Uno de los jugadores con mejor valoración de la noche fue Mariano Marina, que tras la chicharra final comentó: “Sabíamos que es equipo intenso, y si bien este era su último juego de su gira, fue un partido duro. Por suerte pudimos sacar adelante un partido importantísimo”. En cuanto a su labor personal acotó: “de a poco me voy soltando, voy encontrando mi juego, pero me siento muy cómodo con el equipo”.

El partido fue de trámite parejo, donde el Bataraz comenzó mejor pero Rocamora supo revertir la situación. “Nosotros con las lesiones tenemos poca rotación y ellos son un equipo largo, todos intensos, nunca dejan de defender… nos comenzaron a sacar ventaja en el 1vs.1 y eso los llevó a que se pusieran en juego pero después supimos cerrar un buen partido y ganar en nuestra casa que es lo importante”, mencionó el olavarriense.

El bajón del segundo cuarto, donde Estudiantes pudo sumar solo 8 puntos, Mariano considera que sucedió porque “nos desconcentramos, nos dejamos de pasar la pelota; evitamos nuestro juego que es la continuidad, la movilidad que fue lo que aprovechamos en el último cuarto jugando ofensivas largas con pases que nos ayudaron a encontrar el gol y así sacarnos un peso de encima”.

El olavarriense está escribiendo sus primeras páginas dentro de la categoría y se encontró –ante la lesión de Jeremías Sandrini- con la tarea de ser quien conduzca al equipo desde el salto inicial. “Tengo un poco más de responsabilidades y eso me lleva a estar más tiempo en cancha y a que cometa algunos errores más pero mis compañeros están para apoyarme entonces no te caes anímicamente y lo podes sobrellevar. Cuando uno está bien consigo mismo, eso se ve reflejado en el juego… es indispensable el apoyo del cuerpo técnico y de los compañeros, es lo que lleva al equipo para adelante”, cerró Marina quien vive un momento muy esperado.

Informe: Prensa Estudiantes