Por Lucas Leiva

Platense vive un momento histórico por estas horas. En la gran espera a lo que será el arranque de las Finales de la Liga Argentina que comenzarán este viernes en Vicente López, el Calamar llega a una definición tan buscada como deseada. El club está hace 4 temporadas dentro de la categoría y siempre tuvo papeles destacados en las anteriores campañas, pero esta es la primera vez que llega tan lejos y que se mete en la lucha directa por el título y por el ascenso a la Liga. Sin lugar a dudas, Platense va a la caza de un verdadero sueño.

Hay muchos actores responsables de esta temporada, y uno de los grandes protagonistas de este año de Platense es Felipe Pais. Es verdad que dentro de un equipo con tantas variantes aparecen nombres a seguir como Gastón Essengue, Cedric Blossom, Pablo Bruna, Alejandro Pappalardi o Lucas Goldenberg, pero sin dudas que Pais es ese destacado símbolo en ataque dentro del planteo del Cholo Vázquez.

El escolta uruguayense regresó a Saavedra después de haber estado un año durante la temporada 2016/17, pero en esta oportunidad lo hizo de forma recargada y en la cual parece ser una de sus mejores versiones, mucho más maduro a pesar de que no pasó mucho de que aquella primera campaña en el club y con la solidaridad de siempre. Siempre tuvo un altísimo poder de gol en sus manos, por su capacidad, verticalidad y desempeño.

Pais está promediando un total de 13.0 puntos, 3.5 rebotes y 3.0 asistencias en 27.2 minutos por encuentro, es el tercer máximo anotador del equipo (los pilares ofensivos que lo superan son los extranjeros Essengue y Blossom) y volverá a las canchas este viernes después de recuperarse de un desgarro en el bíceps femoral. La lesión lo tuvo inactivo durante toda la anterior serie de playoffs contra Atenas de Patagones, por lo que el perimetral de 1.85 metros y 29 años (nació el 2 de enero de 1990 en Concepción del Uruguay) está ansioso de que comiencen estas Finales frente a San Isidro.

- Teniendo en cuenta que no estuviste en las finales de conferencia contra Atenas y sabiendo que estamos a horas de comenzar las Finales. ¿Qué sensaciones tenés desde lo personal con varios días sin jugar y ante el importantísimo objetivo que buscarán desde mañana?
- Particularmente es una mezcla de todo. De nervios, de ansiedad, de ganas de salir y comerte todo dentro de la cancha. Más que nada porque es como decís, la final de la zona no pude jugarla por lesión y esa serie ya la viví con muchísima ansiedad, tenía ganas de entrar en todo momento y poder ayudar al equipo en situaciones de si no se daban tal o cual cosa, y no podía. Entonces eran momentos de mucha ansiedad que incluso ahora me inundan. No me quiero perder estas finales por nada del mundo y estoy todo el tiempo con ganas de jugarla ya, no puedo esperar al viernes. Me pasa por todo esto de no jugar la serie anterior, pero sí muy contento y orgulloso de dónde llegamos. La verdad es que de tantos equipos que compiten que nosotros lleguemos a estar acá es increíble, un orgullo bárbaro.

- ¿Y en lo grupal cómo lo viven?
- El equipo está muy bien. El grupo está unido y así fue durante todo el año. Eso fue buenísimo porque ayudó un montón en los momentos en que las cosas no salieron durante los partidos, eso nos supo llevar adelante. Lo grupal estuvo muy bien siempre, y después el club está totalmente revolucionado porque Platense jamás llegó a estar en el lugar donde está hoy, así que ya estamos haciendo historia llegando a estas Finales. Todo el mundo está contento y la gente nos vive aportando cosas. Se siente genial formar parte de esto.

- Hoy hablabas de que muchos equipos pelean por estar acá, y la realidad es que solamente ustedes dos llegaron a este punto. ¿Dónde estuvo el clic que hicieron como equipo y por qué Platense pudo llegar a esta instancia mientras que los demás equipos no?
- La verdad es que la segunda parte del año nuestra fue maravillosa. No arrancamos de la mejor manera la temporada, sino que lo hicimos ganando y perdiendo, no fuimos tan regulares como sí lo hicimos en la segunda parte. Pero siempre tuvimos nuestro Norte, nunca lo perdimos, siempre supimos el objetivo que teníamos y no dejamos de creer en eso. Entrenamos todo el año, mejoramos en el juego, todos tuvieron que hacer cosas diferentes a las que venían haciendo en los clubes que estaban antes. Había que dejar la individualidad de lado. Más allá de que hay partidos en los que las cosas no salen, y ahí es donde quizá la capacidad y la individualidad de cada uno sale en ese momento a flote. Pero dejamos mucho de eso de lado en favor del equipo, pensando en el bien del equipo, tratando de generar un sistema de juego donde todos podamos sear partícipes, sin depender de nadie, para que esos partidos, donde la gente que tiene gol en la mano pueda no estar bien o fina, no seas dependiente como equipo y no pierdas el partido. La filosofía que construimos es que todos sumen y todos seamos parte de eso. Creo que esa fue una de las principales razones por las cuales estamos acá en estas Finales. Y nunca nadie se enojó ni dijo una palabra demás por eso, y eso también es clave. Y otra de las razones por las cuales estamos acá fue la parte defensiva, fuimos durante todo momento el equipo que menos goles recibió y no es nada fácil en una competencia como esta, donde hay tantos jugadores y equipos buenos.

- Sos un jugador top dentro de la categoría, de renombre y con una absoluta jerarquía. Y en este Platense tenés un rol donde sin mutar tanto mantuviste esa explosión anotadora, eso no mermó, y lo hacés dentro de un plantel con mucha capacidad ofensiva más allá de que a nivel equipo se destacan en el costado defensivo.
- Creo que cuando un equipo no depende de alguien en particular y es un cúmulo de jugadores los que hacen cosas como anotar y demás, para la persona que tiene gol en la mano se hace mucho más fácil anotar. Hay veces que en X equipos o demás el equipo depende únicamente del anotar y entonces las defensas se cierran en él y no dejan anotarlo, entonces se le hace complicado marcar tanto a él como a todo el equipo. En nuestro caso nosotros tenemos a la mayoría de los jugadores que pueden anotar y hacer goles, de hecho en los últimos partidos Lucas (Goldenberg) metió 20 puntos y Gastón (Essengue) metió 32 creo, y eso quiere decir que no dependemos de nadie para hacer esa tarea, sino que dependemos de todos. Y eso está bueno porque a mí me permite más hacer lo que me gusta. De todos modos no es lo que busco ser goleador del equipo, sino que son consecuencias del juego que se dan y justo se medio a mí.

Fotografías: Gentileza Prensa Platense Básquetbol