Impresionante noche, única probablemente, rayana a lo inverosímil en lo referido a la efectividad desde Saturno. Ambos elencos concretaron un concierto de triples, con guarismos descomunales, que no acontecen con asiduidad. Ahí se halla el eje troncal del triunfo de Lanús, con su 53% de lanzamientos lejanos, a pesar que Pergamino asestó una friolera de 15/26 (58%).

Durante largos periodos de la contienda, los dos rivales se devolvieron golpe por golpe con triples, como una réplica calcada. Claro que más allá de la injerencia de estos tiros desde 6.75 metros, el Granate dominó mayoritariamente la escena, de hecho jamás estuvo en desventaja en el tablero.

El equipo de Julián Pagura experimentó una reacción furiosa, con un sprint asombroso en el tercer capítulo, cuando lo arrinconó al dueño de casa y se le acercó a un punto (62-61). Sin embargo, ese instante aciago se erigió en el único de toda la velada en el que Lanús padeció el combate, dado que salió de la paliza de su rival y marcó tendencia rápidamente.

El Grana volvió a ganar en su casa, para hilvanar el segundo triunfo consecutivo y engordar su récord a la suculenta marca de 12-6 (67%), para igualar en el tercer puesto a Hispano Americano. Por su parte, Pergamino articuló la segunda derrota al hilo y quedó con un registro 8-12 (42%), para ubicarse en el décimo segundo peldaño.

En una sana costumbre desde su incorporación a la estructura de Saborido, Jorge Banegas se convirtió en el goleador del ganador con 20 unidades (4/10 en triples), además de 4 asistencias y 3 recuperos. Además del importante aporte de Mauricio Marín Lucero con 16 unidades (4/6 en triples). En el rincón perdedor, la descosió Manu Gómez con 24 tantos (8/8 en tiros de campo y 3/3 en libres), 6 asistencias y 6 rebotes.

El primer cuarto se configuró en una trama mágica de Lanús, que ejecutó un nivel superlativo en ofensiva, con la tremenda efectividad de 8/9 en triples, liderado por Banegas (11). El caudal de ataque del local maniató a Pergamino, que no pudo, ni supo escapar de ese asedio, por eso se clausuró 28-17.

Las desatenciones defensivas de la visita continuaron en el segundo segmento. Al mismo tiempo, la rotación de nombres del local no aminoró el funcionamiento, con un ingreso muy picante de Marín Lucero (7 puntos). El anfitrión manejó rentas de 17 puntos y se retiró al descanso con una sólida ganancia 51-36 (60% en tiros de campo).

Tras las charlas en vestuarios, Lanús estampó la máxima del pleito 55-36, a los 2 minutos. Empero, Pergamino resurgió de las cenizas, se endureció en primera línea defensiva, robó, corrió y encontró un héroe en Ibarra (11) para un parcial impresionante de 25-7, con el que se acercó 62-61, a falta de 4 minutos. Toda la incertidumbre del Granate se disipó con un cierre a toda orquesta, que se graficó en la corrida 16-1 y tranquilizador 78-62 en el cierre.

En el último episodio, el visitante no consiguió revertir la tendencia, como si hubiera agotado el combustible. Manu Gómez tiró del carro (13), pero fue insuficiente para Pergamino. El Granate conservó la calma, en su cuarto de menor goleo (18), pero que le alcanzó para evitar los sobresaltos y culminar con un festejo muy merecido.

SÍNTESIS

Lanús 98: Gago 9, Gorosterrazú 15, Banegas 20, Bledsoe 11, Bruera 8 (Fi); Marín Lucero 16, Britos 6, Franchino 2, Roveres 11, Zielinski 0, Di Muccio 0, Castiarena 0. DT: Sebastián Saborido.

Pergamino Básquet 83: Gómez Manuel 24, Levato 11, Gobetti 0, Ibarra 21, Báez 0 (Fi); Torné 10, García Cano 3, Gómez Marcos 7, González 3, Heck 2, García Facal 0, DT: Julián Pagura.

Parciales: 28-17, 51-36, 78-62.
Estadio: Antonio Rotili.

Informe: Prensa Lanús.
Fotos: Julián Maciel (Prensa Lanús).