Final de Conferencia Norte: las historias detrás del éxito
Julián Mozo, conductor de La Liga Debate, te cuenta lo que hay detrás de los triunfos de Olímpico de La Banda y La Unión de Formosa, dos equipos con fuerte apoyo estatal y, a la vez, basados en un trabajo a largo plazo que hoy al fin da sus frutos. Este miércoles empiezan su serie, a las 22 por TyC Sports.
Los dos esperaron mucho para vivir este momento de gloria.
Los dos la pasaron mal y tuvieron que empezar (o recomenzar) de cero.
Ambos lo hicieron sostenidos por una fuerte política deportiva estatal, pero a la vez con un trabajo a largo plazo y aciertos dirigenciales que le permiten disfrutar de forma especial un esquivo y ansiado éxito deportivo.
Conocé la historia detrás del éxito de los dos finalistas de la Conferencia Norte.
En el caso de Olímpico de La Banda hay que remontarse a 17 años atrás, cuando el club tocó fondo, agobiado por las deudas, con sentencias de remate y al borde de una intervención estatal. Un grupo de socios, integrado por el actual presidente Oscar Ledesma, llegó al rescate y el Negro empezó a levantarse a partir de julio de 1999. El básquet resultó parte de la refundación y así fue ascendiendo: torneos regionales, Liga B y luego el TNA. En 2008 llegó para quedarse a la A. Pero claro, debió pagar derecho de piso y dos veces estuvo al borde del descenso, en 2010 y 2012. En medio de la mala, un consejo de Fernando Duró, el actual técnico que va por su cuarto proceso, fue clave para que el disfrute de hoy tenga bases sólidas: "Ocupate de que Olímpico sea un club, mejoralo y luego iremos por lo deportivo", le dijo a Ledesma en el 2011. El actual presidente lo escuchó y hoy, como dice Duró, "Olímpico está preparado para las grandes ligas".
Cada año, sobre todo en los que no hubo descensos, Olímpico destinó un porcentaje de dinero mayor para mejorar la infraestructura, con la idea de ser un mejor club social (refaccionaron vestuarios y se construyeron quinchos y un natatorio climatizado) y, a la vez, tener una estructura acorde a un equipo profesional. Fue clave que, desde 2003, el estado afianzara una fuerte política deportiva para apoyar instituciones que competían a alto nivel y hacían las cosas bien. Sin este apoyo, claro, sería imposible. Pero, a veces, este apoyo no se ve en obras y en el Negro sí pasó...
Quizá lo que terminó de convencer a todos fue haber perdido un playoffs en 2013 por una rotura de un aro (le costó el 1º partido de la serie ante Comodoro). "Esto no puede pasar más", dijo Ledesma. Así fue que Olímpico mejoró todo su estadio, desde lo que se ve (piso, butacas, jirafas, relojes y cerramiento total de la cancha) a lo que no, como acondicionadores de aire en todas las dependencias, piletas de relajación, mejoras en vestuarios, equipamiento tecnológico y un albergue para deportistas juveniles con todas las comodidades.
Cada año, Olímpico destinó un porcentaje de dinero mayor para mejorar la infraestructura, con la idea de ser un mejor club social y tener una estructura acorde.
Consolidada la organización, a Olímpico le faltaba el paso deportivo. Y la dirigencia, que tuvo paciencia con su plan y se bancó que algunos de sus hinchas le enrostraran el éxito de su archirrival Quimsa, sintió que en el 2015 era el momento. Volvió a aunar fuerzas con Duró (un "prócer", según lo califican en el Negro), subió su presupuesto un 50% y armó un mix de veteranos con oficio (Stanic, Van Lacke) y chicos con hambre, sumado a extranjeros de nivel (top lo de Justin Williams, que rompió la Liga desde lo defensivo). Los triunfos, entonces, llegaron también en lo deportivo. La gente, que ya había visto el éxito afuera de la cancha, enloqueció. Era lo que estaba esperando. El apoyo fue tal que la localía fue casi inexpugnable (sólo perdió dos partidos).
