino dice sentir su cabeza joven y tener el hambre de seguir compitiendo. Apuesta a este Boca y cree que está a la par de cualquiera. "Ganar algo acá sería un broche hermoso", dice.

Por Lucas Leiva

Cumplirá su 15° temporada en la elite para la venidera 21/22 y es todo un referente del básquet nacional. El nombre de Adrián Boccia no pasa inadvertido en la Liga, porque en su rica e intachable trayectoria lo convirtieron en un pilar y en uno de los jugadores más respetados del medio. Capitán de un Boca que supo refundarse en los últimos años, volviendo a los primeros planos y reapareciendo como el histórico gran animador de la competición que es, el rosarino forma parte vital de ese ADN tan puro del club de colores azul y oro, en un equipo que se quiere candidatear para la próxima temporada.

Boccia sabe que el Xeneize conformó una vez más un plantel con atractivos nombres y en un año en el que habrá varios frentes por jugar. Por tal motivo, el experimentado alero (cumplió 39 el 14 de julio) cree que este año puede darse una gran oportunidad. En lo personal ya tuvo la chance de salir campeón de Liga en aquel Peñarol 13/14, pero su deseo es hacerlo con el club que ama. Será su 5° año consecutivo en el equipo (el sexto desde que volvió de España), teniendo en cuenta que Boca fue el lugar en el que realizó parte importante de su periodo juvenil, cuando daba sus primeros pasos y antes de irse a Europa (tres años entre 1998 y 2001). Por eso es tan importante para él.

Con los objetivos de la Liga pero sabiendo que inicialmente también estará el Súper 20 y que Boca consiguió regresar al plano internacional para jugar la próxima BCLA, Boccia se confiesa con Prensa AdC y habla de todo. Desde el reconocimiento que recibió el domingo en Provincial de Rosario, institución en la que arrancó a jugar al básquet, pasando por su rol como líder en el Xeneize y el anhelo de gloria con el club del que es hincha.

- Primero contame un poco cómo se dio todo lo del amistoso del fin de semana en Provincial. Imagino un poco lo que significó para vos.
- Fue muy emocionante, no tengas dudas. Desde hace tiempo estaba esa iniciativa de ir en algún momento al club y hacer un partido, y desde que Pablito Fernández agarró la dirección deportiva del club en dos semanas pudimos organizarlo. En un club grande como Provincial no es sencillo poder organizar para disponer de todo de un momento a otro, pero hicieron un trabajo espectacular y se pudo armar ese partido. Cuando le conté a Gonzalo la idea me dijo inmediatamente que sí. Las condiciones fueron las mejores, fuimos al hotel, pudimos descansar, jugar el partido, Altamirano se copó haciendo la transmisión para Básquet Pass... En un principio iban a ir 250 personas, sólo las inferiores del club, pero después se abrió y terminó siendo una fiesta muy linda con cerca de 1000 personas. Para Rosario, que es una ciudad futbolera, es muchísimo eso. La gente se enganchó y había mucho ambiente porque hasta una peña de Boca fue a la cancha.

- Bueno, decís esto de jugar con público y de a poco ya se empiezan a abrirse estas cuestiones para la vuelta de los hinchas a la cancha. ¿Cómo fue reencontrarte con todo eso sabiendo que venimos de una temporada atípica?
- Volver a jugar con gente fue tremendo. Necesitábamos esto. A mí, y más a esta altura de mi carrera, jugar sin público me resulta desmotivante... muy frío todo. Entiendo que seamos profesionales y que tenemos que jugar, pero fue hacerlo toda mi vida de una forma y de un momento a otro pasar a eso, y más con algo tan complicado como lo es la cuestión sanitaria. Volver a jugar con gente el otro día en Rosario fue muy emotivo, y aparte este condimento extra que tuvo de que sea en mi ciudad. Sé lo que laburaron los pibes de ahí para que saliera todo perfecto, la cancha estaba espectacular. Encima después vino ese reconocimiento que me dieron... fue muy lindo. Salió redondito.

- ¿Qué te pasó al momento del reconocimiento?
- Fue súper emocionante. Yo me crié dentro del club, estábamos todo el día ahí. Era una cuestión familiar. Quizá hoy vas al club para hacer una actividad y te vas, pero para nosotros era una manera de estar y compartir con la familia todo el día ahí dentro. Eso es lo que tienen los clubes, más en el interior, jugábamos y hacíamos de todo... como si tuviésemos las llaves, del colegio al club y pasar todo el día hasta la noche que volvíamos a casa para dormir. Por eso cuando llegué y vi todo armado, bien de Liga, con la cancha hermosa y las luces refaccionadas. Cuando vi el estadio así se me vinieron un montón de cosas a la cabeza. La verdad es que el club está muy lindo, es un club social grande porque en el estadio deben entrar 5-6 mil personas... el hecho de que esté Pablo también y me entregue el reconocimiento, estaba toda mi familia, amigos... por donde miraba había gente que conocía.

