Luego de una jornada libre de entrenamiento por la mañana, charlamos con el técnico de Parque Sur, Damián Gamarra, quien nos contó cómo ve la Liga Argentina, sus comienzos como dt y su visión de ser entrenador.

El entrenador nacido en Banfield hace 38 años tiene un recorrido importante dentro del básquet, habiendo pasado por grandes experiencias a lo largo de su trayectoria.

Comenzó en Firmat donde arrancó su historia con el reconocido Mario Guzmán además de Horacio Seguí, además de tener paso por La Unión de Colón con Santiago Rimoldi y Martín Guastavino, Olímpico de La Banda con Hernán Laginestra y Adrián Capelli, y esta última etapa con Parque Sur, con René Richard hasta llegar esta temporada a ser el entrenador principal.

- ¿Cómo ves este formato de la Liga Argentina?
- Raro, distinto a lo que estamos acostumbrados, pero tiene intenciones de convivir de mejor manera con la situación actual. Hay cosas que salen bien, otras no tanto. Creo que es de análisis constante el éxito del formato, pero lo apoyo y comparto, a pesar de que, como todo, hay cosas por mejorar. Personalmente me resulta cómodo y motivador el hecho de jugar varios partidos en pocos días y luego tener semanas completas para poder entrenar y poder ir sumando cosas al equipo.

- ¿El que no haya descenso es una tranquilidad?
- Sí. Aunque creo que le quita cierta emotividad al torneo para aquellos equipos que están en la parte baja de la tabla. El antiguo TNA fue mutando en varios aspectos. ¡Recuerdo el 2009 con 16 equipos y descensos, con planteles de 8 mayores... era durísimo! Y sin dudas que las presiones mayores, pero la presión se la pone cada uno. Aunque cada equipo y club son realidades y objetivos distintos.

- ¿Al no haber descenso baja la calidad al torneo?
- No considero que el torneo baje su calidad. Haya o no descensos, el torneo presenta equipos con jugadores de experiencia y jerarquía, pero los equipos con gente más joven y menos recorrido en el básquet de mayores también tienen sus virtudes y se motivan al enfrentar a equipos candidatos a pelear arriba, con lo cual creo que el nivel en líneas generales es bueno. Ganar un partido es sumamente difícil para todos los equipos.

- ¿Qué me podés contar de tus comienzos y tu carrera como entrenador?
- ​Por suerte me tocó trabajar con varios entrenadores, muchos de ellos muy buenos y con mucho camino recorrido y experiencia. De todos he sacado algo, desde cosas que utilizo hoy y cosas las cuales por gusto personales no haría. Fue un gran aprendizaje ser asistente de los entrenadores que me tocó. Mario Guzmán fue con el primero que trabajé, el primero que confió en mí y me llevó a Firmat, un placer trabajar con un histórico de la Liga Nacional. En Firmat tuve la posibilidad de trabajar con Horacio Seguí, otro histórico de la Liga, Hugo Miraglia, en La Unión de Colón con Tato Rimoldi y luego con Martín Guastavino; en Olímpico La Banda con Hernán Laginestra, quién confió en mi para ser su asistente, y después con Adrián Capelli. En Parque Sur laburé con René Richard, en Buenos Aires en diferentes clubes y selecciones por ejemplo con Gustavo Cullinam, con Gregorio Martinez en Unión Florida. No puedo no nombrar y dejar de recordar mis orígenes, ya que el primero que me dio la posibilidad de tener responsabilidades y ser monitor fue Gastón Zaplara, un gran entrenador y amigo de Buenos Aires; Roberto Pungitore en Juventud Unida de Lavallol, donde se filmó la película Luna de Avellaneda, y en donde jugué desde los 8 a los 20, y ahí también lo tuve al papa de Lucas Ortiz, a Charly Ortiz. Marcelo Bak fue otro de los que debo estar agradecido y quienes estuvieron en el principio de mi carrera. Agradezco a Juan Marco Kass Facundo Muria, Guillermo Saldaña, y ahora junto a Iván Paolazzi con quien estamos transitando este camino juntos.

Informe: Prensa Parque Sur