Liga Argentina · 09 de Octubre de 2020
David Cabezas y su vuelta a la Liga de la mano de Tiro
El pivote bonaerense de 31 años volverá a jugar en la segunda categoría tras ser uno de los confirmados por Tiro Federal de Morteros para la próxima temporada. El anterior antecedente había sido en la 2016/17 vistiendo los colores de La Unión de Colón. Actualidad y seguimiento de un jugador con una amplia trayectoria, protagonista de un arduo trabajo que siempre lo llevó a ser muy rendidor en todas las facetas de juego.
Por Lucas Leiva
Tiro Federal de Morteros ansía comenzar a trabajar en lo que será la temporada 2021 de la Liga Argentina de Básquet, y a lo largo de estos últimos meses de inactividad deportiva se ha abocado a confeccionar un plantel con pretensiones de dar pelea. Renovaciones, contrataciones interesantes, fichajes de lujo y respaldo a los jóvenes de la cantera. Dentro de ese mix se vino manejando el equipo cordobés, que volverá a ser dirigido una vez más por un entrenador conocido de la casa como lo es Gustavo Lucato.
Con el ADN y la filosofía de juego del técnico sunchalense, Tiro armó un plantel ambicioso mezclando jugadores de mucha experiencia y jerarquía con su habitual mix de jóvenes. Dentro del primer grupo se encuentra la destacada presencia de David Cabezas, quien volverá a la tener presencia dentro de la Liga Argentina luego de un par de temporadas y en quien se respaldará mucho del juego interno del equipo morterense.
El pivote de 31 años y 1,98 metros, oriundo de Wilde (Buenos Aires), viene de disputar la última temporada en el Torneo Federal, defendiendo los colores de Club Bell de Bell Ville. Allí promedió un año bastante importante de 14,8 puntos y 6,8 rebotes en 21 presentaciones, y ahora regresará a la segunda división del básquet nacional después de un par de años.
El último paso de Cabezas por la Liga Argentina fue en la 2016/17 de la mano de La Unión de Colón. Sin embargo, su amplia experiencia y trayectoria dictan que el próximo año en Tiro Federal será su séptima temporada en la categoría. Tras iniciarse en un club de rica historia como Lanús, donde comenzó jugando la vieja Liga B, tendría su primera aparición dentro de este nivel en el TNA 07/08 donde con el Granate conseguiría el ascenso a la Liga Nacional, siendo una de las fichas juveniles de aquel equipo comandado por Álvaro Castiñeira.
Tras aquel ascenso, pasaría a formar parte de otro club prestigioso como San Martín de Marcos Juarez, donde se mantuvo durante tres temporadas: 2008/09, 10/11 y 11/12. En el medio, aquella 2009/10, jugaría en la Liga B para Sport Club de Cañada de Gómez, de grande en grande. Sus experiencias luego lo llevarían, en la Liga Argentina, a tener paso por Ciudad de Bragado (2012/13) y su ya mencionada estadía en La Unión de Colón (16/17).
Conocer de varios clubes, muchísimos con dilatada trayectoria basquetbolística, en la tercera categoría registró equipos como Ferro Carril Oeste (2013/14), San Lorenzo de Chivilcoy (2014/15), José Hernández de Capital Federal (2015/16), Belgrano de San Nicolás (también 15/16), Argentino de Pergamino (2017/18) y Santa Paula de Gálvez (2018/19). A todo este gran currículum vale agregar que desde siempre fue un jugador que se mantuvo muy activo, incluso hasta en los recesos donde se encuentran antecedes por Racing e Independiente de Avellaneda, y Estudiantil Porteño.
David fue partícipe del plantel de Lanús que ascendió del TNA a la Liga en el 2008.
Enfocándose en lo que se vendrá a partir de los próximos meses con su presencia en Tiro Federal y a la espera de armar sus valijas para ir rumbo a Morteros, David se prestó a un ameno ida y vuelta para conocer un poco su actualidad, sus sensaciones al regresar a la segunda categoría, el último e interesante paso por Bell, y los objetivos planteados para la próxima campaña bajo el mando de Lucato. Jugador con una cabeza muy centrada, humildad y mucho trabajo de fondo, de aquellos que se destacan en la frialdad de los números pero siendo también un gran aporte desde lo intangible, desde esa notoria experiencia, teniendo el sacrificio como bandera y entendiendo que siempre lo colectivo está por encima de lo individual.
- ¿Cómo viniste y venís llevando este periodo un tanto particular e inédito?
