LNB · 12 de January de 2022

San Lorenzo

#TalentosDeLiga: José Defelippo, de actor de reparto a protagonista absoluto

El nicoleño de 24 años es una de las máximas figuras de San Lorenzo, una de las revelaciones. Su relato, desde su infancia, su amor al básquet y su actual explosión en La Liga.

Por Kevin Chareun

Desde su irrupción en la elite del básquet argentino en la temporada 2015/16, San Lorenzo impactó gratamente no sólo por la extraordinaria calidad en la conformación de sus equipos sino también por haber conseguido, a través de ellos, cinco campeonatos nacionales de manera consecutiva, hecho único en la historia de La Liga. En esta nueva edición, y a pesar de los complicados tiempos de austeridad que atraviesan las arcas del club, su nuevo cuerpo técnico y un plantel renovado casi por completo han sorprendido a propios y extraños con un magnífico rendimiento colectivo.

El récord de 8 victorias y 7 derrotas que el Ciclón mantiene hasta el momento lo ubica en la mitad de la tabla de posiciones del torneo, traduciéndose como uno de los equipos revelación en lo que va de la temporada. Dentro de este contexto, uno de los más destacados es José Defelippo, quien convirtió la crisis en oportunidad, aprovechó su continuidad para darle rienda suelta a su juego y se encargó de liderar deportivamente a los de Boedo. 

El oriundo de San Nicolás de los Arroyos mantiene actualmente un promedio de 14.8 puntos, 7.2 rebotes y 5.3 asistencias en 29.1 minutos por partido, números más que sólidos para considerarlo entre los principales valores de la temporada 2021/22. Por si fuera poco, el aguerrido escolta refleja un formidable 49% de efectividad en tiros de campo y el pasado 17 de noviembre concretó una planilla de 22-11-11 en el Roberto Pando para ingresar al selectísimo grupo de aquellos que anotaron una triple decena en duelo correspondiente a nuestra competencia doméstica. 

Desde Prensa AdC, entablamos diálogo con el nicoleño de 24 años y 1m86 para recorrer su trayectoria desde su crecimiento en los clubes Belgrano y Regatas de su ciudad, pasando por el desembarco en Comunicaciones para ser MVP de Liga de Desarrollo y festejar en el ex-TNA, hasta llegar a su brillante presente en el conjunto dirigido por Álvaro Castiñeira. También nos sumergimos en su intimidad, conversando sobre su familia, objetivos y pasatiempos. Los invitamos a conocer al detalle al joven que, en su segunda campaña defendiendo los colores del CASLA, se convierte poco a poco en uno de los máximos referentes de la Liga Nacional.

-Contame sobre tu historia familiar y tus primeros pasos en el básquet.

-Mi familia es de San Nicolás. Allá mis padres Pía y Toli tienen un vivero, y podría decirse que es el negocio familiar ya que mi hermana María se está encargando actualmente del mismo, mientras que Andreína -mi otra hermana mayor- tiene su propio local de ropa. Y yo arranqué en el básquet de muy chiquito. Desde que tengo noción, me veo con una pelota en mis manos. En mi casa nadie practicó el deporte, aunque mi viejo era dirigente del club Belgrano.

-Justamente, Belgrano es el club donde hiciste minibásquet, hasta que a tus 13 años partiste a Regatas de tu misma ciudad, ¿no?

-Así es, y guardo en la memoria muy buenos momentos de esa etapa de formación, tuve una linda infancia en el club. Y mis mejores recuerdos son de Regatas, donde pude darme el gusto de jugar algunos partidos del Federal al finalizar la última Liga. Lamentablemente, no pudo haber gente en la cancha por el COVID, pero fue un sueño poder participar de un torneo importante para la institución de la cual soy hincha.

-En el 2016, te mudaste a Mercedes para jugar el ex-TNA.¿Te costó la salida de tu casa?

