La última campaña demostró que Boca, el histórico club que fue tres veces campeón y tres veces subcampeón de la Liga, está de vuelta. Después de coquetear con el descenso durante varias campañas, el Xeneize recuperó el protagonismo perdido y volvió a meterse entre los cuatro mejores de la máxima categoría después de siete años. El trabajo de Gonzalo García fue brillante en un equipo que finalmente cayó frente al subcampeón Quimsa en las semifinales. Más allá del desenlace, el balance del combinado azul y oro fue más que satisfactorio. 

De cara a 2021-22, la formación de García no dará un paso atrás e irá en busca de un título. Tras los movimientos en el último mercado, Boca aparece como uno de los mayores candidatos de cara al Súper 20 primero y rumbo a la Liga Nacional después. El elenco Xeneize consiguió retener a gran parte de su plantel y sumó refuerzos puntuales que, al menos en los papeles, lo proyectan como un inevitable protagonista. 

"La idea fue desde un principio la de un proyecto a mediano y largo plazo. Por eso la intención de renovar el grueso del plantel para mantener ese proceso y siempre con los objetivos altos. Queremos tener como piso la temporada que pasó. El objetivo de Boca es ambicioso desde el primer momento, entonces la idea de armar un plantel altamentente competitivo está desde un principio", advirtió el propio García en una entrevista con Prensa AdC. Otra vez bajo las órdenes de García, las huestes azules y oro ya están alistadas para ir en busca de la gloria. 

Uno de los entrenadores más laureados del básquet argentino recopila pergaminos que lo catapultan como uno de los mejores en la historia del deporte nacional. Su palmarés es incuestionable: consiguió tres ascensos a la máxima categoría -Libertad, Gimnasia y Esgrima La Plata y Olímpico-, celebró un Súper 8 con Libertad, un Súper 4 con Gimnasia y dos Ligas Nacionales con San Lorenzo, además de dos Ligas de las Américas. Su nombre es sinónimo de seriedad y una garantía para cualquier club que decida contratarlo: "Me siento cómodo en los procesos largos. En ir armando equipos como para llegar a un gran destino". 

Tras la salida de Guillermo Narvarte, el ex asistente de Rubén Magnano y Sergio Hernández en la Selección reconstruyó rápidamente a un Xeneize que en un abrir y cerrar de ojos recuperó ADN histórico. Sumamente competitivo, el balance fue más que positivo para una primera campaña en la que Boca compitió ante todos y fue capaz de meterse en el top cuatro junto a San Lorenzo, Quimsa y San Martín de Corrientes. 

Boca mantendrá una fisonomía similar a la de la última temporada, según se definió el propio García: "Me gusta jugar de esta manera, creo en el juego por conceptos, en un juego inteligente, no tanto de ida y vuelta. No estoy contando las posesiones. Trato de que jueguen al básquet, que tengan lectura. No creo que sea distinto a cualquier otro entrenador, creo que todos pretendemos lo mismo. Que nuestros equipos jueguen en ofensiva solidariamente, que todo el mundo tenga participación, que no se sobrecargue en un jugador en particular y que en defensa sea agresivo, con impronta. Hay entrenadores que tienen más variabilidad táctica en la defensa, yo soy más conservador pero en líneas generales todos buscamos lo mismo". 

En cuanto al elenco de la última temporada, Boca tendrá la posibilidad de sumar mayores recursos desde el perímetro al haber sumado a jugadores capaces de darle una nueva dimensión con su tiro exterior además de una pareja de interiores que le dará mayor presencia anotadora en la pintura: "Podemos arriesgar un poco más en los tiros de tres puntos y creo que tenemos un juego interior que ofensivamente puede ser más poderoso", analizó García horas antes de comenzar su nueva aventura.  

Cuerpo técnico:

• Carlos Duro (asistente) 
• Gonzalo Pérez (scouting y estadística avanzada)
• Marcelo López (preparador físico) 

Altas: Leandro Vildoza (Regatas), David Nesbitt (Minas Tenis Club, Brasil), Tomás Cavallero (Benicarló, España), Eloy Camacho Vargas (Flamengo, Brasil), Kevín Hernández (San Lorenzo).

Bajas: Ángel Arévalo (Zárate Básquet), Pablo Aaron (Lanús), Agustín Facello (San Lorenzo), Martín Leiva (Riachuelo), Nicolás de los Santos (Oberá), Tavario Miller y Tonny Trocha. 

Siguen: Manuel Buendía, Leonel Schattmann, Adrián Boccia, Ignacio Berrios, Federico Aguerre, Nicolás Burgos, Juan Cruz Conte Grand, Juan Guerrero, Manuel Rodríguez Ortega y Santino Romegialli. 

Boca puede colgarse varias medallas durante este último mercado de pases: fue capaz de mantener gran parte de su base y además incorporó nombres propios que, además de matizar las pocas bajas de peso que sufrió, le permitirán dar un salto de calidad en dos aspectos fundamentales como el tiro de tres puntos y el goleo en la zona pintada. 

La baja más sensible en la estructura de García es la de Nicolás de los Santos, quien se marchó a Oberá Tenis Club. El bahiense decidió mudarse en busca de nuevos objetivos y el Xeneize vio cómo se desarmaba su dupla con Schattmann. La media cancha entre dos jugadores que se conocían de memoria fue uno de los grandes argumentos para un equipo protagonista que volvió a ser competitivo. 

Para suplir la ausencia de De Los Santos, Boca no dudó y fue en busca de una garantía como Leandro Vildoza. En la previa, confirmados los movimientos, García había analizado sus ventajas y desventajas: "Había una comunión muy grande entre De Los Santos, Schattmann, sumado a Aguerre también que han jugado mucho tiempo juntos. A Nico lo dirigí durante cinco temporadas así que había un conocimiento que ayudaba a adelantar situaciones. En ese caso si vamos a perder en un principio, por contrapartida creo que la llegada de Leandro nos va a dar explosividad. Es un jugador con mucho carácter, con un tiro importante de mediana y larga distancia y que año a año a demostrado estar entre los mejores bases de nuestra competencia". 

Kevin Hernández, quien se había lucido como una pieza importante en la rotación del San Lorenzo campeón, también se sumó a la disciplina de García y tendrá un rol preponderante en este Boca que además repatrió al interesante Tomás Cavallero y a una dupla de extranjeros que le darán mayor profundidad como Nesbitt y Vargas. En La Ribera se erige un candidato.