. Quizá acá en Buenos Aires no tengo tantas posibilidades de hacer algo pero estimo que en otros lugares están pudiendo entrenar, lo que sea técnico individual, pero también la realidad es que hace más de 150 días que uno está parado por así decirlo. Tengo todos los elementos para trabajar acá en mi casa, pero la espera se viene haciendo larga también. A mi entender este año estamos aprendiendo a adaptarnos a algo que en realidad no nos pasó nunca en la vida, ni a vos, ni a mí, ni a mis viejos, ni a ningún jugador de básquet, ni a ninguna persona tenga el trabajo que tenga. Creo que es un contexto especial.
- Venís de jugar en Bell pero volvés a la categoría después de un par de años. ¿La última vez acá fue en La Unión de Colón cierto?
. Sí, el último año que había jugado Liga Argentina fue en La Unión de Colón en la 2016/17. Ese año me había ido bien individualmente pero colectivamente no había pasado lo mismo. A decir verdad, una realidad que siempre sostuve, es que los buenos equipos del Torneo Federal como el que teníamos nosotros el año pasado en Bell no tienen nada que envidiarle a un equipo TNA promedio. Siempre hay equipos de la Liga Argentina que se arman muy bien y otros que obviamente se arman con menor presupuesto. Me parecía que no había tanta diferencia, y más el año pasado que me sentí muy bien jugando. A mí siempre me gustó ir a un club para competir, para jugar por algo porque no me gusta el hecho de estar en equipos que a priori no se armen con pretensiones altas más allá de que después el correr de la temporada te va llevando por uno u otro camino.
- Respecto a tu llegada a Tiro, venís de fichar hace ya unas semanas. ¿Ya planificaron algo desde el club con vos o cómo está esa situación y sujeta a qué?
. En teoría tenemos fecha para arrancar la primera semana de noviembre, pero nos tendrían que avisar bien para ultimar detalles así que no sé muy bien que sucederá. Estimo que en Morteros está todo bien, sabía que algunos chicos estaban entrenando pero no investigué mucho más. Los primeros días que hablé con Gustavo me dijo que estaban terminando de cerrar un par de cosas del equipo, antes de que se cierre de terminar hace unas semanas con lo de Banegas, y ya después nos iban a empezar a dar más detalles para saber cuándo debíamos viajar, pero preparándonos para entonces.
- ¿Qué te llevó a decidirte por la propuesta de Tiro? ¿Cómo lo ves parado al equipo dentro de lo que se viene sabiendo en general del torneo?
. Sinceramente me sedujo mucho la propuesta de Tiro Federal. A mí me gusta competir y creo que este año la zona donde vamos a estar nosotros se ha armado con equipos muy buenos como Ameghino, San Isidro, Unión de Santa Fe y demás, con nosotros incluidos. A esto hay que sumar a Lucato, que está hace varios años que está ahí en el club. Hace un tiempo que ya intentó ficharme y por motivos personales o ciertas circunstancias nunca se terminó dando hasta ahora. Este año puse un montón de cosas en la balanza, me hablaron muy bien de Gustavo y del club, hacía dos años que el club venía armando equipos un poco más modestos de presupuesto y con otro enfoque y en la charla que tuvimos me comentaron que esta temporada iban a armar otro tipo de plantel. Obviamente que después todo eso va sujeto a la química y al grupo para ver cómo se va desarrollando todo, pero ya desde el vamos es otra cosa. Me sedujo la idea, creo que se armó un buen plantel y ahora esperando a que pueda arrancar todo esto porque ya todos extrañamos no solo el laburo sino lo que nos gusta hacer que es jugar al básquet.
Jugó tres temporadas de Liga Argentina en San Martín de Marcos Juarez.
- Viendo un poco números y esa progresión estadística, se entiende que venís de un año bastante interesante y esta puede aparecer como una posibilidad para asentarte más aún. ¿Dónde encontrás un poquito la clave, quizá más en general, para que uno pueda sostenerse?
. Mirá, obviamente que los números te ayudan sí, porque no es lo mismo promediar 15-20 puntos que 3-4, pero yo soy partidario de que los logros colectivos están por encima de lo que puedas hacer individualmente. Si vos me lo preguntás a mí, por mi corta o larga experiencia, con el correr de los años aprendí que contra mejor resultado que obtengas como equipo al otro año obviamente mejor te vas a valorizar en el mercado, respondiendo un poco a tu pregunta.
- Y acá es clave el lugar al que vas. Bell ayer, ahora será Tiro...
