La edición 2020/21 de la Liga Argentina significó un verdadero hito para Villa Mitre, con la concreción de una campaña asombrosa, repleta de alegrías y ratificación de una planificación y coherencia, que se coronó con el acceso a la anhelada serie final por el título. El Tricolor le plantó batalla a Unión de Santa Fe y aunque terminó con derrota 3-1 en la llave, el orgullo explotó en Bahía Blanca.

Atentos a la enorme producción del equipo, la dirigencia ejecutó la renovación del entrenador Lisandro De Tomasi, así como de las cinco fichas mayores que arrastran varias temporadas defendiendo la casaca de los Guerreros. En un accionar que corrobora el espíritu reinante en la institución, que se vincula con una apuesta a largo plazo y con cimientos sólidos.

Además del entrenador, el capitán José Gutiérrez y un hijo de la casa como Javier Bollo, fueron los primeros en arreglar. Luego lo hicieron Federico Harina, Ramiro Heinrich y Franco Amigo. De esta manera, Villa Mitre confirmaba su quinteto pero con la falta de la sexta ficha mayor. Para esa plaza, Villa Mitre eligió a un comprobadísimo profesional como Jamaal Levy, ex Bahía Basket (seis temporadas) y Deportivo Viedma, entre otros equipos en donde jugó el panameño durante su carrera en Argentina.

En cuanto a los U23, el Tricolor cerró el contrato con Franco Pallotti, base de 21 años que viene de jugar la Liga Argentina en la Conferencia Norte con Sportivo América. Antes, disputó el TNA con Olimpo y tuvo un paso por Ferro de Puerto Madryn.

El equipo bahiense afina detalles en esta pretemporada para volver a saltar al parquet con toda su identidad, ese sello de juego colectivo, solidario, con enorme sentido de pertenencia y un conocimiento de sus elementos que lo convierten en un modelo a seguir.