Informes Especiales · 04 de Abril de 2020
Deportivo Roca 1992/93, el primer campeón
Se van a cumplir 27 años del histórico logro de Deportivo Roca, que en 1993 se convirtió en el primer campeón de la categoría. Junto a Pablo Coleffi, entrenador de aquel equipo, recordamos una emocionante campaña que sigue y seguirá en la memoria de todos.
Por Lucas Leiva
Deportivo Roca es uno de los grandes equipos parte de la rica historia de la nuestra Liga Nacional. Seis años en la elite dentro de su historial y un recorrido ejemplar, destacando que entre uno de sus grandes logros es la forma en la que llegó allí, con la obtención del ascenso al consagrarse campeón del primer TNA, en la temporada 1992/93. Este año se cumplirán 27 años de aquella epopeya.
En el recuerdo quedará este hito único, no solo por el título y la importancia del mismo para el básquet de la región, sino también por haber sido el primer ganador de la categoría. En aquel entonces, para esa temporada una dirigencia trabajadora terminó armando un equipo que, para sorpresa de muchos, inclusive de algunos propios, terminó haciendo mucho ruido en el torneo.
Como técnico al mando, el grupo dirigencial apostó por un muy joven Pablo Coleffi, que en aquel entonces tenía 27 años. Y como decíamos, Roca tampoco se imaginaba vivir lo que luego sucedió a través de la temporada, por lo que estamos ante una dupla que en un principio fue una especie de lotería para ambos lados, pero que con el esfuerzo, el trabajo y el sacrificio terminó dando una alegría histórica para la ciudad, la provincia y la región.
"Deportivo Roca fue algo muy importante en mi vida, por todo lo que significó y porque deportivamente gracias al Depo tuve ese espaldarazo para después poder dirigir otros clubes de importancia en Argentina. Es muy cómico el inicio. Yo me casé el 9 de agosto de 1992, y la primera noche de luna de miel la pasé en un hotel en Roca porque los dirigentes me habían contactado, yo me estaba yendo para Chile pero la engañé a mi esposa, ex esposa hoy, diciéndole que parábamos en Roca para descansar pero en realidad me estaban esperando los dirigentes para hablar del equipo y demás. Así que mi primer noche de luna de miel estuve reunido con los dirigentes (risas). Fuimos a Chile, y después cuando volví firmamos el contrato. Ellos apostaron a un técnico joven y yo a un lugar que no conocía, y la verdad es que nos salió muy bien", recuerda Coleffi como anécdota inicial de aquella gran aventura.
Tal y como decíamos, aquel equipo sorprendió porque se armó de forma modesta pero terminó logrando la gloria máxima. Entre otros jugadores, vale destacar la presencia de Leandro Ginóbili, Diego Casemayor, Néstor Crivaro, Leopoldo Ruiz Moreno, Eduardo Mazzela, Paulo Graffigna, Santiago Vesco, Sergio López, Luis Emiliani, Tomás Pagano y Ariel Lima. Así recuerda Coleffi la confección del plantel.
Casemayor elevándose ante Suppi y Forrest, en las semis ante Madryn (Foto: Prensa Deportivo Roca / Diario Río Negro)
"Empezamos a armar un equipo donde la realidad es que no había mucho dinero. Contratamos al Chino (Fabián) López, al Burro (Néstor) Crivaro, Diego Casemayor, Leandro Ginóbili, el Pájaro (Eduardo) Mazzela, y después algunos chicos que dimos en la tecla, porque estaba el Cachorro (Eduardo) Martínez de Mendoza y Leopoldo Ruiz Moreno de Paraná, dos jugadores que fueron muy importantes en la rotación", comenzó relatando el entrenador.
"También estaba el americano Darryl Parker, que ya había jugado en Roca en los años 80, y si me preguntás de qué jugaba te diría que de nada y de todo, porque era un 2 que podía jugar de 3 pero podía jugar de 1 si se complicaba el traslado y de 4 en el TNA también me servía... era un jugador polifuncional que jugaba muy bien, pero lo más importante de todo es que encajó dentro del grupo y que fue excelente", agregó el bahiense.
"Anecdóticamente te digo que también jugaba Martín Soria, que hasta hace poco fue el Intendente de Roca y candidato a Gobernador de la Provincia de Río Negro; y Alejandro Palmieri que es actualmente el Vicegobernador de Río Negro", dice Coleffi, que cada vez que regresa a la ciudad confiesa ser muy bien recibido y que la gente todavía recuerda aquella epopeya.
