"Es un desafío jugar el TNA de nuevo y quiero demostrar que puedo estar a la altura de la categoría", afirmó el alero quien en las últimas dos temporadas disputó el Torneo Federal. En una plantilla totalmente nueva, salvo la renovación de Cedric Blossom, respecto al pasado año, Ferrini aportará su experiencia pero también sabe que la defensa siempre fue su fuerte y desde ahí espera crecer y sumar al equipo.

"El balance de la primera semana obvio que es doloroso", señaló entre risas el ex campeón con Atenas de Córdoba y continuó: "Siempre las pretemporadas son duras pero es la base para hacer un bueno torneo." El jugador de 34 años y 1,94 mts. se manifestó cómodo en su adaptación a Plaza Huincul: "Desde el principio me trataron muy bien, los dirigentes, los compañeros y el cuerpo técnico".

Federico, no es el primer Ferrini que viste la camiseta Naranja, su padre Jorge, de quién además heredó el apodo, jugó en el equipo neuquino a finales de los años ochenta cuando Daniel Jaule comenzaba su historia con el club. En aquellos tiempos, apenas tenía 5 años por lo que no guarda recuerdos de la época. Sólo la referencia de los logros deportivos, lo que dispara a su vez el sentimiento de los hinchas más viejos del club que se ilusionan con que el apellido traiga de nuevo buenos momentos deportivos a Petrolero Argentino. Aquel plantel ganó primero la Liga Norpatagonica y luego se quedó con el Octogonal Final enfrentándose a equipos como Siderca de Campana, Argentinos Juniors y Vélez entre otros. Esa consagración le permitió al equipo neuquino obtener el pase a la vieja Liga B, hoy Liga Argentina.

Por último vale remarcar otro dato pintoresco y no menor: esta temporada Jaule también dirigirá a Jeffrey Merchant, hijo del legendario Edward "Mono" Merchant, con el que compartieron Liga Nacional ya en Pico FC en los años 90. Todo esto señala no sólo la vigencia del coach en el profesionalismo, sino también que las pasiones y el talento a veces se heredan y hasta coinciden en un mismo parquet.

Informe: Prensa Petrolero