. Seguro. A mí me pasó el año pasado por ejemplo que estuve en un muy buen equipo, en un muy buen club, con un muy buen entrenador y muy buenos compañeros. Siempre me comporté profesionalmente y soy un jugador al que le gusta mucho entrenar, pero más allá de eso la realidad es que les debo mucho a ellos, y se lo dije tanto a Pujol (NdR: Ariel Pujol, DT de Bell) como a todos mis compañeros, porque me parece que todo depende del contexto en el cual estás. Para nosotros los jugadores lo clave es que viajemos bien, estemos al día y que sea buena la alimentación... si el club se ocupa de eso ya vos después como jugador en lo único que tenés que estar mentalizado es en entrenar, jugar, rendir y cada día ser mejor. Si vos estás en un lugar donde te sentís y te hacen sentir cómodo, si en toda esa parte que te decía estás cubierto como sucedió desde en mi paso por ejemplo por el Club Bell el último año, después ya depende todo depende de vos. Depende de vos, de los jugadores, del grupo, de la química y de cómo se va dando la temporada en la parte deportiva.
La última temporada la jugó en el Club Bell, del Torneo Federal, dejando una interesante huella.
- Dentro de esa química se entiende que te sentiste muy cómodo en Bell.
. Sin dudas que es así. Es difícil terminar una temporada yéndote de un equipo siendo amigos de todos, siempre podés llevarte más o menos con uno u otro, o te llevás un par de muy buenas relaciones y quizá las otras no son tan así. Y el año pasado en Bell se dio esto de irme llevándome excelente con todos. Se dieron algunas cosas como por ejemplo volver a jugar con (Facundo) Toia con quien ya habíamos juntos, con (Gastón) Sieiro que también había jugado conmigo antes... y después entre ellos tenían eso de conocerse entre todos. Por ahí una particularidad de los equipos de Córdoba es que siempre tienen muchos jugadores cordobeses, de su propia provincia, son muy especiales en ese sentido y por eso Córdoba es un lugar que me gusta mucho siendo esta próxima temporada mi quinto año jugando con equipos de Córdoba pasando por Marcos Juarez, Bell Ville y ahora Morteros. Como te decía, el año pasado en Bell terminamos siendo todos amigos, hasta el día de hoy nos hablamos, hinchamos un poco por Whatsapp... y creo que eso es clave. No sé si al punto de que todos deban llegar a ser amigos, pero pensá que este es un laburo en el cual a tus compañeros los ves todos los días, 4-5 horas por día, entonces a mi entender llevarse bien hace que el trabajo sea mucho más efectivo desde ese lado. El ambiente del básquet en general es muy sano, y además es un ambiente en el cual nos conocemos todos, y la verdad es que estoy muy contento de esta oportunidad de llegar a Morteros.
- ¿Objetivos?
. Tratar de aprovechar la oportunidad obviamente desde el lado colectivo como te decía, y que después, siempre desde ese lado de priorizar y poner en primer lugar al equipo, que en definitiva termine siendo un año beneficioso para cada uno de nosotros. Los objetivos ahora están centrados únicamente en volver a entrenar, por una necesidad que tenemos como jugadores, más allá un deseo. Todo está enfocado ahí. Siempre uno quiere jugar lo más arriba posible y seguir mejorando, eso es obvio, pero a mí ya me pondría contento el simple hecho de tener y saber una fecha para arrancar a entrenar, después lo que venga durante el año lo conseguiremos. Hoy por hoy, con toda esta situación que venimos pasando, con arrancar el torneo ya estaríamos todos contentos.
- Vos arrancaste en Lanús, y aunque tu primera experiencia en Liga Argentina fue en el 2007, ya venías de antes en el club y habías debutado un par de años previos.
. Sí, yo fui jugador de Lanús desde 2004. A mí me pasó que arranqué a jugar al básquet ya de grande, siendo segundo año de cadete, a esa edad. Debuté con Javier Maretto en la vieja Liga B, que sería ese mismo año que arranqué a jugar, en el 2004. Me acuerdo que viajaba con el plantel cada vez que podía porque estaba en la escuela. Ese año ya jugué. Creo que fue el anteúltimo año de Maretto en el equipo, después estuvo un año Marcelo Schvindtt donde me tocaba jugar algunos partidos, y después al otro año el club compro plaza, donde se dio la llegada de Álvaro Castiñeira y con el cual empecé a formar al 100% parte del plantel.
- Esa fue la campaña del ascenso, donde por ejemplo compartías equipo con Lapro.
. Exactamente, ese mismo año se ascendió del TNA a la Liga Nacional, con Nico Laprovittola, Julián Olmedo, Portillo, Chaine, Pablo Rizzo... tal cual, ese mismo equipo.
