De la mano de Baralle, el líder Quimsa se recuperó ante Atenas
El base tuvo un gran último cuarto, terminó con 22 puntos y fue el responsable para que la Fusión logre inclinar la balanza a su favor. Fue 76-70 frente al Griego.
En una noche de muy buen básquetbol, a pesar de hacerse fuerte, Atenas no pudo contener al líder Quimsa que, por oficio y experiencia, en los últimos diez minutos de partido inclinó la balanza a favor con un Franco Baralle determinante. La Fusión se lo llevó por 76-70 y salió de pobre luego de la derrota a manos de Instituto; el Griego, mientras tanto, sumó su cuarto traspié en hilera.
A pesar de la figura de Baralle, la clave de la victoria santiagueña tuvo nombre y apellido: Emiliano Toretta. A pesar de no verse reflejado en las estadísticas finales, el base fue la llave con la que la visita destrabó el candado de paridad que tenía el juego. En los últimos minutos del tercer segmento, saltó de la banca y con cuatro puntos (bomba de tres incluída) y buena compañía de Iván Gramajo (se combinaron para las últimas 11 unidades de su equipo) revirtieron el score que estaba a favor del Verde y se metieron a los últimos diez con ventaja (54-50).
¿El dato en este período? El aro parecía estar cerrado desde la línea. Ni las cábalas daban frutos. Entre los dos fallaron 11 tiros y ambos desperdiciaron oportunidades más que importantes; sobre todo los cordobeses, que con 6 yerros luego lamentaron esos porotos desperdiciados.
Ya adentro del último cuarto, destellos de la Chancha tiraron por la borda todo el trabajo y sacrificio de un equipo que debió redoblar esfuerzos por la justeza de su banca. Sin contemplación y respondiendo al dicho de que no hay peor astilla que la del mismo palo, Baralle fue letal con su mira calibrada. Anotó 12 de los 22 que estampó en su estadística final.
Claro que antes también hubo partido, y en esos dos cuartos y medio sobresalió el trabajo del Griego maniatando al ofensivamente poderoso Quimsa. Defensivamente actuó casi a la perfección, con el punto alto de Deion McClenton defendiendo el cesto (12 rebotes y 3 tapas, más 15 puntos que le permitieron llegar a 29 de valoración); más el siempre conocido aporte de Latraius Mosley en ofensiva (18 unidades). Pero al final del camino no alcanzó.
Lo llevó y llevó al juego hasta restando 1m16s, ocasión en la que la historia cambió y el resultado fue el conocido. Quimsa ganó por 76-70 y a Atenas le quedó el sabor amargo de saber que con poco más hubiera alcanzado el objetivo de máxima.
Informe y fotos: Prensa Atenas.