Liga Argentina · 04 de Febrero de 2022
Ameghino, el más rachero
En la Leonera, el conjunto de Villa María se quedó con un triunfazo ante San Isidro por 96-89. Juan Abeiro jugó su mejor partido en la temporada, y en mucho tiempo. Metió 33 puntos, bajó 13 rebotes y resultó clave para guiar al local
Era el partido más esperado. Los dos llegaban en su mejor momento. En Villa María, y ante buen marco de público, Ameghino se dio el gustazo ante San Isidro y le ganó por 96-89. Así, los de Pablo Castro llegaron a la sexta victoria en fila e igualaron la mejor racha que ostenta el club. Los Halcones Rojos, en tanto, vieron finalizar su invicto de nueve partidos.
Fue un juego muy trabado, scouteado, digno de dos equipos que se respetan y que saben que están en una gran actualidad.
San Isidro salió dispuesto a cortar el ritmo ofensivo del local, que propone vértigo desde la juventud de sus jugadores, y Ameghino prefirió que su rival le tire pero que no le penetre. Aun así, y con bajos porcentajes perimetrales, la visita prevaleció en la carga de los rebotes ofensivos. El León generó en ataque desde la calidad de pases de Zenclussen. El primer cuarto se fue en tablas en 20.
En el segundo, al local le costó más con la rotación de los internos, lo que fue aprovechado por su rival, que tomó ventajas a partir de algunas corridas. Tuvo máxima de 8 (39-31) sacando provecho una sequía de 3 minutos y medio donde el dueño de casa no pudo convertir de campo. Tomás Allende sacó la cara por el León con 5 puntos en el cierre para arrimar a 4 (41-37 al entretiempo).
A la vuelta del descanso, se vio lo mejor del local. Juan Abeiro hizo literalmente lo que quiso en la pintura. Contra todos los defensores y propuestas defensivas. El veterano pivote fue incontenible. De su mano, Ameghino rápido dio vuelta el orden del juego. Y cuando Abeiro salió por acumular su cuarta falta personal, apareció Abel Aristimuño, quien convirtió tres triples en el parcial. Los de Castro, sin embargo, no escaparon demasiado, porque San Isidro tuvo con en las manos de Santiago Bruno y respuestas varias en Stucky (67 iguales).
Hacia el cuarto final, Beltramo tomó nota del desparramo que hacía Abeiro en la pintura e intentó controlarlo, doblarlo, sobremarcarlo. Pero el pivote ya estaba en su noche de ensueño. Abeiro castigó tantas veces como se lo propuso y fue una usina constante desde el poste bajo. Ni siquiera sirvió cargar el juego ofensivo sobre él para buscarle la quinta falta. Inteligente Abeiro, sólo se mantuvo vertical y aprovechó las acciones forzadas de Stucky y Oberto.
En el cierre, San Isidro probó con una defensa zonal para negarle el poste a Abeiro, y allí aparecieron el juego de pases y las penetraciones de Allende para mantener el caudal ofensivo y neutralizar la táctica rival.
Ameghino sacó 10 (89-79), pero San Isidro arrimó a 4 (89-85). Un triple oportunísimo de Emiliano Lezcano, devolvió la distancia a las tres posesiones y fue, además, un mazazo a la ilusión de la visita.
El triunfo final por 96-89 hace justicia a un equipo que desde un mes a esta parte no para crecer y que frenó a uno de los candidatos.
Informe: Prensa Ameghino.
Fotos: Gentileza Majo Gil