En un histórico de nuestra Liga Nacional como lo es Ferro, club al que defendió en la 2013/14.
- Si bien todavía sos joven porque tenés 31, ahora te debe estar pasando de a poco esa transición de sentarte a aconsejar o ejemplificar a los más chicos, de ser más la voz de experiencia para los pibes que recién arrancan. Seguro en su entonces te pasó a vos con aquel Lanús pero a la inversa, y hoy lo empezás a vivir desde el otro lado.
. Sí, gracias a Dios siempre tuve muy buenos compañeros, y como decís, quizá ahora salvando las distancias lo que siento es que han cambiado mucho las cosas. Hoy por hoy los juveniles tienen una chance que por ahí nosotros en nuestra época no la teníamos, y por eso la tienen que aprovechar. Había que ser realmente muy bueno para tener opciones de jugar, y hoy los chicos deben aprovechar que hay más posibilidades. Me acuerdo que en ese plantel del ascenso del TNA los juveniles éramos Nico Laprovittola y yo, y Nico ya era un monstruo, la rompió y tenía 20-25 minutos... ya sabemos donde está hoy... y por ahí a mí algunos partidos me tocaba jugar. Recuerdo tener de compañero a Pablo Rizzo que para mí fue un monstruo, la forma en la que nos trataba a los juveniles y nos hacía parte del equipo... pasa que antes los mayores eran más complicados (risas), pero tipos como Pablo o Iván Najnudel por ejemplo eran unos fenómenos y nos trataban excelente. Hoy por hoy, si vos me preguntas por una enseñanza que tuve de ellos, es esa misma. Hoy veo a los chicos y me parece que está bárbaro que puedan jugar, incluso hasta por un tema de fichas la verdad es que necesitás de los más chicos. Antes quizá era el juvenil que entraba, te defendía y metía algunos minutitos... hoy los más jóvenes toman muchísimo protagonismo y a mí me gusta verlos, disfruto mucho verlos jugar. A mí en su momento me pasaba que por ahí me iba triste o caliente a casa por no jugar, cosas de la edad también. Me gustaba poder jugar, o que los mayores me traten bien, cosas que uno quería que pasaran. Ahora que estoy un poquitito más grande trato de ser de esa forma con los más chicos, desde el lado que me toca hoy. Básicamente uno aprende de todo, y me parece que lo positivo es que cada uno esté contento y cómodo, de esa forma se termina sacando lo mejor de cada jugador.
- De ahí a Marcos Juarez...
. Me voy a Marcos Juarez siendo todavía jugador de Lanús, porque de hecho siempre que volvía en los recesos jugaba para Lanús. Ese año volví a Marcos Juarez porque ya tenía todo acordado para volver, pero después por decisión del entrenador unos días antes de arrancar el torneo se me dio de baja. Ahí terminé cerrando en Sport de Cañada de Gómez, otro club fantástico. Tuve la fortuna de jugar en muchos clubes míticos del básquet de Argentina, como Ferro también. Después de eso me fui a Marcos Juarez de vuelta, y después ya seguí mi carrera por otros tantos clubes. Estoy muy contento con la carrera que hice hasta hoy. Ahora estamos con la cabeza puesta en el objetivo de volver a entrenar lo más rápido posible.
- ¿Ansiedad?
. No sé si tanto ansiedad, creo que son ganas más que nada. Creo que, más allá de que cada uno ya está algo cansado de esta situación que vivimos, es volver a hacer lo que a uno tanto le gusta, lo que uno disfruta hacer. El otro día hablaba con Martín (Budding), y le comentaba que yo acá en mi casa tengo todos los elementos para entrenar, pero llega un punto también donde la cabeza se te va agotando ante la incertidumbre. Por suerte de a poco todo se va definiendo más, va tomando color y se va aclarando el panorama para ver cuándo nos ponemos en marcha. Los otros días hablaba con Dani Boratto, PF amigo que está en Lanús, y me decía que lo que había que hacer era llegar bien a la pretemporada, que para eso justamente está esa parte de la preparación. La idea es no llegar en un mal estado a la pretemporada, sabiendo que justamente a partir de ahí se da un trabajo de preparación de dos meses duros de trabajo para que uno pueda llegar bien. Desde ese lado siempre fui y soy muy cuidadoso, en las comidas, en los descansos, manteniéndome físicamente, y más que nada con eso. Tratando de llegar lo mejor posible para después ajustar todo el resto, tanto físico como táctico, justamente en la pretemporada que ojalá ya la podamos iniciar los primeros días de noviembre.