- ¿Te ves en algún futuro ahí?
- No lo sé, porque a esto yo lo llevo año tras año. La verdad es que desconozco cuánto más voy a jugar, pero sí te digo que siento la cabeza joven, que me gusta competir porque soy súper competitivo y que lo sigo disfrutando muchísimo. No lo sé, quizá en algún momento me hace un clic algo y dejo de tener ganas... pero no lo sé hoy. A Pablo le dije que voy a estar siempre. Sigo yendo al club, la familia está y mis hijos seguramente vayan a ir ahí a hacer deporte. Ahora, no sé si voy a estar vinculado directamente al club desde esa parte. Todo depende también de las ganas que tenga de seguir compitiendo por más que el físico te dé. Hasta ahora sigo teniendo esas ganas porque tengo ese anhelo de poder ganar algo con Boca. Sería el broche lindo para este último tramo de mi carrera. Tengo esa espina, ese hambre de querer seguir compitiendo.

- No sé el otro clic, pero sí ya hiciste ese ajuste con el cambio físico, la forma de cuidarte y lo que permite que hoy estés impecable para jugar.
- Me parece que también a diferencia de cuando arranqué, a los 18-20 años, hoy hay mucha más información que antes. Hoy se hace mucho más hincapié en la parte física, en la alimentación, en los descansos. Me acuerdo que antes la pretemporada la usabas para ponerte bien físicamente, pero hoy ya llegás bien físicamente a la pretemporada. Ya no existe más eso de llegar medio gordito porque total tenés la pretemporada para ponerte bien... eso era hace 20 años. Hoy con toda la información que tenemos es diferente. No tengo dudas que todos los de la camada que viene atrás nuestro van a jugar hasta los 40 o más, porque encima el básquet es un deporte que con esto de poder entrar y salir en la cancha te permite estar activo. Y lo mío viene un poco por ahí, por hoy tener más esa información, y porque también tuve la suerte de no tener ninguna lesión grave en mi carrera... necesitás ese toque de suerte también de no lesionarte porque estar parado te desgasta. Por eso hay un montón de cosas que me llevan a seguir, mi cabeza la siento joven, me gusta competir. Más allá de que después fuera de la cancha la edad la tengo, adentro de la cancha no dejamos de ser 5 contra 5 y da igual si tenés 40 o 20. Me gusta ese desafío también de estar a la altura de las circunstancias, porque ser competitivo te lleva a eso, a que no se note esas cosas. No me gusta estar en un lugar y que te respeten por el nombre, me gusta estar a la par, competir y cuando no rindo soy el primero en darme cuenta.

- Días atrás lo hablábamos con Gonzalo García en este rol de referente que tenés no sólo en Boca sino en toda la Liga. Me parece que es algo que uno va generando con naturalidad, por su trayectoria, los años y convirtiéndose en un ejemplo y un espejo. ¿Cómo fuiste asimilando todo eso?
- A mí me pasa que, al estar tantos años en el club, lo llevo a tomármelo más como una responsabilidad. Y cada año esa responsabilidad aumenta con esto que me decís. No soy alguien que esté todo el tiempo vocalmente hablándoles a los pibes, haciendo reuniones de equipo y tratando de hacerme notar de alguna manera, algo que tampoco está mal. Pero a mí me gusta de hacerlo a mi manera: entrenarme como cualquiera, demostrar que físicamente estoy a la par de los chicos, o que soy el que más corre... por ese lado voy yo. Trato de tener un perfil mucho más bajo, que me vean entrenando o bien físicamente, que no se note la diferencia. Que no se diga que juego o estoy por el nombre. No me gustaría estar del otro lado y ser un chico viendo a un jugador que esté medio retirado, mal físicamente y que juega porque tiene que hacerlo... no sé si me explico. Entonces como que cada año la responsabilidad que siento es mayor, trato de estar mejor físicamente, tener menos días de vacaciones. Esa es la forma en la que yo lo siento.

- El ejemplo con los hechos y sin quizá tanto desde la palabra o el currículum... y el adicional de hacerlo en Boca.
- Tal cual. Pasa por querer seguir a la altura y competir, por querer seguir estando bien. Más en una Liga como esta, con 8 fichas mayores, y más en Boca porque es un club al que los jugadores eligen ir. Boca te da la tranquilidad de estar primero en un club serio, que te paga al día, que te da eso y más con cómo está hoy el país. Eso hace que también uno tenga esa responsabilidad que te decía, y el tener la zanahoria hoy de tener un equipo competitivo que se armó mucho más lindo en estos últimos años te incentiva mucho más. El broche sería ganar algo con el club.