El recorrido se inició en el invierno del 92, y si bien en la previa el equipo no estaba dentro de los favoritos y el objetivo era ser competitivos, fue ganándose más y más adeptos con el paso de los partidos, los triunfos y sobre todo el buen básquet que desplegó, atractivo para los espectadores. En poco tiempo ya pasó a jugar a estadio lleno, el poli municipal quedaba chico ante la convocatoria masiva y todos disfrutaron de un equipo largo y equilibrado.
"La temporada la arrancamos normal, ganábamos de local, perdíamos de visitante, a veces ganábamos de visitante, y nos manteníamos en una posición expectante. Sumado a esto la gente empezó a ir a la cancha, estaban conociendo al equipo, tenía una gran entrega y eso le gustaba a la gente, pero más que eso jugaba muy bien al básquet. ¿Por qué jugábamos bien? Creo que se alinearon los planetas (risas). La verdad es que había mucha predisposición de los jugadores, se entrenaba muy duro y empezamos a hablar entre nosotros que el equipo podía ir a más", profundiza Coleffi.
La temporada arrancó el 2 de octubre con victoria sobre Petrolero de Plaza Huincul y desde entonces no se detuvo. En la primera fase, con partidos de ida y vuelta dentro de la Zona Patagónica, terminó con un balance casi perfecto, en un grupo que compartió junto con Pico FC, Independiente de General Pico y Petrolero.
Ya en la segunda etapa y dentro de la Conferencia Sur, el Depo terminó segundo en la zona, detrás del puntero Siderca (contabilizó un balance de 9 triunfos y 5 derrotas, con una previa primera fase con registro de 5-1) y clasificándose apenas medio punto por encima de River, que finalizó la regular tercero. En la Norte, Unión Progresista y Olímpico lideraron esa zona.
Casemayor contra Wilson en la victoria ante Independiente en la final (Foto: Prensa Deportivo Roca / Diario Río Negro)
Conseguir el segundo puesto del Sur le permitió a Roca pelear una pequeña llave para definir los puestos del 1 al 4 de la general, donde le ganó una tremenda serie a Olímpico, un equipazo con históricos como Miguel Cortijo y Esteban Camisassa dentro de sus filas. Tras esa victoria ante los bandeños (3 a 1), terminó tercero en la tabla global. En la otra llave, Progre le ganó a Siderca 3 a 0 y fue el primero de la general.
"Empezamos a ganar bastante, terminamos muy bien la fase regular y en la clasificación final del Norte y el Sur quedamos terceros. Recuerdo que primero quedó Unión Progresista con el Colorado Wolkowyski, segundo quedó Siderca con (Walter) Guiñazú y terceros nosotros. Tuvimos la suerte de que cuando empezaron los playoffs a nosotros nos tocó un rival muy duro que fue Olímpico de La Banda, con ventaja nuestra... Olímpico tenía a Cortijo, Camisasa... un equipazo de nombres. Y les ganamos 3-1", relata el entrenador.
La fortuna favoreció al Naranja, que tras ganarle a Olímpico tuvo una durísima serie contra Pico FC. Le ganaron 3 a 2, y ahí fue como se dio un poco de ese guiño del destino, ya que más allá del importante rendimiento que venía mostrando el Depo, se sumó el hecho de que el resto de los otros clasificados entre el 1° y 4° puesto perdieron: Progre perdió contra Independiente de Pico (3 a 1); Siderca cayó contra Deportivo Madryn (3 a 2); y Olímpico quedó eliminado frente a River (3 a 1). El único del top 4 que sobrevivió a esos cuartos de final fue Deportivo Roca.
Coleffi recuerda: "En ese momento quedan eliminados Unión Progresista y SIDERCA, con lo cual el cabeza de serie número 1 pasamos a ser nosotros. Ahí empezamos a tener ventaja de campo siempre, y eliminamos primero al Pico Fútbol de Jaule 3-2; después eliminamos a Deportivo Madryn en semifinales, ellos también teniendo un equipazo; y por último la final la jugamos con Independiente de Pico".
