Un emblema absoluto, que construyó un lazo poderoso con el escudo, y un asesino de redes que halló un espacio ideal para ejecutar sus recursos. Dos eslabones decisivos en la reciente campaña, en esa aventura extremadamente productiva, abrocharon su continuidad en Lanús: Martín Franchino y Joaquín Ríos.

En la articulación del modelo 2024/25, el Granate acordó la permanencia del interno y del alero, que vuelven a trabajar mancomunadamente con Sebastián Saborido. En el caso del capitán significará la séptima temporada al hilo en la institución, un simbología de su sentido de pertenencia. Por su parte, el perimetral se calzará el manto granate por segunda edición de la Liga Argentina.

El rosarino experimentó un rendimiento fructífero, al punto de culminar como el máximo anotador del equipo con 14.5 puntos (36.4% en triples, 3.8 rebotes, 2.5 asistencias y 15.3 de valoración). En tanto que el nacido en Lanús demostró su ascendencia, su energía siempre contagiosa con sus 5.8 puntos, 5.4 rebotes y 8.6 de valoración en 20 minutos.

 

Ya inmiscuidos en los primeros días de la preparación, Franchino ahondó en esa singular relación con el Grana, su lugar en el planeta, ese hábitat en el que vibra alto y analizó: “Jugaría hasta los 80 años en Lanús, me retiraría acá. Tengo tanto sentido de pertenencia que siento que si no juego en Lanús como que no tiene sentido para mi”. 

El potente alero, que destripó redes con sus bombas y sus penetraciones fuertes, también ahondó en la propuesta de extender su vinculación con el club. “La verdad es que estoy muy agradecido al club por volver a confiar en mí. La primera temporada acá nos quedamos con la espina de poder aspirar a más en playoffs y es como una revancha la renovación”, manifestó. Así como ponderó los factores que pesaron en su decisión: “Tuve varias ofertas por suerte, pero el club se portó muy bien con mi lesión en el último partido, me cubrieron todo y eso inclinó mucho el hecho de renovar con Lanús”.

La química, la combinación de elementos, la apropiación de la idea, los rendimientos confluyeron para que el Grana transitara una 2023/24 impresionante, con el número uno en la Fase Regular y el sabor agridulce de frenar su envión en semifinales contra Villa Mitre. Franchino abrió su corazón de par en par y compartió sus sensaciones de la campaña: “Estábamos todos muy ilusionados y se generó algo tremendo, que se basó en nuestro trabajo. Nos topamos con un equipo que fue superior y nos dejó afuera”. A la hora de iluminar una clave de esa serie ante los bahienses, el interno razonó:  “Perder el primer partido en casa fue un golpe del que no nos pudimos recuperar”. Visceral y sincero, Martín reconoció: ”Había pasado un mes y no había vuelto al club todavía. No quería saber nada, tenía una bronca tremenda. Pero bueno, nada, después uno trata de sacar el aprendizaje”.

 

Por su lado, Joaquín también exteriorizó su lectura de la temporada pasada: “Fue sumamente positiva, terminamos primeros en la conferencia cosa que no lo pensábamos. Y después en playoffs nos quedó un sabor amargo, nos dolió terminar así pero dejamos todo hasta el final”.

Con el GPS direccionado en el desafío que se aproxima, el Granate concretó el retorno de un referente absoluto, de un símbolo como Sebastían Chaine, ese pivote que formó parte del ascenso a la Liga Nacional en 2008 y miles de otras batallas con esta camiseta. Franchino se zambulló a analizar esta incorporación y sostuvo: “Me volví loco cuando me enteré. Es volver a jugar con un amigo, que me enseñó muchas cosas”.

Entusiasmado por el regreso del pivote, Martín enumeró sus virtudes: “Seba le da un montón de cosas al equipo que no se ven, en cuanto a la semana, al vestuario, es muy inteligente y me pone muy contento. Además que en el juego es un plus tremendo, viene de jugar Liga Nacional, es un jugadorazo”.

“Me volví loco cuando me enteré que Seba Chaine venía al club. Es volver a jugar con un amigo, que me enseñó muchas cosas"

El norte siempre se orientará a alcanzar la mejor versión, con todo el peso propio de un club protagonista de la escena. Por eso, Ríos explicó: “Tenemos un lindo equipo, con jugadores de la casa, renovaciones o buenos refuerzos. Ahora nos toca conocernos que por suerte tenemos bastante tiempo y ponernos en forma para el torneo que va a ser muy duro”. Y añadió: “La idea es ser competitivos como dijo Seba (Saborido), tratar de superar a la pasada temporada e ir por más siempre”. El rosarino también se refirió a la idiosincrasia del entrenador, a la estructura del estilo y expresó: “Me gusta el juego que maneja, de defender y correr, nos da la libertad de tomar decisiones y dejarnos jugar libre”.

Informe y fotos: Prensa Lanús.