El excelente presente de Obras en La Liga Femenina, definitivamente, no es casualidad. El récord de 15-3 en la cima de la Conferencia Sur, y el título en el Final Four de mitad de temporada tienen mucho sentido.

Y es que no solo ese gran pasar se da en el torneo profesional más importante de nuestro país. También se lograron muy buenas campañas en otros campeonatos, tanto a nivel nacional como metropolitano. El porqué de todo esto no se explica solo con la actualidad, sino que es fruto de un trabajo diario y desde hace ya varios años.

La formación de jugadoras, al igual que en el masculino, es un eje central. De la mano del reclutamiento y de todas las herramientas que se les da a los jóvenes talentos de la cantera, la entidad de Núñez ha formado y sigue formando categorías de inferiores cada vez más fuertes. Eso se ve traducido en la participación de las chicas tanto en las Selecciones Nacionales como en los equipos mayores del club.

De la plantilla que disputa la actual Liga Femenina, seis forman parte de las formativas rockeras. Y otras varias tienen pasado reciente en la cantera. Angelina Giacone, Dagmar Hentschel, Alma Bourgarel y Nicole Tapari incluso representaron al país en importantes torneos internacionales de sus categorías durante el último año.

Pero no solo el conjunto de Anfosso se nutre de las surgidas en el club. Desde la última temporada llegaron refuerzos de jerarquía que incluso son protagonistas en la Selección Argentina Mayor: al arribo de Camila Suárez hace ya un tiempo, se le sumaron esta temporada Luciana Delabarba, figura en el último Sudamericano, y Candela Gentinetta, una de las más jóvenes de las doce en ese torneo y una jugadora con una proyección incalculable.

La llegada más reciente es la de Lorraine Silva, que sirve de un importante apoyo para la capitana Belén Echeverría y varias jugadoras jóvenes que dominan la pintura aurinegra.

Juegan con ADN, con compromiso, con química y tienen talento. Defienden y corren, juegan estacionado y se pasan la pelota. Desde lo puramente basquetbolístico, desde lo táctico, el equipo también está aceitado.

Las Rockeras participan, desde las más chicas (mosquitos) hasta la primera división, en la mayoría de los torneos posibles: formativas, U21, 3×3, primera metropolitana, Liga Federal Femenina, y más. Los logros deportivos logrados por las de mayor edad reflejan un trabajo realizado desde la raíz.

Durante 2022 se festejó mucho por la Avenida del Libertador: las U21 ganaron su torneo, las mayores se consagraron como el mejor equipo del área metropolitana sin perder un partido y, como si eso fuera poco, el plantel profesional fue campeón de La Liga Federal Femenina.

De aquellos planteles, y retomando la idea anterior, no solo participaron jugadoras mayores. Muchas chicas de U17 y U19 aportaron lo suyo con un interesante protagonismo para que cada plantel llegue al gran objetivo. Y eso no es poca cosa: equipos con promedios de edad considerablemente bajos que dan la nota a nivel metropolitano y nacional.

Ahora, la mira está puesta en seguir logrando cosas importantes. Y una de las cosas más importantes que se puede lograr en las prioridades rockeras es que las jóvenes de la cantera surjan y se ganen minutos de calidad en los torneos profesionales. Si a esto se le suman jugadoras de experiencia y jerarquía nacional, el camino es sin dudas el correcto.

Hoy, Obras goza de ser puntero en la Conferencia Sur de La Liga Femenina 2022-23, con un récord de 15 triunfos y tan solo 3 derrotas. Ya clasificadas a playoffs, tienen el objetivo entre ceja y ceja. De cualquier manera, y pase lo que pase, es indudable que el presente del básquet femenino del Rockero es excelente.

Informe: Prensa Obras