- Uno siempre quiere ganar, todos los años, pero de alguna forma lo tuyo pasa por querer ganar algo para Boca también, no solo desde lo personal y romántico que suene hacerlo con uno de los clubes que te formó.
- Mirá, al volver de España me pasó eso de querer ganar un título y hacerme un nombre. Yo me fui muy de chiquito a Europa y al volver no se conocía mucho de mí, como que había gente a la que le generaba una duda, entonces tenía esa hambre de jugar una final y salir campeón. Con Lanús conseguimos llegar a una final, sorprendimos cuando le ganamos esas semifinales al Peñarol que venía de ser Tricampeón y después nos barre Regatas en la final. Después con Peñarol conseguimos salir campeones cuando fue el último año de Facu (Campazzo). En lo personal ya me sentía un poco más realizado digamos, porque había conseguido ese título con Peñarol, pero después empecé a sentir que tenía que ganar algo con Boca, porque era lograr algo con el club en el que había pasado mi época de juvenil.

- En su momento oportunidades de irte no te faltaron, pero siempre seguiste y eso que hubo campañas difíciles a nivel deportivo o de resultados. En el medio generaste y fortaleciste una identidad con el club que no es muy común de ver hoy. ¿Sentís ahora a Boca está bien de pie?
- Seguro, tocó pasar momentos bravos con el club. Por eso también valoro y siento mucho el afecto de la gente, ese reconocimiento. Más allá de todavía no haber podido ganar nada, me siento súper querido en el club. Hoy tenemos un equipo con muchas aspiraciones. Siento que cada año fuimos un poco mejor. Con (Guillermo) Narvarte en un momento se llegó a unos cuartos de finales que perdimos 3-2 contra San Lorenzo jugando muy bien; y después ya vino Gonzalo (García) trayendo todo su equipo de trabajo con Carlos Duro, Marcelo López y como que se generó algo más todavía. Tenemos expectativas.

- ¿Se sienten candidatos?
- Siento que estamos de igual a igual con cualquiera, pero que no va a ser fácil. Nuestra Liga en sí no es fácil, pero me parece que no tenemos nada que envidiarle a nadie. En cada puesto tenemos dos jugadores buenos, después la Liga te pone en el lugar que merecés pero en un principio tenemos un equipo para competirle a cualquiera. Este año, al no estar ese San Lorenzo de turno que rompía el mercado con extranjeros y jugadores buenísimos, me parece que no hay un equipo dominante. Hoy por hoy no hay un San Lorenzo como sí pasaba en temporadas anteriores.

- ¿Te animás a ver un poco el panorama general y en cómo entran ustedes en esa lucha?
- En otros años antes de arrancar preguntabas por los candidatos y casi todos te mencionaban a San Lorenzo. Por plantel, extranjeros y un montón de cosas se daba a entender que San Lorenzo era el favorito. Yo no sé si ahora hay un candidato tan firme, de esos que decís 'este equipo va a ser el campeón'... creo que estamos metidos en la pelea. Es cierto también que Eloy Vargas no llegó todavía, pero con él, Kevin (Hernández), el Mudo (Fede Aguerre), (David) Nesbitt, (Leandro) Vildoza, (Leo) Schattmann, yo... tenemos un plantel como para pelearla. El equipo está bastante bien. Si vos me preguntás para qué estamos, te digo que tenemos que saber y ser responsables de que tenemos un equipo para pelearla, para estar en los primeros lugares. Vamos a ver qué pasa. También va a ser un desafío para todos el formato de burbujas jugando cinco partidos en una semana. El tener esto de dos jugadores por puesto que te digo tiene que ser una herramienta a favor para nosotros.

- El anhelo siempre está...
- Sin dudas. Hoy tenemos muchas expectativas y aspiraciones. Tenemos tres torneos por delante y hay que estar preparados para afrontar cada uno de los frentes que nos van a tocar. Ahora el Súper 20, después la Liga y también la Champions, que es algo muy importante para el club el volver a competir internacionalmente. Vamos a hacerlo bien. Ojalá, en unos meses ya veremos si confirmamos los buenos deseos.

- ¿Lo sentís como una deuda pendiente hacia el club o más que nada es un fuerte deseo?
- No lo siento como deuda. Estando ya en el final de mi carrera y justamente por todo el cariño que siento en el club y el haber pasado por un montón de momentos juntos, siento que estamos en un momento en el que se puede lograr. Es un deseo. También es un poco lo que decías, que muchas veces tuve la posibilidad de irme pero elegí seguir en un club en el que ta da la tranquilidad de saber que estás en un gran lugar. Vos ponés un montón de cosas más que ponés en la balanza, la familia, el cariño... te arraigás a muchas cosas. Las inferiores las hice acá en el club y vas teniendo esa identidad que hablábamos antes. Pasa por el deseo de saber que se puede, no estoy haciendo un sueño lejano e imposible. Cuando tenés 20-25 años, cada temporada tenés objetivos más personales y por ahí no tanto grupales, porque si no se te da en ese momento siempre tenés el año siguiente y sino el siguiente para cumplirlo... y la realidad es que cuando te vas haciendo cada vez más grande las balas se van acabando. Ahí es cuando decís "Tiene que ser este año, no puede ser otro...", y entrás a perseguir esa zanahoria en todo momento.

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