Rocamora 58 - Obras 54

Cuando armó su plantel en la previa de la presente Liga, muchos advirtieron que esta renovada versión de Rocamora lucía interesante. En líneas generales y a priori se construyó bien, sosteniendo a esas pilares y referentes del club pero también incorporando jugadoras de experiencia y talento. ¿Qué conseguía con esto? Sostenerse en la misma línea, en esa identidad que pregona desde hace tantos años la institución y con la conducción de una DT brillante como Lali González, y a esto le sumaba piezas con un IQ elevado, inteligentes nombres que se acomodaron rápido a la sistemática del equipo. Se podía ver que, cuando tomase confianza y pueda plasmar su clásico ADN, este Rocamora iba a dar que hablar.

El arranque del torneo no fue muy bueno, perdiendo los dos primeros juegos ante Corrientes y Florida. Y si alguien pensó que esas derrotas le quitaban mérito o poderío a este dignísimo y gran equipo, hoy puede decir que se equivocó. Porque Rocamora supo reconstruirse, aprender de esas caídas y empezar a gestar este envión clave, determinante para reposicionarse en la tabla y marcar fuerte presencia. Hoy le ganó un partido fantástico a Obras, por 58-54, en suplementario y frenando el impulso de las rockeras, una de las candidatas del torneo. Fue la tercera victoria al hilo para las dirigidas por González.

Scévola y González fueron una vez más las grandes figuras de Rocamora. Por un lado, Sabrina se hizo enorme en el juego interior para completar un grandísimo doble doble de 17 unidades más 17 rebotes, además de repartir 4 asistencias y conseguir 2 recuperos (28 de valoración). Por su parte, la capitana Antonella condujo los hilos del equipo con mucha precisión, firmando 13 tantos, 4 rebotes, 5 asistencias y 4 robos.

Además de sus dos referentes, también hay que destacar las labores de Vale Fernández (10 tantos y 9 rebotes), como así también las tareas de Pauli Villanueva (7 puntos y 6 rebotes y Ailén Ayala (8 unidades). Las Rojas sacaron a relucir su ADN y sacaron un triunfazo sobre las de Núñez en la prórroga.

Por el lado de Obras, Cami Suárez fue otra vez la máxima destacada del elenco porteño. La base tomó muchísimas responsabilidades en ofensiva como de costumbre, terminando con 26 puntos y 9 rebotes. También hay que marcar el trabajo de la capitana rockera, la chaqueña Belén Echeverría, que no pesó tanto en el costado ofensivo pero que de todas formas siempre se las ingenia para ser clave y hoy no fue la excepción (6 tantos, 10 rebotes, 3 robos y 3 taponazos). Agus Marín arrimó unos buenos 15 tantos también.

La historia terminó en un suplementario porque ninguno pudo ganarlo en el tiempo regular. Pese a tener muchas chances, las de Obras contaron con una inmejorable situación cuando sacaron nueve puntos de ventaja pero las Rojas se lo empataron y en tiempo suplementario lo liquidaron.

En esta prórroga, las uruguayenses fueron más inteligentes porque manejaron los tiempos y jugaron con los nervios de Obras. Eso permitió que Rocamora pueda aprovechar y explotar la experiencia de sus jugadoras, teniendo el termómetro del partido bajo control y encaminándose poco a poco hacia un resonante triunfo.

Rocamora demostró que tiene equipo para dar pelea y aspirar a lo más alto. El dato no menor es que con estas tres victorias al hilo se sitúa muy cerca de la punta. La expectativa en Concepción quedó a flor de piel, y la ilusión crece en cada presentación en la que este gran equipo muestra sus garras. Sólo el tiempo dirá para qué está este equipo de Lali González, pero tiene condiciones de sobra para ser de los grandes protagonistas y lo dejó demostrado una vez más este domingo.

Informe: Prensa AdC y Prensa Rocamora.  Fotografías: Liga Nacional

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