Quilmes se dio el gusto. Tras ceder en el Polideportivo los cinco partidos de esta segunda fase, este martes pudo festejar en casa y bajó al encumbrado Zárate Básket con un 76-71 asegurado en los pasajes finales con una monumental producción de Alex Negrete y una oportuna mejoría defensiva en el cuarto final. Mañana volverá a jugar por esta Liga Argentina de Básquetbol y recibirá a Estudiantes de Concordia.

Quilmes, que empezó el partido con mal pie, lo fue encarrilando el primer tiempo con voluntad, mucha defensa y dos apariciones individuales importantes. No habían pasado veintinueve segundos que Agustín Jara tuvo que irse al banco con una torcedura de tobillo. Una mala noticia para un equipo al que le cuesta mucho atacar, aunque más tarde el chaqueño logró jugar algunos minutos.

Sin embargo, enseguida el elenco local pudo volver de una desventaja de 4-9 en los primeros compases. Con la novedad de la entrada del pibe Nally por Catelotti en el quinteto inicial, la defensa local volvió a ser sólida, sobre todo en posiciones interiores. Gracias a ella, y también a causa de una ráfaga positiva de Negrete, Quilmes logró emparejar desarrollo y marcador.

Repartiendo mejor el gol, Zárate Básket llegó al descanso con una escueta ventaja (16-15) y en el segundo cuarto los dos se alternaron el dominio del marcador.

Hacia el final del segundo período, el equipo marplatense, que tuvo permanentemente controlado a los zarateños con su defensa, aprovechó uno de los buenos momentos de Castellani en el partido y llegó 37-33 al entretiempo.

Todo quedó en entredicho para el conjunto local en el tercer cuarto. Por distracciones propias, sí. Pero sobre todo por mérito del rival. Lucas Andújar condujo en gran nivel a la visita y los hizo jugar a todos. Baquero causó estragos en el poste bajo y Brocal, muy certero desde la larga distancia, en el perímetro. Zárate Básket anotó 29 puntos en el parcial y llegó 64-56 al frente al cuarto final.

Afortunadamente para Quilmes, los zarateños no mantuvieron semejante producción. Y Negrete, en modo Superman, las hizo todas. La pulseada volvió a nivelarse y Quilmes, a falta de 3’, pasó al frente 70-68 con un doble de Castellani, otro de gran partido.

Desde ese punto, los dos estuvieron dos minutos sin anotar. Hasta que Negrete, con otra penetración exitosa, puso el 72-68 a falta de 59”. El pibe Ecker luego anotó cuatro puntos de oro y Quilmes por fin pudo festejar en casa.

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