Liga Argentina · 01 de Octubre de 2020
“Me siento más maduro de la cabeza”
El marplatense Pablo Alderete, que renovó su vínculo con Gimnasia de La Plata para la próxima temporada, habló de su crecimiento personal, su proceso de maduración y adaptación desde el juego y lo mental, su continuidad en el Lobo y sobre cómo espera el arranque de los entrenamientos.
Por Lucas Leiva
Durante estos últimos días, desde Gimnasia de La Plata comenzaron a confeccionar el armado de su plantel de cara a la temporada 2021 de la Liga Argentina de Básquet. Y tras asegurar la continuidad de su cuerpo técnico, encabezado por el entrenador Mauro Tartaglia y su asistente Juan Manuel Budiño, la primero en la agenda del club fue asegurarse también la renovación de un par de piezas claves.
En este segundo punto, uno de los pilares de la 2019/20 en el Lobo fue la presencia de Pablo Alderete. El ala pivote marplatense tuvo un salto de calidad sobresaliente, plasmando un año que desde lo personal fue importantísimo y que a su vez ayudó a que lo colectivo tenga un funcionamiento brillante. Fue uno de los mejores exponentes, no solo de Gimnasia sino también de toda la campaña de la Liga, y esto se tradujo en el desequilibrio que tuvo cada noche que le tocó salir a la cancha.
Alderete fue el mejor exponente del elenco tripero con una media de 16,9 puntos, 6,6 rebotes, 1,6 asistencias, 1,2 recuperos, 31,9 minutos por partido un global de 18,5 de valoración. Numeros que lo colocaron como el 9° máximo anotador de la temporada, fundamental a la hora de atacar el cesto y siendo de lo más regular del equipo platense junto a otras figuras como Joaquín Ríos (que firmó en Atenas de Córdoba), Nico Gianella o Ezequiel Dentis.
Sin duda alguna, Alderete necesitaba un año tan sólido como el que tuvo en esta última temporada en Gimnasia. Desde lo estadístico fue su mejor campaña, pero la realidad es que tras un ciclo de tres años en Parque Sur (desde la 2016/17 hasta la 2018/19 inclusive) el desafío de probarse en Gimnasia y sostener esa regularidad e incluso mejorarla siempre estuvieron. Cumplió con creces, y ahora va por mucho más pensando en el 2021.
Su progreso es notable, y en lo numérico puede resumirse a continuación. El primer año del marplatense dentro de la categoría fue en la 2013/14, vistiendo los colores de San Martín de Corrientes (3,9 puntos y 1,4 rebotes); luego pasaría por Tiro Federal de Morteros en la 14/15 donde mostró subir un escalón (6,7 puntos y 3,4 rebotes); otro salto más al llegar a Ciclista de Junín en la 15/16 (14,0 puntos y 6,8 rebotes); y luego las tres temporadas en el Sureño (14,3 y 7,1 en la temporada 16/17; 15,5 y 6,0 en la 17/18; y 10,7 más 4,3 en la 18/19).
¿Liga Nacional? Sí, por supuesto, más en sus inicios, cuando en la 2012/13 debutó en la elite con Peñarol de Mar del Plata para luego pasar a jugar la 2014/15 con Argentino de Junín. El registro no es grande, pero sin dudas todo este tiempo de maduración, crecimiento y desarrollo en la segunda categoría lo han catapultado como una de las figuras de la Liga Argentina y la vuelta a la máxima competición en un futuro es una posibilidad latente.
Hoy, en tiempos de aislamiento y aguardando lo que será la próxima temporada de la Liga Argentina, Alderete pasa este periodo en su Mar del Plata natal junto a su familia. Mientras cerró su continuidad en el Lobo se refirió a cómo atraviesa estos tiempos de pandemia, cómo se ha acomodado desde lo deportivo a esta realidad que se vive en los últimos meses, su renovación en el equipo de Tartaglia y el crecimiento que lo ha catapultado a ser uno de los jugadores más destacados de la categoría dentro de las recientes y ya mencionadas temporadas.
- ¿Cómo venís atravesando el aislamiento respecto a los cuidados, la forma de entrenarte y la espera por pisar de nuevo una cancha de básquet? Pasaron varios meses, pero el panorama se va aclarando más.
. La verdad es que todo esto a veces lo relaciono con el último año en Parque, donde estuve 6-7 meses sin jugar creo, y habrán sido 5 meses sin entrenar casi como ahora, solamente que ahora va para un poco más largo. Realmente noto un cambio muy grande. En aquel momento no me cuidé nunca, no tuve un plan de comida, alimentación, ni nada de eso. En cambio hoy en día sí, ya con la nutricionista del club que siempre se portó muy bien conmigo metimos un par de planes de alimentación para mantenernos, aprendimos a comer bien. Está casi imposible hacer ejercicio acá en Mar del Plata... tratamos de hacer algo con unos amigos y ahora un poco los gimnasios se están revelando y empezaron a abrir, porque sino no tendríamos nada. Está un poco complicado y hoy en día necesitás un aro sí o sí, podés hacer un poco de físico pero si no la metés en el aro está difícil. Pero la llevamos bien día a día, no me molesta mucho estar en mi casa pero sí se extraña mucho la rutina diaria, esa vida de deportista a la que estamos acostumbrados.
- En el medio de todo esto, renovás con Gimnasia. Contame sobre cómo llegaste a arreglar la continuidad.
. Tenía muchas ganas de jugar Liga Nacional. Sentí que era un momento clave para mí, sabiendo que varios jugadores iban a irse. Como no hubo ningún llamado, entonces la opción como prioridad siempre la iba a tener Gimnasia porque la verdad estaba cómodo, tranquilo, me sentía cómodo en los entrenamientos, con el cuerpo técnico, con la dirigencia...
- Esa comodidad creo que siempre es fundamental para que uno tenga la convicción de querer seguir.
. Y seguro, eso hoy en día es clave, tanto para el día a día como para todo el campeonato. Creo que eso fue una clave para pegar el salto en diciembre después de perder tantos partidos seguidos y de la nada ganar tantos otros... creo que una de las claves fue eso, la comodidad, la tranquilidad y la libertad que se dio en el club. Por eso Gimnasia me gustó desde un principio y por eso fue una de las prioridades para el TNA.
- En los últimas temporadas venís teniendo un ascenso en cuanto a rendimiento, desde el juego y también en lo estadístico. ¿Qué pasó en el medio de todo este proceso con ese salto de calidad y el poder sostenerlo en estos años?
. Yo creo que una maduración, un crecimiento y una adaptación. Me parece que es más una adaptación, me siento más maduro de la cabeza. En los primeros años sentís que sos uno más dentro de la cancha, pero con el paso del tiempo pasas a sentirte alguien, ya te empiezan a respetar tanto los jugadores como el arbitraje. Como se puede ver soy un pivote enano (risas), así que tuve que adaptarme a todo, a la altura, a la falta de atletismo... pero todo eso lo compensamos con entrenamiento de movilidad de piernas, de poste bajo, de tiros rápidos... entonces nos vamos adaptando al juego de hoy. También agregamos el tiro de tres, que es algo que fuimos sumando durante toda mi carrera, primero con el tiro de dos a distancia y después con el tiro de tres. Y bueno, una vez que el tiro de tres empieza a ser respetable se puede penetrar y hacer otro tipo de cosas. Siempre tuve entrenadores que quisieron sacar lo mejor de mí, por eso creo que año a año voy creciendo como jugador.