El equipo no se conforma con esa colección interminable de trofeos y condecoraciones que adornan las galerías del estadio. Y en ese afán de reconvertirse y perdurar en el tiempo, afloran en el horizonte nuevas personalidades comprometidas con el proyecto deportivo. Jugadoras que crecen, que maduran, que se consolidan en torno a la institución más distintiva dentro del básquet femenino nacional, un grupo afianzado y caracterizado por deleitar a una muchedumbre desaforada con uno de los juegos más vistosos de su camada.

La línea de trabajo instaurada ha permitido que se empiece a preponderar la escuela de Berazategui a escalas nacionales sin precedentes, uno de los grandes modelos deportivos a replicar en virtud de una cantidad incalculable de acontecimientos históricos alrededor de la disciplina. Una marca que indudablemente perdurará con el tiempo, sin renunciar a sus valores, escencias e identidad.

En ese futuro auspicioso, emergen nombres como el de Delfina Gentinetta, una de las juveniles que más dignifica los procesos formativos de la Selección. Con orgullo e idolatría, enaltece a los colores celeste y blanco ante toda una nación que vitorea sus hazañas, una carga emotiva semejante a la proporcionada con su hermana Candela. Este apellido ya es de los más afamados de la actualidad.

La armonía, amistad y confianza que prima en el grupo contribuyen a comprender los resultados satisfactorios que han marcado a la institución en las últimas décadas: "Es gracias a ese cariño y respeto compartido que nos entendemos durante el juego. Son pequeños aspectos positivos que nos diferencian por sobre el resto", analiza la menor de las Gentinetta. Son gestos que contagian y motivan frente a los ojos ajenos, en pos de definir un partido.

A estas alturas, no es habitual encontrar una idolatría tan acentuada hacia una camada de jugadoras en apenas un puñado de partidos. Una combinación perfecta de oficios, habilidades y destrezas que han dado origen al seudónimo de "Juanchineta" -en honor al director de la orquesta, el entrenador Juan Ignacio Schmidt-. "Empezó como un chiste entre algunas de nosotras, pero después de tantos partidos positivos, empezamos a llamar así a la categoría. Es algo positivo porque nos identifica como grupo". Los números apenas ilustran los vestigios de una campaña invaluable.

Claro que la "Juanchineta" está consolidada. Como se dijo antes, el compañerismo y el clima positivo influyen en el rendimiento colectivo en situaciones cruciales, y hoy las dejan en una nueva final en busca de celebrar un nuevo título en la Liga Federal Formativa. El grupo apunta a reafirmar la hegemonía en una categoría formativa que no conoce otro club vencedor que no sea el Deportivo Berazategui. "Sabemos que tenemos un equipo muy completo y que podemos llegar muy lejos. Ahora, las expectativas están puestas en la definición de la Metro", agregó.

Delfina tampoco elude las responsabilidades asumidas de cara a la temporada 2022/23 de la Liga Femenina. El reconocimiento de sus pares y del cuerpo técnico le abre un lugar dentro de la plantilla que buscará el cuarto campeonato al hilo, un roster renovado que se nutre de la adición de otras cuatro U19 de lujo: Delfina Fasciolo, Lourdes Casals, Mía Farella y Paloma Alevatto. "Es una experiencia nueva para mí y para el grupo. Mi objetivo es seguir aportando desde el lugar que me toque estar. Estamos practicando acorde a las exigencias de un equipo de elite", remarca Delfina acerca de las jornadas de entrenamiento que exceden hasta las seis horas diarias.

El viernes 28 de octubre, Deportivo Berazategui emprenderá su recorrido por las rutas argentinas con destino a la capital neuquina. La travesía no resultará sencilla, ya que las espera la escuadra de Pacífico, ansiosa por su debut en la máxima categoría ante, ni más ni menos, el último tricampeón.

Informe: Prensa Deportivo Berazategui