Liga Argentina · 15 de Marzo de 2020
"Estar entre los mejores 4 ya sería un orgullo"
Mariano Panizza, entrenador del Central Entrerriano líder del Sur, valora el rendimiento del rojinegro hasta el momento. Avisa que no hay que volverse locos por el 1, aunque si pueden lograrlo claramente sería mucho mejor. Perfil bajo y humilde, destaca el crecimiento que ha tenido todo Central hasta este tramo de la temporada y pone por encima de todo la gran calidad humana de su equipo.
Por Lucas Leiva
Central Entrerriano atraviesa un exitoso presente dentro de la Liga Argentina. En su regreso a la categoría, recordando que la última vez que estuvo a este nivel era por el ex TNA, el Rojinegro viene redondeando una temporada que ilusiona, ubicándose en el 1° lugar de la Conferencia Sur con un balance fantástico de catorce triunfos sobre veinte presentaciones (récord 14-6). Si bien todavía falta un trecho clave dentro de esta fase regular, va por un gran camino.
Con ventaja en ese primer puesto y mostrando un rendimiento que con el correr de la temporada vislumbra cada vez más amalgamado y sólido, Central le lleva un punto de ventaja a su más próximo rival dentro de la tabla, teniendo como handicap además que tiene un partido menos disputado, por lo que la diferencia es mayor que la que hoy se vislumbra (Villa Mitre, con registro de 13-8 en 21 encuentros).
Pieza clave de este sobrio momento de Central, es su entrenador Mariano Panizza. El técnico con pasado en Peñarol del Tala se transformó en uno de los pilares del exitoso presente rojinegro, recordando que viene de dirigir al equipo desde el Torneo Federal, donde consiguió el ascenso (con título de campeón inclusive) en la 2018/19 y en este año en Liga Argentina siguió potenciando las grandes sensaciones que se viven en Gualeguaychú.
Muy joven, con 35 años, Panizza vive un momento de ilusión y alegría pero de mucha responsabilidad. Hace poco tuvo la bendición de convertirse en papá de Martina, su hija, que nació hace casi un mes, por lo que la felicidad es plena. Y en el breve diálogo a continuación, se refirió a varios aspectos que giran alrededor de este Central, protagonista del certamen, ambicioso y en el marco de un club con enorme historia.
- ¿Qué sensaciones te da este momento de la temporada que atraviesan?
. Contento, disfrutándolo, sin salirnos de la línea nuestra que es trabajar duro, ser competitivos y encarar partido a partido. Estamos contentos y conformes porque vemos que el equipo a crecido, evolucionado y madurado, inclusive nosotros también como cuerpo técnico, entendiendo también que somos un equipo joven, dando los primeros pasos en la categoría porque muchos de nosotros estamos haciendo nuestras primeras armas en Liga Argentina, venimos de una categoría inferior. Y estamos muy contentos por eso, porque hemos sido inteligentes en aprender de los errores y en crecer como equipo.
- ¿Cómo se plantean los últimos juegos de la fase regular sabiendo que están muy prendidos en la lucha por el 1?
. El objetivo obviamente es entrar entre los mejores 4. Consideramos que tenemos la posibilidad de entrar en ese grupo, si nos toca estar más arriba claro que será mejor, pero también no volvernos locos por el 1, 2 o 3... para nosotros estar entre los mejores 4 ya sería un orgullo, y seguiremos trabajando, buscando mayor funcionamiento y corrigiendo cosas. El equipo te lo permite porque es un grupo que trabaja muchísimo y tiene mucha autocrítica también. Así que estamos esperando con ansias lo que viene y preparándonos para todo.
- No sé si hablar de "secretos" porque no sé si los hay, pero seguramente hay razones para este presente, como mantener una base de jugadores con la que venís trabajando desde el Federal y la misma filosofía de juego. ¿Qué más termina siendo detonante para este momento de Central?
. Pienso que es fundamental para nosotros poder mantener la base, la idea de juego y poder sumarle al equipo jugadores con características que puedan adaptarse a la idea, que lo individual podamos llevarlo a lo colectivo. Pero si hay algo que siempre destaco es la calidad humana de cada integrante del equipo, creo que eso se ve reflejado día a día en la convivencia, nos ha tocado pasar por momentos delicados, tristes, y el equipo ha tenido la entereza y la sabiduría para superarlo y bancar al compañero que por ahí estaba pasando por un mal momento. Tenemos dos grandes líderes además, como lo son Adrián (Forastieri) y Seba (Bernasconi), desde lo humano y lo deportivo, son grandes profesionales que marcan el camino de cómo se debe trabajar día a día. También somos generosos y muy solidarios en los momentos positivos, que le toca vivir a cada uno como si fueran propios de cada uno. Eso no es todo, porque se sabe que si eso no lo trasladás a la cancha es difícil. Creo que nosotros tuvimos eso, esa capacidad de poder trasladar esa calidad humana al juego y me parece un aspecto sumamente fundamental.
- Central es uno de los grandes de la historia de nuestra Liga Nacional. ¿Qué sentimiento te genera en ese paralelismo dentro de un club con tantísimo recorrido y tan laureado que hoy, a través de lo que vienen haciendo en esta temporada, rememora un poco a esa huella rojinegra?
. Para mí estar en Central es algo hermoso, que tal vez en algún momento soñé pero también era impensado. Hoy me toca estar ahí, en un club con mucha historia. Pero a la vez, y lo que siempre hablo con Gaby (Díaz, su asistente, y padre de Mateo Díaz), es la exigencia que genera Central. Eso de querer siempre estar arriba, de ser competitivo, de ser protagonista... y para mí, en mi momento, eso es clave. Es clave para este momento de mi carrera, mío y también de los jugadores, porque eso creo que nos obliga a ir por un poco más, a asumir el compromiso. Es una exigencia sana, porque la historia indica que es algo muy bueno vivir esto. Estoy muy cómodo, en el lugar en el que quiero estar, cerca de mi familia, en un club que me da todo pero todo para estar bien, y creo que a los jugadores también le da todo para que podamos estar bien para competir.