En un juego muy parejo, Libertad no pudo en casa ante San Isidro y fue derrota por 89-87. Los Tigres tuvieron un buen trabajo en ofensiva, pero volvieron a quedar en deuda a la hora de defender.

Que la máxima del juego haya sido de un dígito habla a las claras del parejo juego que se desarrolló en la mañana de sábado en el Hogar de los Tigres. Libertad volvió a mostrar que es un equipo con variantes y que puede lastimar en ofensiva, pero volvió a sufrir casi noventa unidades en su aro.

La máxima fue de San Isidro cuando recién comenzaba el segundo cuarto. Con un triple de Diotto la visita se puso 28 – 19. Pero Libertad, fiel a lo que viene siendo su rendimiento a lo largo de toda la temporada, no se rindió y presentó batalla.

De hecho, más allá de un par de bombas de Suñé y de apariciones de Assum, los Tigres fueron limando esa diferencia. A tal punto que, promediando el tercer cuarto, con una volcada de Nico Quiroga, Libertad se puso 63 – 58 y obligó a pedir minuto a Daniel Beltramo.

Allí San Isidro se paró en zona, Libertad no le encontró la vuelta por un par de minutos y los cordobeses metieron un parcial de 12 – 1, con las figuras de Montero y Romero, para ingresar nuevamente al frente al último cuarto.

El final fue cerrado, parecía que Libertad se lo llevaba a 2’ 30’’ del cierre (85 – 80), pero los “Halcones” mostraron por qué son uno de los animadores de la Conferencia y con un triple de Vittar, a un minuto del final, volvieron a pasar al frente (87 – 88). Luego, en la última, todo el estadio pidió infracción sobre Eydallin pero los jueces no pitaron y Stucky sentenció desde la línea de libres.

 Informe y fotos: Prensa Libertad de Súnchales.