Burbuja de ensueño para Lanús: cerró con otra victoria
El Granate culminó su paso por la Comarca con un sólido triunfo 69-58 ante Rivadavia de Mendoza. Cuatro nombres en doble dígito.
Esa travesía por las tierras sureñas implicaba una oportunidad, un desafío magno para ratificar su evolución. La atmósfera patagónica estimuló a Lanús, que arribó al final de su tránsito por la sede de Viedma-Patagones con un saldo altamente positivo de cuatro alegrías y una caída.
En su última parada, el Granate dominó a Rivadavia de Mendoza desde el salto inicial, supo manejar sus vaivenes y controló al oponente para sellar la clara victoria 69-58. Así alimentó su récord a 8-8 para escalar al sexto puesto de la Conferencia Sur.
El elenco mendocino acumuló su quinta derrota en la burbuja, para hilvanar el sexto traspié en fila y continúa en el fondo del escalafón con el magro 4-12. Claro que las ausencias de Ezequiel Martínez y Fabrizio Cosolito lo perjudicaron y se erigieron en un factor complejo de sobrellevar.
Dentro de una labor colectiva interesante, Lanús disfrutó de cuatro titulares en doble dígito, dentro de los que se destacaron Justin Everett con 14 puntos y 13 rebotes, además de Lucas Pérez con 10 unidades y 9 asistencias. En el rincón perdedor sobresalió Agustín Más Delfino con 16 tantos y 8 recobres.
El pleito comenzó con una supremacía del Granate, que salió agresivo, decidido para presionar y correr, así como halló a Everett (6) como fuente de alimentación para escapar 10-2, a los 3 minutos. Paulatinamente, el Naranja ajustó su andar y achicó la renta con Costa (7) como líder, aunque no pudo evitar cerrar abajo 22-16.
En el segundo capítulo, el elenco de Leo Costa disimuló la falta de fluidez con una contención sólida en su campo. Aparecieron algunas bombas (2/6) y aprovechó la baja capacidad ofensiva del rival para marcar la máxima 34-24 con 4:30 en el reloj. Rivadavia reaccionó y plasmó un pasaje 6-1, con las soluciones de Francese (6) y se retiró al entretiempo en desventaja 35-30.
Tras el descanso largo, Lanús saltó con una energía vigorizada, apagó al rival con una zona 2-3 y empezó a lastimar a campo abierto para vivir un tramo de lucidez impresionante 17-4 y acaparar una máxima de 52-34, con 2:30 por jugar. Luego del aturdimiento, el equipo de Mendoza ejecutó una remontada furiosa con un parcial 9-0, motorizado en Más Delfino (7) y volvió a estar vivo 52-43.
A pesar de las pérdidas (19), el Grana continuó enfocado en el último episodio. Lucas Pérez (5) manejó los tiempos, al unísono que el entramado colectivo se mantuvo activo para ahogar cada reacción de Rivadavia. El Naranja intentó, pero chocó con su exiguo ataque y Lanús transitó decidido a la victoria 69-58.
Informe: Prensa Lanús.
Foto: Marcos Aramburu-Prensa Deportivo Viedma.