El equipo se hizo fuerte de local en un juego durísimo, áspero, peleado y parejo. Lo consiguió ante un buen rival, que siempre le discutió intensamente la noche y lo obligó en todo momento. En esa construcción de equipo, Parque Sur logró además superar el golpe de la lesión de su capitán Lofrano. No será una victoria más; por todos los condimentos y adversidades que el equipo supo superar con un carácter elogiable.

Taurus Adams fue el goleador de un juego disputado como clásico: 14 puntos. Lo siguieron Perry y Fragozo con 11; Marino 10; Gallardo y Legaria con 8. Uno de los méritos: Parque Sur repartió su goleo. Estudiantes destacó a Banegas con 13 tantos; Pereyra 12 y Yarza con 11; los únicos tres en doble dígito.

Parque Sur y Estudiantes anunciaron desde el inicio que podía ser un partido a definir por detalles y en la última bola. Y lo jugaron así. Por primera vez en el Gigante, el visitante se llevó el primer parcial. Fue 19-25. Estudiantes hizo méritos para esa ventaja. Era mejor en un juego parejo. Los de Concordia jugaron bien, le bajaron el goleo a Adams, defendieron con intensidad y en ataque demostraron que son un equipo que se conoce y sabe a qué juega. Entonces tenía a tres jugadores con 7 puntos: Pereyra, Yarza y Banegas.

El partido no tuvo respiro. Estudiantes tenía mejores porcentajes en sus tiros y la ventaja de 8 puntos al cierre del primer tiempo (el parcial terminó 37-44) las explicaba en su juego. Parque siempre obligó a su rival a dar el máximo y se mantuvo inteligentemente a tiro. Con buenos momentos como equipo, con los extranjeros aportando, con el mejor juego de Lucas Gallardo, bien conducido por Laureano Legaria y con lo que aportaban cada uno; sin figuras sobresalientes. Parque siempre estuvo en partido, pese a la leve superioridad rival y esa luz de diferencia de Estudiantes en el marcador.

El tercer parcial fue lo menos vistoso para el partido tras un hermoso primer tiempo de básquetbol. Estudiantes empezó a sentir el desgaste de su intensidad. Fue uno de los méritos a los que Parque Sur lo llevó. Y en el período más cortado e impreciso, los locales aparecieron para empatarlo en 51 faltando 2 minutos. Primero con Taurus Adams -Estudiantes le tuvo que duplicar la marca toda la noche para bajarle su goleo-; y luego con la gran noche de Gallardo, las apariciones de Marino, lo que manejó Legaria. Hubo un instante dramático para Parque Sur. La lesión de Valentín Lofrano, en un gran momento del capitán, que sintió un fuerte pinchazo en el pie y se tiró en la mitad de la cancha. Sus lágrimas en el banco quebraron ese juego intenso. Parque Sur sacó fuerzas como equipo y con un tremendo carácter lo sacó adelante. Inclusive lo dio vuelta: se fue arriba al cierre del tercero 57 a 55.

Los últimos 10 minutos redondearían un juego que tuvo de todo. De final agónico. Fue un partidazo, prestándose el tablero. Legaria manejó la bola en gran forma. Y cada uno apareció cuando el equipo los necesitó. Franco Fragozo para meter dos bombazos seguidos, CJ Perry para entrar y no fallar dos libres claves, Gallardo, Marino, Pagani, etc. Parque Sur fue un equipo para ganar un partido chivo. Banegas, Yarza, Gauna, Alluchón hicieron lo propio del otro lado. Tanto desgaste quizás haya hecho que ambos fallaran bastante en los minutos decisivos. Estudiantes empezó a errar y Parque Sur a despilfarrar los intentos de bajarle la persiana al juego. Y se definió en la última. Parque Sur lo ganó 72 a 70, lo cerró mejor y el visitante se quedó sin tiempo.

Parque Sur espera a Lanús el sábado en el Gigante y por la lesión de Lofrano. Los resultados y el juego le sonríen. Crece, gana, gusta y ahora le sumó carácter y el superar los obstáculos que el rival y la noche le fueron poniendo. Estudiantes sigue sin ganar en la ruta (cuatro derrotas). Los dos regalaron una hermosa noche de básquetbol, para una estupenda cantidad de público, que sin dudas se fue cantando.

Informe y fotos: Prensa Parque Sur