"La frase de las tres tapas necesarias, equipo, dirigencia y gente, nunca está mejor reflejada que en este proyecto", asegura Stanic. Así fue que el ansiado éxito deportivo llegó, con el 1 de la regular, la llegada a la final de la Conferencia Norte y la clasificación a la primera competencia internacional de la historia. Pero, como todos repiten orgullosos, "lo logramos cuando el club estaba preparado".
La Unión de Formosa no es un club. Es más bien una franquicia que nació en 2005 a partir de un proyecto de Mario Romay (ex jugador, hoy dirigente fuerte de la organización) que llegó para aprovechar la idea gubernamental de "volver a poner a la provincia en el mapa deportivo nacional". El estado ha buscado tener equipos en la elite (con el básquet y el vóley, que ha tenido aún más éxito) para generar un deseo de emulación en los más chicos y que más formoseños se vuelquen al deporte. "Eso lo hemos logrado y hoy es posible que haya dos clubes en la C armados íntegramente por formoseños. Hace diez años era una utopía", asegura Romay.
El estado colaboró con la construcción (inaugurado en 2007) de un estadio top, el Cincuentenario, de lo mejor del país por dimensiones (6.000 personas sentadas), comodidades y tecnología. La infraestructura, entonces, no falta porque ahí reside la sala de operaciones, con gimnasios y oficinas. "Tenemos todo lo acorde para un equipo profesional", asegura Guillermo Narvarte, el coach. Solucionado ese tema, La Unión ha luchado contra tabúes existentes en la Liga, que "Formosa está muy lejos", que "no se vive bien", que "nadie quiere jugar ahí". Narvarte acepta que los tenía, pero que se fue dando cuenta de que no eran reales. "Las comodidades para entrenar son muy buenas, las viviendas también y la logística lo mismo", cuenta.
En Formosa, el estado colaboró con la construcción de un estadio top, el Cincuentenario, de lo mejor del país por dimensiones, comodidades y tecnología.
Narvarte apostó, a diferencia del pasado, a jugadores de mediana edad (25 a 28) que hubieran jugado La Liga pero sin el protagonismo que él les ofreció (Elsener, Konztadt, Piñero y Orlietti, por caso). El acierto del DT y su personal es una clave. Los jugadores no le esquivaron nunca al trabajo, ni con 40º de calor y el grupo superó difíciles momentos, como la muerte del hermano joven de un jugador clave, la pérdida del embarazo de la mujer de otro y el robo de todos los ahorros de uno de los nacionales. Lo que no te mata, te hace más fuerte, repiten hoy en Formosa.
La Unión, históricamente, manejó muy buenos presupuestos y cada año contrató figuras importantes. Sin embargo, salvo en el 2012, cuando fue finalista de América, nunca colmó las expectativas creadas. Hasta esta temporada, en el que está haciendo su mejor campaña en 12 años (por 1ª vez entre los 4 primeros). Desde Formosa creen que "la falta de presión", que la "gente sea más fría y no tenga tanto sentido de pertenencia" hizo que en el pasado algunos jugadores experimentaran (quizás inconscientemente) una falta de ambición. "A nosotros nos costó al principio, sobre todo acostumbrarnos a jugar con poca gente, a que se hable poco de básquet, es un entorno distinto a otros lugares... Quizá por eso jugamos mejor de visitante porque el equipo se sintió mejor en ámbitos con mayor presión. Por suerte ahora en playoffs la identificación ha crecido y podemos disfrutarlo con más gente", explica Narvarte.
En 10 días sólo uno quedará en la final de la Liga, pero los dos se irán aplaudidos. Nadie olvidará una temporada histórica y de estas historias detrás del éxito...
Por Julián Mozo
En Twitter @JulianMozo Trabajó 18 años en el Diario Olé y hoy es conductor de La Liga Debate, además de comentarista de la NBA en DEPORTV. Cubrió 3 Mundiales de básquet, cinco finales NBA y un Juego Olímpico, entre otros torneos y competencias.