Fiel a la filosofía que supo cosechar durante su historia, campeón en la 2005/06 y finalista en la 14/15, Gimnasia viene de una temporada en la que alcanzó la instancia de cuartos de final. Perdió en aquel entonces contra Boca por un contundente 2-0, después de una temporada muy buena en la que finalizó en la quinta posición de la fase regular con más del 60% de efectividad en el calendario. Más allá de un perfil siempre modesto, el Mens Sana es uno de los grandes animadores de la competición y este año no será la excepción.

El proyecto deportivo tiene una idea clara y así lo supo reflejar año tras año. Villagrán, entrenador hijo de la casa y dueño de un estilo muy propio, repetirá una buena base de jugadores donde el gran referente es el capitán Diego Romero, un histórico. Ligado a este grupo de jugadores que ya está identificado con los colores de la institución, se reforzó con algunos buenos nombres pero sin perder su esencia y armando un plantel de jerarquía.

En eso estará apoyado, y en base a la experiencia que tiene ya confirmada, con jugadores que absorben la identidad del club. Sosteniendo esa estructura, y más allá de haber sumado a varios jóvenes también, se entiende que el objetivo del equipo no cambiará respecto a los últimos años. En el paso a paso de ser competitivo, buscará ser protagonista y es sabido que Gimnasia es uno de esos equipos que siempre va de menor a mayor en la temporada.

Martín Villagrán 

Martín Villagrán va por su quinta temporada consecutiva al frente del equipo, y a eso hay que agregarle que previamente había sido asistente en otras seis temporadas con Gonzalo García como entrenador principal. Esto no sólo es algo inusual porque habla de un proyecto bien cimentado, sino que además los resultados están a la vista para un coach que condujo a su equipo siempre a puestos de privilegio, alcanzando los octavos de final tanto en la 17/18 como en la 18/19, marchaba 3° en la interrumpida 19/20 y en la pasada 20/21 llegó a cuartos.

Como viene sucediendo año tras año, Gimnasia apuntará a un juego dinámico con un buen enfoque en el trabajo defensivo con la idea de tener variantes en ataque, ya sea desde el juego estacionado como también en la dinámica. Y esa versatilidad que ofrece lo hace un equipo con muchos puntos fuertes, con tiro exterior, que puede correr bien la cancha y que tiene injerencia en el juego interior. Completo. 

El básquet vistoso es algo que siempre caracterizó a los comodorenses. Un equipo que juega a pasarse el balón, con buenas transiciones, correcto en el traslado y además resulta efectivo porque suele tomar decisiones correctas. Esto último, esa eficiencia, quedó reflejada en la última temporada donde fue uno de los mejores equipos en el rubro. Todo esto puede verse incrementado con las incorporaciones que hizo, por el mismo perfil que tienen los jugadores que integró a su sistema pero sin dejar de salirse de su filosofía general.

Cuerpo técnico:

• Asistente: Raúl Aguilar
• Asistente: Martín Yangüela
• Preparador físico: Claudio Pessolano
• Kinesiólogos: Fernando De Brito / Juan Manuel Hernández
• Jefe de Equipo: Alejandro Paincho
• Utilero: Marcelo Guitin

Altas: Facundo Vázquez (Platense), Roberto Acuña (San Lorenzo), Agustín Barreiro (Zentro Basket de Madrid - LEB Plata España), Ayan Carvalho (Depo Viedma – Liga Argentina), Nicolás Bessio (Stockolmo y Trouville, Metropolitano y LUB respectivamente) y Ramiro Stehli (Los Indios de Moreno).

Bajas: Juan Manuel Rivero (Comunicaciones de Mercedes), Jonatan Treise (Oberá TC), Franco Giorgetti (Goes - Uruguay), Juan Fernández Chávez, Miguel Ruiz, Phillip Wheeler.

Siguen: Diego Romero, Sebastián Vega, Sebastián Orresta, Yoanki Mencia, Franco Ferraría.

Mantuvo su base de la temporada pasada y concretó un par de llegadas interesantes. Con el ADN de su entrenador Martín Villagrán, la idea no variará. De su columna vertebral siguen tres piezas claves: el capitán Diego Romero en la zona pintada, Orresta en la base y el siempre rendidor Seba Vega en el 3. Logró sostener parte de su base, un elemento fundamental para continuar y extender las buenas sensaciones de la campaña anterior.

En contrapartida tuvo que suplir las salidas de algunos otros jugadores de mucha experiencia, como son los casos de Pitu Rivero, Treise, Fernández Chávez y Giorgetti, este último siendo una de las grandes figuras del equipo durante el último año que decidió marcharse con destino a Uruguay. Perdió jugadores que no sólo le brindaban mucho al equipo desde el juego, sino también desde la identidad que representaban para la institución.

Pero la otra realidad es que hizo un interesante mercado de pases y consiguió jóvenes talentosos. Concretó el arribo de Facundo Vázquez tras una gran temporada en Platense, logró el retorno al club del Toro Acuña que viene de ser campeón con San Lorenzo, repatrió al Pipi Barreiro que llega tras un año en el ascenso español, y sumó a una linda apuesta como Ayan Carvalho, una de las figuras más interesantes en los últimos años de Liga Argentina.