Impulsado en la sana costumbre de procurar todos los recursos para brotar como un animador del hábitat, Instituto se alista para una nueva aventura en la Liga Nacional, la séptima temporada consecutiva desde su último ascenso, con las ilusiones renovadas. La Gloria tomó nota del andar irregular de la reciente edición (perdió en cuartos de final ante San Lorenzo) y abordó un importante proceso de reestructuración. 

Inmerso en esa búsqueda, la institución cordobesa activó la reconstrucción con la apuesta por un entrenador pujante, joven y moderno como Lucas Victoriano, que ya acumuló experiencias muy positivas en sus recientes desafíos en Regatas Corrientes y Estudiantes Concordia. Con el aterrizaje del ex Real Madrid se encadenaron fichajes muy auspiciosos, con elementos de enorme jerarquía como Romano, Gallizzi y Copello, además de la apuesta por el talento joven de Elías o la pericia de Whelan y ni hablar de las evoluciones de Cuello y Chiarini. Todo este contexto invita a pronosticar un tránsito potente de Instituto en la competencia, motorizado en el anhelo de protagonizar y entreverarse en los puestos encumbrados.

Lucas Victoriano

De excelso basquetbolista, un adelantado en la época con esa mixtura entre armador y definidor de jugadas, Lucas Victoriano saltó al universo de la dirección técnica y en un corto plazo demostró sus capacidades. Tras su master en aquella experiencia como asistente de Silvio Santander en Quimsa, el tucumano gestionó un proceso muy auspicioso en Concordia que lo catapultó al siempre prestigioso Regatas. Ahora, el coach se subió a este reto importante en su trayectoria como comandar los hilos de Instituto.

Dentro de los rasgos bien definidos de Lucas, este modelo de la Gloria seguramente repetirá esa tendencia a disponer de una rotación bien profunda, con la intención de mantener la energía alta con diez o once jugadores en constante actividad. La intensidad en defensa se configurará en un factor clave, ya que le permitirá desarrollar un ataque más vinculado a los conceptos que al estacionado. 

En todo ese entramado de ideas, Victoriano pondera como un eje la estimulación de la confianza a los jugadores, por eso le describió a LNB: “Procuro darles las herramientas todos los días para que tengan capacidad de resolución, para lo cual hay que entrenar mucho, porque me gusta que todo lo que va a suceder en el partido lo hayan trabajado, que nada los sorprenda. Eso parece fácil de explicar, pero difícil de aplicar”. 

Cuerpo técnico:

• Entrenador: Lucas Victoriano.
• Asistente: Ignacio Barsanti.
• Preparador físico: Fernando Suarez
• Utilero: Silvio Vega 
• Jefe de equipo:Federico Fernández.
• Cuerpo Médico: Hernán Quiroga, Bruno Pellegrino, Florencia Infante Cardenas, José Ghirardotti y Alejandro Luna.

Altas: Lucas Victoriano (DT), Gastón Whelan (Olímpico), Nicolás Copello (Quimsa), Nicolás Romano (San Lorenzo), Tayavek Gallizzi (Regatas Corrientes), Federico Elías (Bahía Basket), Cristian Amicucci (La Unión de Formosa), Mariano Fierro (Comunicaciones de Mercedes) y Santiago Bruera (Atenas de Patagones, Liga Argentina).

Bajas: Pablo Espinoza (Riachuelo), Santiago Scala (Franca, Brasil), Lucas Reyes (Hispano Americano), Ignacio Alessio (Tabaré, Uruguay), Ronald Jackson y Juan Brussino (Quimsa).

Siguen: Martín Cuello y Mateo Chiarini.

Instituto salió al mercado para rearmar prácticamente su plantilla de cero, con una renovación profunda. Claro que el elenco cordobés agudizó su ingenio para seducir a fichajes de excelsa calidad y así logró sumar a nombres rutilantes como Nico Romano (campeón con San Lorenzo), Tayavek Gallizzi (probablemente el mejor interno nacional) y Nicolás Copello (de gran evolución en Quimsa). No obstante, la Gloria fue por más y consiguió a uno de los jóvenes más prometedores del país y se llevó a Federico Elías. 

Además, Victoriano repatrió a dos elementos interesantes, ya que regresaron un base recontra comprobado como Gastón Whelan y un interno siempre rendidor como Cristian Amicucci. Como si fuese poco, los cordobeses consiguieron las renovaciones de dos perimetrales sólidos y garantidos como Martín Cuello (que asegura una media altísima de puntos) y Mateo Chiarini. Y como frutilla del postre, en breve se acoplará Mariano Fierro, con toda su versatilidad y dominio del juego aéreo. En definitiva, Instituto edificó una tripulación con variantes y una gama variada de recursos, que puede despertar la envidia de muchos clubes en la Liga.