Zárate Basket festejó sobre el final ante Rocamora
Tomás de Rocamora perdió 86-83 frente al escolta Zárate Basket en un partido que se definió en las acciones finales. El Rojo remontó una desventaja de 19 puntos, pasó a ganar pero la jerarquía del rival pudo más. Agustín Brocal fue el goleador del partido con 28 puntos en tanto que Tomás Verbauwede sumó 23 y 7 rebotes.
Tan cerca y tan lejos. Así se sintió Rocamora en esta noche de sábado en la que recibió a uno de los mejores equipos de la categoría y le terminó discutiendo un resultado que en algún momento pareció una quimera. Es que el equipo uruguayense no la tuvo todas consigo y aún sí tuvo sus chances para quedarse con el festejo que finalmente fue ajeno.
Ya en el primer cuarto, que mostró mejor a Zárate Basket, las faltas fueron un problema y Alejandro Quigley se tuvo que ir a sentar después que le pitaran la tercera en su duelo de gigantes con Sebastián Chaine. Partido 13-19 tras triple de Brocal y primer tiempo muerto de Pujol. No se lo veía bien al equipo pero repuntó hacia el final del tramo y de la mano de Impini y un buen aporte de Dasso quedó ahí nomás (19-21).
Arrancó el segundo y cuatro de los iniciales del rival estaban en el banco. Esto en la cancha no se notó y con bombazos de Pineda y Capponi el tablero quedó 21-29. Zárate siguió estirando la ventaja, al Rojo le costó mucho convertir hasta que un nuevo triple de Brocal puso las cosas 28-47. Aun así el local puso más corazón que juego y terminó con una desventaja aceptable de cara al segundo tiempo (39-49).
En el segundo cuarto se retiró lesionado Ferraría y a poco de iniciado el tercero llegaron más malas noticias. Fea caída de Impini en un roce con Andújar que lo obligó a dejar la cancha con un esguince de tobillo. En esta parte del juego empezó a crecer la figura de Tomás Verbauwede en el Rojo y fue determinante para que el equipo gane el parcial 29-22 y quedé al borde del zarpazo (68-71).
El último cuarto se disputó a todo o nada, tuvo pasajes calientes y varios jugadores que debieron irse a sentar antes de tiempo por las faltas. Con Verbauwde, Quigley y Cavallín, fue Rocamora el que se mostró mejor y con triple de Cavallín el partido quedó igualado (73-73). Después Verbauwede llevó el marcador a 75-73 y por primera vez en la noche el local pasó al frente.
Tiempo muerto visitante cuando el partido quedó 80-77. Faltaba cada vez menos y Rocamora cerca de, casi, una hazaña. Pero en ese momento caliente, apareció la altura y el goleo de Chaine para que Zárate quede a tiro del triunfo. Con 17 segundos por jugar y a la vuelta del tiempo muerto la acción de Rocamora no dio réditos y Brocal lo terminó sentenciando desde la línea. Ganó el que estuvo más fino en los tramos decisivos pero quedó claro que Rocamora lo dio todo para que el final de la historia fuese diferente.
Informe: Mauricio Galarza - Prensa Rocamora
Fotos: Carlos Gustavo Rambo Lozano