-Podría decirse que me vi obligado a dar ese paso, porque sentía que me estaba haciendo grande para el básquet, había cumplido los 18 y las alternativas eran irse de casa para jugar afuera o seguir una carrera. Pero en mi cabeza no estaba continuar estudiando, entonces decidí acudir al llamado de Comunicaciones, y creo que fue una decisión más que acertada.

-Claro, en tu primera temporada en Comunicaciones como U19 fuiste campeón y promediaste 15 minutos por juego. Unaño de debut soñado en el profesionalismo.

-Exacto, fue algo soñado, impensado. Si me decían de antemano todo lo que iba a vivir en ese momento, no lo creía. Por suerte, me tocó un grupo magnífico y una ciudad que me trató de primera. Pasé un primer año espectacular como profesional, y encima coronarlo con un título fue una locura.

-Luego jugaste la LNB, pasando en total cuatro temporadas en Comunicaciones. ¿Qué sensaciones te quedan del club a través del cual te insertaste en la primera categoría?

-Cuando “Tulo” (NdeR: DT Fernando Rivero) me llamó para que me quede, tuve sentimientos encontrados porque, si bien guardaba alguna esperanza de seguir, no me esperaba la oportunidad. Cuando se comunicó, no dudé un segundo en decirle que sí y en arreglar con el club para jugar la Liga. Sabía que ese año sería de adaptación, así que me enfoqué mucho en la Liga de Desarrollo e intenté ayudar al primer equipo en todo lo que pude. Fue una posibilidad increíble que me permitió ir creciendo año a año en el certamen. Al día de hoy, mantengo contacto con gente del club, en especial con el utilero Hugo Blanco.

-Y se dio el traspaso a Boedo, para integrar un equipazo y alzar un nuevo título, esta vez de Liga Nacional. ¿Qué me podés decir de tu llegada al club y de la última temporada donde le ganaron una tremenda final a Quimsa?

-Desde mi paso por Comunicaciones, estaba acostumbrado a compartir con grandes jugadores como por ejemplo Selem Safar. Pero compartir con Penka Aguirre, Pepe Vildoza y el resto de los chicos de ese plantel que son de otro nivel, me hizo aprender muchísimo. Y haber ganado la Liga, teniendo en cuenta cómo venía el torneo y que nadie nos veía como favoritos, fue fantástico. Por primera vez en los últimos años, San Lorenzo no era el mayor candidato, pero aún así pudimos llevarnos el título. Tuvimos una final sumamente pareja, fue muy lindo jugarla porque Quimsa tenía también un gran equipo. Contamos con la suerte del campeón y con un Nicolás Romano que estuvo inspiradísimo ese último juego. Estoy feliz de que hayamos podido darle el pentacampeonato al Ciclón, algo histórico para la institución y también para la competencia.

-Esta temporada, con un presupuesto reducido y el éxodo de jugadores, fuiste de los pocos sobrevivientes del campeón. ¿Cómo te sienta este nuevo y protagónico rol?

-Me estoy sintiendo muy cómodo. No imaginaba un impacto tan inmediato, pero me quedé en el club para esto, para tener más protagonismo. Estoy muy contento con la manera en que estoy haciendo las cosas. Ojalá le siga yendo así de bien al equipo, que es lo más importante, y en lo individual trataré de continuar en este modo.

-¿De qué manera afectó el recambio y el hecho de contar con un plantel a priori más débil desde los nombres?

-Todos sabemos bien que este no es el mismo San Lorenzo de años anteriores. Y el que no lo tenga claro se está mintiendo, porque el presupuesto y los nombres son otros. Pero el hambre y las ganas de demostrar son muy grandes también. Dentro de la cancha, jamás mostraremos debilidad, sino todo lo contrario, buscaremos hacerlo de la mejor manera, y hasta ahora lo estamos logrando. Es un desafío muy grande mantener este nivel por el resto de la temporada, pero queremos continuar por la misma senda del año pasado. 

-¿Qué objetivos se plantearon inicialmente? ¿Se sorprendieron a ustedes mismos con este muy buen presente?

