Por Noelia Ortmann

Las historias de Fernando Small y de Quimsa se unieron para alcanzar las aspiraciones máximas tanto para la institución como para el jugador: ascender y llegar a la máxima categoría del básquet argentino.

"Mis inicios han sido en el club Juventud de Santiago del Estero. Aproxidamente a los cuatro, cinco años. Vengo de una familia bien basquetbolista, mi padre, mis hermanos, y bueno yo siempre iba por atrás de la pelota", indica sobre sus inicios Fernando Small. 

"Hice toda mi adolencencia ahí. En el año 1998 es cuando me voy a Quimsa a jugar La Liga B de ese momento, ahí paso cuatro años hasta que conseguimos el ascenso al TNA, siendo campeones. Luego, en el medio me voy a Tucumán BB y al año regreso, y volvemos a conseguir el ascenso, ahora a la A. Permanecí dos años más jugando en el club La Liga Nacional". 

"Después me fui a Italiana de Charata, dos temporadas, luego pasé a Unión Progresista de Villa Ángela y terminé mi carrera en Nicolás de Avellaneda jugando el Torneo Federal", rememora Fernando sobre sus últimos pasos en su carrera profesional. 

-¿Cuál es la imagen que se te viene a la mente al recordar el ascenso a La Liga con Quimsa?

-Fue muy especial. Nos tocó definir en Buenos Aires ante Obras, con mucha gente de aquí de la provincia acompañándonos. Nos recibieron de gran manera, con una gran caravana, durante toda nuestra entrada a Santiago del Estero, entrando en todos los pueblos, la gente en la ruta, en la ciudad también. Recorrimos toda la ciudad en un autobomba. Creo que eso es algo inolvidable que nos quedó marcados a todos los que formamos parte de ese equipo.

La Fusión ascendió a la máxima categoría cuando obtuvo uno de los dos boletos clasificatorios a La Liga para el 2006, año donde fue subcampeón del TNA. Superó en Semifinales a Obras, tras llevarse la serie por 3 a 1 (81-77 definió de visitante). Luego enfrentó a Sionista por el título, quien fue campeón.

Quimsa había ganado el ascenso al Torneo Nacional de Ascenso en 2002 y cuatro años después volvía a subir de categoría, a lo más alto del básquet nacional. Un logro histórico para el club con Marcelo Richotti al frente, por supuesto con Fernando Small y jugadores tales como Julián Olmedo, Mauricio Pedemonte, Donald Jones, Quincy Alexander, Bruno Ingratta, Cristian Amicucci, Víctor Cajal, entre otros.

-¿Qué recordás del salir a jugar de visitante, del acompañamiento de la gente?

-Con Quimsa tuvimos la fortuna que siempre que nos tocaba ir a jugar de visitante acompañaba gente de la provincia y siempre aparecía algún santiagueño con la camiseta. Al representar a la provincia con el club, siempre en cualquier parte del país donde nos tocó jugar aparecía alguien a alentarnos. Se fue forjando la historia hasta este hermoso presente que tiene. 

-Mencionaste al público, al fanático, ¿qué tiene de especial el hincha de Quimsa?

-Creo que en ese entonces al conseguir el ascenso a La Liga se empezó a forjar la relación de la gente de Santiago con el club. La gente automáticamente se empezó a hacer hincha y el cariño comenzó a crecer. Constantemente se nos recuerda. En la fecha de los 30 años justo retiraron mi camiseta N° 8, así que la verdad es un orgullo muy grande para mí. 

En el marco del festejo por los 30 años de vida del club, en agosto del año pasado, Fernando Small fue homenajeado con el retiro de su camiseta N°8. 

-Ahora que ves al club dónde está, bien posicionado en La Liga, con títulos en la máxima categoría, ¿qué sentís?

-Gracias a Gerardo (Montenegro) que nunca se detuvo, siempre fue por más, Quimsa siguió formando grandes equipos y creo que hoy es uno de los más reconocidos del país. Así que como santiagueño y como ex jugador de la institución me siento orgulloso. 

"Los dos ascensos me marcaron. A mí y al club, esos serían los recuerdos más importantes que tengo", sostiene Fernando Small, quien actualmente es Director Deportivo del club Juventud y por fuera del básquet tiene un local gastronómico.