Gonzalo Torres se desempeña actualmente en Estudiantes de Concordia. El jugador nacido en Bahía Blanca nos habla en esta nota sobre sus inicios en el básquet y nos cuenta cómo llevó su carrera de Martillero Público junto con el deporte profesional. Además la experiencia en Italia con los Juegos Universitarios. 

Sus comienzos

Los primeros recuerdos que tengo de una cancha de básquet son de ir a ver a mi hermano Juan Manuel cuando jugaba la primera local de Estudiantes en aquella época. Íbamos con mi mamá a verlo. Ahí empecé a apasionarme y a enamorarme del deporte. A los diez, once años pude arrancar a jugar en 9 de Julio, el equipo que tenía más cerca de casa. Hasta que me fui para Estudiantes de Bahía Blanca, con la invitación de José Alarcón, que fue un entrenador muy importante para mí en toda esa etapa de pleno desarrollo. Después tuve la oportunidad de formar parte del proyecto de Weber Bahía Basket y y se fueron dando las posibilidades para estar con Selección Argentina en formativas. 

El desafío de estudiar y jugar

Me daba un poco de miedo al principio. No estaba al cien por ciento seguro de si iba a poder rendir en los dos aspectos. Tenía miedo de que el estudio me desconcentre del básquet o no dedicarme al estudio como debía por las horas que me demandaba entrenar. Empecé en la Universidad Siglo 21, estudiando a distancia y me di cuenta que es la mejor herramienta que se podría haber creado para este tipo de situaciones. Poder acomodarte los horarios de estudios para cuando vos querés. Cada vez que no entrenábamos doble turno o teníamos libre a la mañana o a la tarde aprovechaba para estudiar. Incluso cuando los doble turno no eran muy fuertes y podía intercambiar una siesta y estudiar lo hacía. Me costó al principio entender cómo se manejaba el campus virtual, y el estudio online pero somos una generación en la que nos adaptamos muy rápido.

La carrera de Martillero, Corredor Público y Corredor Inmobiliario me interesó un montón y eso me lo facilitó más. Pude llevar la carrera al día y me recibí de la mejor manera, ahora me encuentro esperando el título, me llena de felicidad, por el miedo y la duda que me dio al arrancar y la satisfacción que me generó darme cuenta de que sí se puede. Cada jugador tiene realidades distintas pero la mayoría tiene el tiempo que hace falta para poder estudiar y creo que somos cada vez más y me pone muy contento. 

Su experiencia en los Juegos Universitarios 

Los Juegos Universitarios de Italia fueron increíbles. Creo que el torneo es el más grande que me ha tocado estar. La sede principal estaba en Nápoles. Todos los habitantes de ahí por amor al Diego, se sentían súper identificados con la Selección Argentina y eso le dio un condimento especial porque la gente nos cantaba canciones y lo hizo realmente inolvidable. Si bien no es lo mismo que un torneo FIBA, porque muchos son equipos universitarios y el nivel táctico no es tan alto, es un torneo muy interesante y ojalá se le empiece a dar más importancia en Argentina. 

Las Villas Olímpicas las dividieron en tres, la de Nápoles eran en dos cruceros gigantes. Con el equipo de básquet no pudimos recorrerlos por dentro. A nosotros nos tocó en un hotel en Caserta. Los cruceros eran lujosos pero bastante chicos los camarotes por eso mandaron a los equipos de básquet a otra Villa. La otra estaba en Salerno, con un hotel que también estaba cerrado para las delegaciones. Salerno cruzabas una calle y tenías el mar. Fueron experiencias increíbles, lugares que quizás no hubiera visitado nunca. La verdad que haber estado ahí gracias al deporte universitario fue muy lindo. 

Informe: Prensa AdC Foto: La Liga Contenidos