Entre los obsequios entregados, destacaron una camiseta de básquet del Ciclón y un fragmento del histórico Viejo Gasómetro, elementos que conectaron al Papa con su amor por el club de Boedo y su infancia como hincha.

El momento clave llegó cuando Moretti le pidió al Papa su aprobación para que el nuevo estadio en Boedo lleve su nombre. La propuesta, votada en 2016 por la ex Comisión Directiva y ex Asamblea del club, fue iniciativa de Adolfo y Diego Res, pero hasta este día en Roma, el Santo Padre nunca había recibido formalmente la solicitud. Sosteniendo emocionado una camiseta alusiva al futuro estadio de fútbol, el Papa Francisco, Cuervo de nacimiento y seguidor del básquet, aceptó con humildad y alegría que el estadio sea bautizado en su honor.

Además, la delegación le entregó una camiseta retro con la estampa de su ídolo René Pontoni, la cual llevó al Papa a rememorar historias de su juventud y de cuando Jorge Bergoglio era un hincha más. Sin embargo, uno de los momentos más simbólicos fue cuando el Papa firmó una camiseta azulgrana y se la devolvió al presidente de la institución, para que sea patrimonio de todos los Cuervos.

La reunión se extendió por más de cuarenta minutos, donde también conversaron sobre el presente y futuro del club. El director de Desarrollo, Nazareno Navone, le explicó al Papa los detalles del proyecto de financiación para el nuevo estadio. Acompañaron al presidente, el vicepresidente primero Néstor Navarro, el empresario Martín Gándara y el encargado de marketing, Luis Britos.

Fue un día inolvidable en el Vaticano para San Lorenzo.

Informe y fotos: Prensa San Lorenzo.