El objetivo era hacer una buena campaña, y la estamos haciendo. Conseguir entrar a playoffs sería una meta superadora para este año de reestructuración del club, con todos los inconvenientes que sabemos que San Lorenzo está atravesando. Y sinceramente sí nos hemos sorprendido, sobre todo por cómo habíamos iniciado en el Súper 20. Pero desde allí, hicimos mea culpa, nos preparamos mucho y resolvimos algunos problemas basquetbolísticos que nos habían llevado a perder partidos. 

-¿Cuáles fueron esos aspectos tácticos que debieron modificar?

-No estábamos defendiendo bien, así que nos enfocamos en mejorar ese apartado. En la ofensiva, no nos pasábamos demasiado la bola, entonces hablamos al respecto y nos propusimos confiar más en el compañero que teníamos al lado. Atendimos cuestiones puntuales pero muy importantes para elevar nuestro juego, como reconocer nuestras carencias en el ataque fijo y buscar anotar más puntos de contraataque. Todos esos pequeños cambios se vieron reflejados rápidamente en los resultados. 

-Marcaste un Triple-Doble ante La Unión, siendo parte de los únicos 12 jugadores que lo consiguieron en la historia de nuestra Liga. ¿Qué pensás de semejante hito?

-Cuando terminó el partido y me lo confirmaron, sentí un orgullo enorme por pertenecer a un grupo tan acotado y con nombres tan importantes, no podía creer ser uno de ellos. Y la verdad es que en ese partido no sentí que había hechos grandes cosas, entonces estaba desconcertado. En los siguientes juegos estuve muy cerca de conseguirlo de nuevo, y me quedé con las ganas de ir por más. Intentaré mantener este estilo de juego, me gustaría ser de los pocos que lo logren dos veces (NdeR: sólo Esteban De La Fuente duplicó la hazaña), o incluso el único que tenga tres.

-Precisamente, hablando sobre tu estilo de juego, ¿en qué notás que evolucionaste últimamente? ¿Y en qué quisieras progresar en el futuro?

-Creo que en esta temporada en la que estoy teniendo un papel muy diferente al que estaba acostumbrado, se está notando más que nunca mi forma de juego. Antes estaba en los planteles para acompañar o darle descanso a ciertos jugadores, y hoy estoy para jugar y llevar adelante al equipo. Cuando uno tiene la pelota en las manos, algunas cosas son más fáciles. Lo que hago hoy, lo hice desde formativas, pero cuando uno llega al profesionalismo es necesario adaptarse y ocupar el lugar que toca. Hoy me está tocando jugar como siempre lo hice, y piensoque si agregaría un buen porcentaje a mi tiro de tres puntos, sería un paso importante para ser un jugador mucho más completo.

-¿La Selección está dentro de tus objetivos a futuro? Sobre todo, teniendo en cuenta estas Ventanas Eliminatorias con equipos conformados casi completamente por jugadores locales.

-La Selección Argentina es un sueño para cualquiera. Me encantaría estar y voy a seguir entrenando y jugando de la misma manera para ser tenido en cuenta. Por supuesto que si llegara la oportunidad, será bienvenida con una felicidad plena, ya que nunca me ha tocado todavía jugar o siquiera entrenar con el seleccionado.

-¿Cómo es José Defelippo fuera de la cancha? ¿Tenés algún pasatiempo además del básquet?

-Me considero una persona tranquila, me gusta mucho estar con los míos. Cuando estoy en San Nicolás, me paso todo el día en el club Regatas. Extraño mucho compartir ahí con la gente que quiero y conozco, ya que es un club social con un espacio verde hermoso y una vista al río ideal para pasar las tardes. Y mientras estoy en Capital, suelo ir a tomar café con “los pelados”: el PF, Nico Bastarrica, y el Jefe de Equipo, Seba Giuliodori. Pero hoy mi principal hobby es jugar a la Play, sobre todo porque la pandemia no permite salir demasiado de casa.

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