Contra Madryn fue otro duro choque en semis, victoria para Depo por 3 a 2 y con triunfo por 85-80 en el partido que definió la serie. En los de Madryn podemos mencionar algunos nombres recordados como Mario Milanio o Manuel Forrest, pero Roca ganó y terminó llegando así la definición por el título y el primer ascenso. El rival iba a ser Independiente, que venía de dejar en el camino tanto a Unión Progresista en cuartos como así también a River en semifinales (3 a 2). A los roquenses les esperaba una fiesta contra el Rojo.
Independiente, que posteriormente también ascendió por vía de repechaje por segundo ascenso (victoria sobre Independiente de Neuquén, que bajaba desde la A), tenía jugadores como Pablo Lamare, Marcelo Chicho López, Carlos Bualó, Michael Wilson o Gustavo Ghione, dirigidos por el riojano Mario Guzmán.
Lea Ginóbili lanzando ante la marca de Portinaro (foto: Prensa Deportivo Roca / Diario Río Negro)
Volviendo al Depo Roca y con ventaja de localía, los dirigidos por Coleffi se llevaron los primeros dos triunfos de locales ante Independiente, primero por 101-82 y luego por un emocionante 82-81. Luego, de visitantes en Pico, no le dieron posibilidad de descontar a su rival y se llevaron la serie sentenciándola por un enorme 92-86. Aquella noche del 14 de mayo de 1993 se desató un festejo histórico, memorable para todo Roca y todo ese plantel que quedó y quedará grabado por siempre gracias a tremenda gesta heroica.
"Terminó siendo a mi criterio el hecho deportivo más grande de la ciudad de General Roca porque cuando volvimos esa noche, llegamos a la mañana temprano, y desde Villa Regina ya había coches en la ruta con banderas naranjas del color del club, esperándonos al costado de la ruta. Así que a paso de hombre la Ruta 22 fuimos con el colectivo, llegamos y la autobomba nos paseó por toda la ciudad, y fue una fiesta difícil de olvidarla porque no solamente yo sino todos los integrantes de ese equipo fuimos muy felices por cómo nos trató la gente y a los dirigentes creo que les creamos un problema porque la verdad es que no tenían pensado ni por las tapas ganar la liga (risas), pero fue así como ascendimos y había que jugar la A, con todo lo que eso implica", recuerda Pocha Coleffi sobre todo lo que representó para la región aquel logro.
En varias oportunidades se dijo que la histórica temporada 92/93 del Depo tuvo dos grandes equipos; el que todos pudieron ver dentro de la cancha conformado por jugadores más cuerpo técnico, y otro mucho más silencioso fuera de ella pero igual de laburante, aquel grupo de dirigentes que trabajaron de forma incansable. Coleffi rememora y valora eso.
"Los dirigentes, la gente y todo el grupo que se armó ese año, eran fenomenales porque no había ningún potentado, eran todos laburantes. Me acuerdo que me hicieron poner canas verdes, engranar y enojar (risas), pero no podía decir nada porque sabía el esfuerzo y la dedicación que le ponían. A las 7 de la tarde terminaban de laburar, se juntaban en un café en el centro, yo terminaba de entrenar y me iba a reunirme con ellos en ese café y les daba las novedades del día. No había una sede fija, sino un café... en la vereda, tomando un café era como se tomaban las decisiones. Muy buena gente la de Roca, tanto los dirigentes como la gente", explica.
Y la ciudad se terminó convirtiendo también en un lugar de mucho regocijo para todos. "Pasaron 27 años de aquella vez y cada vez que voy a Roca me tratan muy bien. Fijate el vínculo que hay con ese equipo que Ruiz Moreno se quedó allá y se casó con una chica de ahí; Diego Casemayor también se casó con una chica de ahí y se quedó; Lea Ginóbili se trajo para acá a Bahía a su mujer pero es una chica de Roca. Imaginate lo que representa para nosotros Roca que fue una ciudad que nos contuvo, nos mimó y nos trató muy bien", añadió Coleffi.
Así fue como Deportivo Roca se metió en la parte grande de la historia de la categoría, consagrándose en la primera edición del certamen para la 92/93. Aquel plantel, un equipo de hombres que arrancó con bajo perfil pero que a fuerza de juego y resultados se ganó el corazón de todos, se llevó la primera estrella de nuestra historia y son parte de una leyenda, una leyenda que seguirá viva por siempre.