La llegada de un nuevo año siempre da la oportunidad de hacer balances de lo que dejaron los 12 meses ya extinguidos y de proyectar para los que están por venir. Y en el caso del básquet, no es la excepción. A días de la vuelta a los entrenamientos y del reinicio de la Liga Nacional, Ferro recibirá el 2022 en el quinto lugar de la tabla de posiciones, con un récord positivo de ocho partidos ganados y sólo cinco caídas, con el recuerdo todavía vivo de lo que fue un gran desempeño en el Súper 20 previo al inicio de la Liga, y con un claro objetivo de cara al nuevo año: cerrar la temporada regular con un lugar en los playoffs.

Pero dentro de lo que fue este gran inicio de temporada para el Verdolaga, al plantel de Federico Fernández también le tocó sobreponerse de golpes y noticias que obligaron a recalcular y rearmar el plantel para intentar recuperarse lo antes posible del impacto. Porque en medio de una racha positiva, en la que Ferro llegó a acumular cinco victorias al hilo, primero Oé padeció la baja de Tomás Spano, quien sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. Luego perdió a otra de sus piezas clave, Eduardo Vasirani, por una fractura en el segundo metacarpiano de su mano izquierda, y ya en los últimos partidos del año, tampoco pudo contar con Juan Ignacio Laterza, ausente por un esguince en la rodilla izquierda.

Así, como decíamos, Ferro tuvo que rearmarse ante las bajas y, además de las llegadas de Ramiro Trebucq y Lautaro Fraga, Oeste también encontró las herramientas dentro del plantel para sostener el rendimiento. Uno de esos casos fue el de Marco Luchi, quien tomó un rol mucho más protagónico dentro del equipo tras la lesión de Vasirani y, con su aporte en la zona pintada, el Verdolaga pudo paliar la ausencia de uno de los grandes pilares del equipo y, hasta ese momento, de su goleador.

Desde Rosario, disfrutando de las fiestas y de sus últimos días de descanso, Luchi, de 29 años, analizó el primer semestre de Ferro en esta temporada, se refirió a las lesiones que afectaron al plantel, se animó a proyectar para el 2022 y no dejó de lado la amistad y la buena onda dentro del equipo, uno de los puntos fuertes del Verdolaga.    

-Después de un gran Súper 20, Ferro demostró que el buen nivel mostrado no fue una casualidad, mantuvo el rendimiento y cerró el año con un récord positivo y quinto en la tabla, ¿Qué balance podés hacer de lo que fueron estos primeros meses de competencia?

-Creo que el balance es altamente positivo, tanto en el Súper 20 como en la Liga. Le jugamos de igual a igual a todos y pudimos competir en todos los partidos, que creo que esa era una de las premisas de esta temporada.

-Pese a las bajas, el equipo pudo rearmarse y mantener el nivel, ¿A qué le atribuís eso?

-Se lo atribuyo a que somos un equipo que da la cara y no sólo individualidades. Por más que  falten uno o dos jugadores, siempre el equipo da muestras de carácter. Me parece que ese es un aspecto muy positivo, que no todos los equipos tienen.

-Con la lesión de Edu Vasirani te tocó asumir un rol mucho más protagónico del que venías teniendo en el equipo y lo pudiste cumplir a la perfección, ¿Cómo viviste estos partidos? ¿Cómo te sentiste?

-Los viví como si fueran un partido más. Me hubiera gustado ser un poco más útil para el equipo, porque en algunos juegos me cargué mucho de foules tontamente y eso hizo que por ahí mis minutos se vieran reducidos.  

-En estos partidos se vio una gran conexión con dos jugadores con los que ya habías compartido equipo: Rodrigo Gallegos, principalmente, y Jonantan Torresi. ¿Cuánto influyó eso para entenderse en la cancha y mantener el rendimiento?

-Cuando armó el equipo, Fede buscó jugadores que tuvieran conexión, que ya hubieran jugado juntos. Se dio que a Rodrigo y Joni los conozco mucho y te diría que casi mirándonos ya sabemos lo que va a hacer el otro. Eso facilita mucho las cosas en la cancha y me parece que es un plus que no todos los equipos tienen.

Luchi, Gallegos y Torresi ya compartieron temporadas juntos en Deportivo Norte de Armstrong, que actualmente milita en la Liga Argentina, por lo que además de conocerse dentro de la cancha, a los tres también los une una amistad.

-¿Qué significa para vos poder compartir el equipo con dos amigos?

-Es una alegría tremenda jugar con amigos, que es por ahí lo que uno busca, y encima verlos que están en buen nivel  y haciendo bien las cosas para ellos y para el equipo, la verdad es que uno se siente muy bien.

Justamente hablando de Gallegos, está en un nivel superlativo, jugando y haciendo jugar. Vos qué lo conocés de antes, ¿qué podés decir de su presente?

-Me pone re contento lo bien que está jugando, yo sabía lo que podía dar y me parece que en los anteriores equipos en los que estuvo no estaba lo suelto que él hubiera querido. Y ahora acá, está siendo prácticamente el mando dentro de la cancha y se nota en el juego que está desarrollando. Estoy muy contento por su presente.

-Uno de los puntos fuertes de este Ferro es la unión del equipo dentro y fuera de la cancha... ¿Cómo lo ven ustedes?

-Sin dudas. Es un grupo muy bueno tanto dentro, como fuera de la cancha, y eso se ve reflejado en cada partido. También creo que todo este tema de las lesiones nos fortalecieron como equipo, para tratar de bancar a los que les toca estar afuera ahora.

-¿Cuál es el techo de este equipo?

-El techo del equipo el torneo mismo te lo pone. Como mínimo, el objetivo es entrar a Playoffs y de ahí para arriba. Vamos a ver qué nos depara el resto del torneo, pero me parece que vamos muy encaminados para cumplir el objetivo.

Después de sus primeros meses en Ferro, Luchi, quien además de jugar al básquet también se dedica a crear aplicaciones webs “como para hacer algo fuera de lo que es el deporte y que sirva para el futuro”, hoy disfruta de su buen momento en la Liga y no esquiva a la pregunta de cómo se siente en el Verdolaga: “En Ferro me encontré con un club que tiene un gran sentido de pertenencia, sienten mucho el escudo y lo defienden a muerte, y nosotros tratamos de reflejar esa pasión y esas ganas en la cancha”.

Informe: Prensa Ferro