Luego de su paso por Riachuelo de La Rioja, donde compitió en la Liga Nacional, Bichara ahora busca consolidarse en un escenario diferente, pero con la misma ambición: crecer como jugador y dejar una marca en el equipo de su ciudad natal.

 

El regreso no ha sido solo un cambio deportivo, sino también personal. "Es muy lindo jugar en Tucumán, con la familia y los amigos presentes", comenta Matías, con una mezcla de entusiasmo y responsabilidad. Para él, volver a casa implica mucho más que reencontrarse con los suyos. Es un desafío que toma con seriedad, sabiendo que está ante una gran oportunidad para evolucionar tanto en lo individual como en lo colectivo.

 

El joven jugador no dudó cuando "La Cebra" le ofreció la chance de sumarse al plantel. La propuesta lo sedujo desde el primer momento. "Es una linda oportunidad para jugar en una categoría que me puede servir en lo individual", confiesa. Y es que Matías sabe que La Liga Argentina es el espacio ideal para pulir su juego, en un entorno competitivo que exige intensidad y versatilidad. Además, la idea de que Tucumán tenga un representante en esta categoría le agrega un plus emocional. "Es muy bueno que Estudiantes pueda jugar Liga Argentina y haya un representante tucumano", asegura.

 

 

Desde su incorporación, Bichara ha encontrado un grupo de compañeros que, como él, están en pleno proceso de crecimiento. El equipo se está formando, buscando la química necesaria para competir al más alto nivel, y Matías destaca el trabajo diario y la mejora constante que ha visto en estos días de preparación. "Nos vamos conociendo más y eso está muy bueno", señala, aludiendo a la importancia del entendimiento entre los jugadores para plasmar en la cancha la visión de su entrenador, Martín De Zan. "Vamos entendiendo la idea de Martín, y eso nos va haciendo mejores como equipo", reflexiona optimista de cara al inicio de la temporada.

 

A medida que se acerca el debut, previsto para el 18 de octubre, la ansiedad y la emoción comienzan a mezclarse. El equipo de Estudiantes, con su juventud y energía, se prepara para una competencia dura, pero con la confianza de que podrán plantarse ante cualquier rival. "Somos un equipo que tendrá mucha intensidad, energía y carácter", asegura Matías, describiendo la esencia de un plantel que buscará ser competitivo desde el primer partido.

 

El regreso de Matías Bichara a Tucumán marca una etapa de maduración en su carrera. Atrás quedaron los días de promesa; ahora, con mayor experiencia y compromiso, su objetivo es claro: ser una pieza fundamental en el proyecto de Estudiantes y representar con orgullo a su provincia. El desafío está en marcha, y él está listo para asumirlo.

 

Informe y fotos: Prensa Estudiantes de Tucumán