Inicio de partido enérgico para ambos lados en defensa y haciendo de la pintura la zona para anotar de ambos equipos en donde se destacaron las participaciones de Matías Núñez y Rafael Rosende en el conjunto de Avellaneda, mientras que, José Peralta hizo lo propio en el conjunto de Chivilcoy. Con cinco puntos consecutivos de Rosende, el elenco local pasó al frente por 10 (22-12) para finalizar el primer cuarto.
Cuando las conexiones de Pedro Disalvo y Núñez estiraron la ventaja a 12, las buenas acciones de Peralta a distancia más los aportes desde la banca de Tomás Allende, volvieron a poner a la visita, abajo por 6 (24-18). Con las apariciones de los hermanos Silva, la Academia de Avellaneda trató de mantener la diferencia pero se veía contrarrestado con las faltas en defensa que terminaron en libres de Federico De Miguel y Luciano Ortiz. Sin embargo, una bomba de Disalvo y otra de Matías Fernández, volvió a establecer la máxima de 13 (37-24). Allende y De Miguel hicieron un trabajo de hormiga, sacando faltas o encontrando opciones de tiro, así lograron volver a meter a los suyos en juego y con un triple de Assum se pusieron a dos (42-40) con lo que se fueron al entretiempo.
La segunda parte comenzó con muchas impresiones de ambos lados por buenas defensas que obligaron la pérdida de posesión o malos tiros. La Academia de Avellaneda encontró en manos de Luciano Silva los triples para despegar nuevamente en el marcador, que a mitad del cuarto, favorecía al dueño de casa por 52-43 y pedido de minuto en el banco rival. Cuando parecía que con la salida de la charla técnica y el doble de Assum, la Academia de Chivilcoy volvía a meterse en juego, un sprint anotador de los internos Núñez-Rosende y las apariciones de Luciano Silva, le dieron la máxima de 14 (59-45). El juego de Peralta en la pintura y la puntería de Ortiz fueron vitales para bajar de a poco el tanteador pero, con un doble en el cierre de Núñez, el conjunto de Avellaneda cerró el cuarto a su favor por 66-58.
El telón final comenzó con un parcial de 11-2 favorable para el visitante, fundamentamente en manos de Ortíz y acompañado por Peralta, que le permitió volver a ponerse iguales en 71 con poco más de medio cuarto por jugar. El buen momento del Racing chivilcoyano se extendió, supo aprovechar la salida de Disalvo por cinco faltas, y Ortiz con muñeca calibrada puso a los suyos arriba por uno 78-77, por primera vez en el encuentro. Cuando la visita tomó una diferencia de cuatro (82-78), le llegó la mala noticia de que Ortíz quedó excluido por cinco faltas, sin embargo, supo cerrar mejor el encuentro y se llevó la victoria por 86-78, barriendo de serie 3-0 para pasar a la final.
Informe y fotos: Prensa Racing Club de Avellaneda
