Club Ciclista Olimpico

La Banda (Santiago del Estero)

LNB · 28 de Agosto de 2023

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Tecnología de Liga, presentado por Catapult: Así trabaja Olímpico

Dialogamos con un especialista: el preparador físico de Olímpico de La Banda, Nicolas Acosta, quien nos guio y nos permitió conocer el sistema y su implementación desde adentro.

 
Catapult se ha convertido en el líder global en análisis atlético, sirviendo a miles de atletas de elite, justo en la intersección entre la ciencia y la analítica del deporte. Manteniendo su enfoque hacia la innovación basado en la investigación, Catapult permite conocer al atleta en profundidad, sus factores de riesgo, su disponibilidad y (en caso de lesión) decidir su retorno a la actividad. Además, potencia a entrenadores en todo el mundo con las métricas validadas científicamente para mejorar el rendimiento del atleta. 
 
Pero ¿de qué estamos hablando exactamente y qué datos arroja Catapult? “Hay dos datos que son muy importantes y que son comunicados al entrenador. Uno está basado en cantidad de acciones; esto habla del volumen y de cuánto se entrena, y el otro está basado en esfuerzos explosivos y está vinculado a la intensidad. Entonces, nosotros podemos saber cuánto se entrenó y a qué intensidad. Básicamente son dos variables, que combinadas, nos dan el parámetro de intensidad, que es lo que rige hoy en el rendimiento. Es decir, hoy la intensidad es innegociable”, indicó Acosta. 
 
 
¿Cómo es el trabajo de un preparador físico en la Liga Nacional?
-Hoy lo podemos dividir en cuatro áreas de responsabilidades: una está vinculada al área de rendimiento deportivo donde involucramos los trabajos de fuerza dentro de gimnasio y, según las etapas del año, los trabajos de resistencia.
Después, tenemos una etapa de planificación que es una asesoría a los entrenadores sobre cómo planificar, cuánto hacer y cómo hacerlo. En este punto, Catapult nos brinda una mano muy grande.
Otra área es la de prevención de lesiones, donde también es fundamental la incorporación de Catapult porque nos permite individualizar las cargas y también el algoritmo nos da promedios que son muy útiles. Por último, nos queda el área de regeneración o recuperación, en la cual pensamos estrategias para que los jugadores se recuperen más rápido luego de un partido o de un entrenamiento.
 
¿Cuál es la importancia de poder controlar los esfuerzos y los ritmos de cada jugador?
-Antes lo que hacíamos era generalizar, es decir, planteábamos un entrenamiento e hipotetizábamos cuál era la carga para el equipo. Ahora sabemos que las cargas no son receptadas por los individuos de la misma forma. Entonces, un mismo entrenamiento en dos jugadores es receptado de forma distinta. Catapult nos permite objetivar y numerar todo esto para darle un aspecto más objetivo y poder saber exactamente qué jugador y a qué carga está entrenando, incluso cuando el entrenamiento es el mismo. Podemos individualizar con mucha más precisión en los entrenamientos.
 

¿Qué beneficios le trae al jugador y al cuerpo técnico?
-Nos da una coherencia mucho más precisa. Es decir, podemos predecir cómo queremos que sea la semana, planificar y ejecutar con más precisión. Es muy importante el vínculo que generamos con el cuerpo técnico y la recepción de ellos con los valores. Por suerte, en este momento en Olímpico hay una de un consenso institucional en usar el sensor, sobre todo desde cuerpo técnico. Nuestro entrenador hoy se apoya mucho en los valores para saber si estamos entrenando según lo planificado. Entonces, esa combinación entre lo que esperamos y lo que se hace, es lo que antes no podíamos planificar.
 
¿Es posible detectar factores de riesgo con la utilización de Catapult?
-Uno de los roles del preparador físico es la prevención de lesiones. Hay factores de riesgo que nosotros podemos detectar. Si lo detectamos rápidamente, tenemos la ventaja de poder anticiparnos y de tener más precisión sobre los factores de riesgo. 
 
 
¿Cuál es su función en los más jóvenes y en los veteranos?
-En los juveniles, lo que estamos intentando lograr es llevarlos hacía demandas físicas de un equipo profesional. Antes la transición era un poco violenta. Ahora, tenemos una progresión más equilibrada para ir induciéndolos a la intensidad real de un equipo de profesional.
Por otro lado, con los jugadores más grandes el trabajo está vinculado a tener un control más exhaustivo de estos valores, tanto volumen como intensidad, para anticiparnos a cualquier riesgo. Es decir, si el jugador está muy por encima o muy por debajo de un promedio, se pueden tener ciertas alarmas teniendo en cuenta la edad que también es un factor de riesgo. Vamos agrupando variables para anticiparnos y poder generar una coherencia entre estímulos que esté dentro de los márgenes de prevención. 
 
Prensa AdC