LFB 12 de Mayo de 2022 | Rocamora · Rocamora
El retiro de Sabrina Scévola: un símbolo dentro y fuera de la cancha
La pivote, una de las jugadoras con mayor recorrido e historia en La Liga Femenina, colgó las zapatillas tras el reciente paso de Rocamora por la Sudamericana.
El retiro como jugadora de Sabrina Scévola fue a lo grande, jugando una gran Liga Sudamericana con Tomás de Rocamora, en su casa y con una despedida que estuvo llena de aplausos por las casi 2000 personas presentes en el Estadio del CEF N° 3 de Concepción del Uruguay. La máxima rebotera que tiene la Liga Femenina, de gran carisma, y el respeto que generó Sabri tanto adentro como afuera de la cancha a lo largo de su carrera fue impecable. Gracias Sasi, el básquet ya te extraña.
La pivote de las Rojas fue un símbolo dentro y fuera de la cancha, aportando su talento y calidad de persona en las cuatro temporadas de la Liga Femenina que le tocó estar con las Rojas; siendo la jugadora con más rebotes en La Liga Femenina, cerca de los 1000. Su paso por varios clubes, desde pequeña Parque Sur, Quilmes de Mar del Plata, Vélez y Selecciones entre otros. Sabrina habla de su despedida del básquet como jugadora y muchos temas más: "Por muchos factores dejo de jugar, sobre todo reordenar las prioridades sumado a un poco de cansancio tanto físico como mental. Los dos años de viajar todos los fines de semana a jugar y arrancar la semana ya cansada, más nuevas oportunidades laborales que surgieron, hicieron que termine de darle cierre a la decisión", manifestó Sabrina.
Sobre el proceso que terminó, lo analizó y dijo: "Fue un proceso, no suelo tomar decisiones en caliente, soy de analizar bien cada cosa con sus pro y sus contra, y venía planteándose hace dos temporadas. No por eso fue menos difícil, ponerle un fin a algo que hice toda mi vida trae un remolino de emociones importantes".
Su carrera, iniciada a los cuatro años, la fue marcando como deportista. "Supongo que varias cosas, en lo deportivo y personal, fueron marcando mi carrera, creo que el Minibásquet es una edad crucial y es de lo que más me ha marcado. Después, en Mar del Plata puedo tomar un momento volviendo de un partido llorando diciéndole a mi mama que no quería jugar más, sólo había dos o tres equipos, era muy difícil no tener competencia y bastante desmotivante; después de eso hice el clic y tome la decisión de irme a Buenos Aires a jugar. Se dio la posibilidad de estar en un club como Vélez y compartir cancha con jugadoras de primer nivel como Sandra Pavón, (Paula) Gatti y (Marina) Cava. Siendo Juvenil, mi primera experiencia realmente competitiva, poder tener la imagen de semejantes jugadoras como reflejo fue algo que me ayudó mucho, reflexionó".
- ¿Te acordás de tus comienzos?
- Recuerdo que empecé por seguir a mi primo en Parque Sur, mi tío en ese momento estaba muy metido en la dirigencia y nos pasábamos horas y horas ahí adentro. Y de la mano con que el Minibásquet es una etapa crucial, donde te enamoras del deporte o dejas, tuve la suerte de tener a la Ñata Quinteros en Parque y años después al Negro Benavídez en Zaninetti que siempre los tengo presente y me marcaron fuerte.
Pasaron días desde el anuncio pero en el mundo del básquet hay sensaciones encontradas sobre su retiro que todavía tratan de convencerla. "Todavía hay gente tratando de convencerme ja, ja, ja. La verdad que no me esperaba recibir tanto cariño, desde un mensaje cuestionando (de buena manera) el por qué de la decisión, hasta mensajes valorando todo lo hecho. Creo que lo deportivo es un valor agregado, pero cada mensaje, cada persona que quizás hacía años no hablaba, y cada saludo, me llenó el alma y me voy muy contenta de todo lo logrado desde lo humano".
Dentro y fuera de la cancha Sabri siempre aportó desde su talento y experiencia, ahora tendrá otro desafío que será como entrenadora, que ya lo viene haciendo en Parque Sur. "Seguiré siempre en una cancha de básquet, ahora desde el otro lado de la línea. Creo que se viene trabajando muy bien en el básquet femenino, ha crecido mucho, no solo lo que es la Liga Nacional sino a nivel local. La cantidad de nenas que practican el deporte ha crecido enormemente y creo que es fruto del buen trabajo. Si me parece que lo que falta es que los clubes se convenzan de lo que es el Femenino y realmente apuesten por eso. Es increíble que aún haya clubes en que el femenino quede rezagado y sea el último orejón del tarro".
- ¿Tu carrera profesional como entrenadora hacia dónde va?
- Por lo pronto seguir creciendo y trabajando en Parque Sur, este año con Formativas y con la primera jugaremos Liga Provincial. Obviamente el deseo de seguir aprendiendo, creciendo y de llegar lo más alto que se pueda, pero sin prisa. Ahora me toca disfrutar de dirigir en el club en el que empecé a los 4 años, con toda su gente, y tratar de devolverle un poco de todo lo que me dio.
- ¿Querés agradecer a alguien?
- Agradecer a mucha gente. A cada entrenador que tuve en estos años. A cada compañera de equipo y a cada rival. A toda mi familia y mis amigos. Un agradecimiento especial para mi mamá, que me llevó siempre de un lado a otro, me bancó cuando fui más grande y me apoyó en cada decisión que tomé. Agradecer a Parque, con Flor a la cabeza y mis compañeros, por respetarme y facilitarme las cosas estos últimos años para que pueda jugar. Y a toda la gente que laburó y labura por el básquet femenino del club, que hicieron posible todo lo que se ha logrado hasta ahora y darle la posibilidad a las más chicas de que compitan al primer nivel estando en su casa. ¡Gracias por la confianza y el apoyo de todos estos años! No seré hincha de Rocamora pero siempre me sentí en casa.
Informe: Prensa Rocamora