Durante largos años se ha debatido y formulado cientos de hipótesis acerca del significado real detrás del concepto de “mística copera”. Y resulta hasta lógico pensar que nutridos especialistas intenten definir aquellas cualidades principales que logran transformar a un equipo de barrio en el más importante de su clase. Por supuesto que en la teoría esa mística existe y que con el paso del tiempo se fue instaurando cada vez más en esta sociedad que frecuentamos.

Si bien no todas las instituciones consiguen alcanzar los pergaminos suficientes para adoptar esa cualidad como propia, Berazategui ha demostrado los  fundamentos necesarios para posicionarse en los estamentos más elevados del deporte nacional.

Esa seguidilla de logros y condecoraciones que sirve para enaltecer a toda una ciudad, además de ser vidriera y punto de atracción para el resto de las jugadoras. Temporada tras temporada Deportivo Berazategui reafirma su condición de protagonista para quedarse con el máximo galardón que otorga la AdC, así lo remarca la historia reciente con los 4 trofeos que levantó. Es de los pocos grupos que nunca te van decepcionar.

Siguiendo ese panorama, Agustina Marín brindó una explicación mucho más minuciosa de cuáles son los principales motivos que llevan a una jugadora a sumarse a este proyecto: "Desde afuera ya se podía percibir la unión del grupo. Es un club muy familiero, que te hace sentir constantemente esa conexión y cariño que hay entre todos. Eso fue lo que me llamó la atención y lo que necesitaba en mi carrera para poder llegar a mi mejor versión. Ahora que estoy adentro entiendo mejor porque ganan tanto".

Agus está llamada a ser una de las grandes estrellas de esta octava edición. Solo precisó del primer partido para lucir y exhibir todo su talento con la camiseta del bicampeón de la Liga Femenina. Y resulta que ya no es una sorpresa para nadie su nivel de juego en el certamen local y durante su paso por los procesos formativos de la Selección Argentina. "No sé si me imaginaba lograr ese rendimiento pero uno siempre quiere dar lo mejor y que todo ese esfuerzo sea vea reflejado en los resultados. Es algo con lo que uno anhela y cuando sucede es una sensación hermosa. Estoy feliz de pertenecer a este grupo y del lugar que dieron". Ante Riachuelo se despachó con 20 puntos, 3 rebotes y 22 de valoración.

Sin embargo en las jornadas previas al inicio de la competencia la concentración de Berazategui padeció de varios momentos de zozobra cuando surgieron ciertas maniobras externas que pretendían demorar el estreno de la joven alera. Para Agustina esa situación lejos estaba de amedrentarla. "Esos días previos al debut fueron demasiados intensos y difíciles de sobrellevar pero sé que sirvieron para poder prepararme. También puede ser que sea por las ideas e ilusiones que nos hacemos en la cabeza para que todo salga de acuerdo a lo planeado. Y ya cuando las cosas salen muy bien realmente nos sentimos completas y a gusto". En menos de 24 horas pasó de estar inhabilitada a tener un arranque de ciclo de ensueño.

Para concluir, la jugadora oriunda de Juventud Unida (Gualeguaychú, Entre Ríos) evaluó el funcionamiento y estilo que pregona el conjunto de Gonzalo Gómez: “Creo que todavía me queda un montón por entender y acostumbrarme, es un estilo muy distinto al que yo tenía incorporado hace 4 años. Pero la verdad es que me siento cómoda y parte de este hermoso grupo. Siento que ahora puedo  descubrir y aprender muchas más cosas de las ya que tenía incorporadas. Estamos por el buen por el camino. Sé que podemos dar mucho más. Tenemos que entrenar más para llegar a nuestra mejor versión”, agregó Agustina Marín.

Informe: Prensa Berazategui