La histórica incursión de Los Infernales en la fase Regular de la Temporada 17/18 de La Liga llegará a su final mañana cuando reciba a Quilmes de Mar del Plata en el estadio Delmi. El partido, además de significar una nueva invitación a los salteños para disfrutar de buen básquet nacional en la plaza local,  servirá como preparación mental y deportiva para el gran desafío que le espera a Salta Basket: la permanencia en la primera categoría del básquetbol argentino. Por el lado del visitante, necesita ganar para salvarse del playout o esperar que Ferro no supere a Hispano.

Salta afrontará este choque tras una importante victoria conseguida ante Regatas de Corrientes en tiempo suplementario el domingo pasado, resultado que sirvió como envión anímico en el que demostraron que pueden revertir partidos; en tanto que Quilmes llegará luego de caer como visitante en la casa de Obras Basket. Los cerveceros arriban con la imperiosa necesidad de obtener un buen resultado que los exima de tener que volver a enfrentar a Los Infernales por el descenso.

La cita de mañana será a las 21.30 en el polideportivo Delmi, donde Los Infernales esperan todo el apoyo de la gente como lo hizo hasta el momento, en las buenas y en las malas, ya que la de mañana será la previa para lo que sigue, sin dudas una prueba de fuego para los que estén adentro pero también para los que están afuera de la cancha, alentando y acompañando el proyecto que marcó un antes y un después en la historia naranja de Salta, provincia que demostró con creces estar a la altura de las mejores plazas del país. 

Una ausencia importante que tendrá el equipo local será la del norteamericano Ricky Harris, goleador infernal, quien se convirtió en padre recientemente y debió viajar a su país de origen, Estados Unidos, para acompañar a su mujer y recibir a su hijo.

Informe: Prensa Salta Basket