Se terminó y parecía que el partido continuaba. Bahía Basket se fue entregando a medida que Pergamino Básquet respondió y, en un cierre frío, casi sin resistencia, el equipo local perdió 99 a 91.

Fue el primero de cinco consecutivos que tendrá en el Dow Center. El próximo será el martes, ante Racing (Chivilcoy).

Los cuartos: 29-23, 57-51 y 74-74.

Fue de más a menos Bahía. La defensa de Novaes sobre el grandote Fuller le cortó el circuito de circulación a la visita, que perdió su faro para jugar de adentro hacia afuera o viceversa. Eso condicionó a Pergamino y potenció la defensa perimetral.

Bahía se hizo fuerte atrás y adelante se apoyó, básicamente, en la buena lectura de Joaquín Sánchez para aprovechar la falta de comunicación visitante, tomar tiros a distancia y atacar 1x1. Así sacó 9 de luz, diferencia que la visita recortó con el positivo ingreso de Andrés Mariani y algunas malas decisiones del local.

Poco a poco el brasileño Novaes fue el faro ofensivo de Bahía, dominó en el poste bajo y el local sacó 10. Claro que eso obligó a la visita a estirar su defensa y se desarticuló, sin poder ocupar todos los espacios.

De todos modos, enfrente respondió con la mano caliente de Lovato (17 puntos en el primer tiempo), quien tiró a distancia y, después, cuando Bahía bajó la intensidad, lo atacó con facilidad: 44-40 promediando el cuarto.

La salida de Novaes se disimuló con un positivo ingreso de Simondi, activo, decidido, que aportó soluciones. Aunque Pergamino insistió, y mejor adelante que atrás, hizo un parcial de 7-0.

No daba descanso la visita y Bahía terminó 6 arriba el primer tiempo, gracias al ritmo que volvió a imprimir sobre el final.

Al regreso del vestuario, el equipo de Julián Pagura clavó dos triples, metió a los dos grandes en forma simultánea y se equilibró. Un parcial de 9-2 le permitió pasar al frente 60-59.

Ya fue otra cosa.

No obstante, Forestier se sacrificó atrás, aguantando en la pintura al grande que le tocara y aportó adelante (11 puntos), aunque no era suficiente para un Bahía que forzó el 1x1 y perdió claridad ofensiva.

Cuando pudo correr el local tuvo la chance de establecer alguna diferencia, aunque le costó concretar y Pergamino respondió, con un equipo que supo leer las ventajas.

El ingreso al último cuarto fue 74-74. Y el triple de Mariani, que estiró a 5 de 6 su casillero individual, contrastó con la sequía del local.

La falta de gol a distancia limitaba a Bahía, que forzaba, sin demasiada claridad. Mientras, Pergamino seguía arriba, tenía paciencia, generaba juego y esperaba la mejor opción.

A esta altura la visita definitivamente se sentía cómoda y con mucha confianza. Jugaba uno contra uno, congestionaba, abría, tiraba y la metía, básicamente con Mariani (6-7 en t3) y Levato (5-9 en t3). Sacó 9 a 4 minutos del final.

Y las dudas invadieron a Bahía, con una defensa que quedaba a mitad de camino muchas veces.

El tiempo se consumió y Bahía casi que perdió sin darse cuenta. Al menos esa imagen dejó.

Informe y fotos: La Nueva.