Pichi Campana, bajo la lupa de @LaLigaData
El 19 de mayo de 2004, luego de la derrota de Atenas frente a Gimnasia (LP) por un ajustado 85-82 en el quinto y último partido semifinal, Héctor Oscar Campana le puso punto final a su carrera. Javier Domínguez nos regala un imperdible repaso de la carrera de Pichi.
Por Javier Domínguez
Mayo es un mes de grandes recuerdos en la Liga Nacional. En este mes se juntan el aniversario de los 63 puntos de Andrew Moten (2 de mayo de 1993) con el de los 30 rebotes de Ariel Scolari (11 de mayo de 19889), récords históricos con pinta de imbatibles. Pero este mes también quedó marcado como el de la despedida de varias de las grandes figuras, desde Emanuel Ginóbili, que jugó su último partido de Liga un 1 de mayo de 1998 para luego armar las valijas y mudarse a Europa, hasta Marcelo Milanesio y Leo Gutiérrez, dos de los grandes símbolos de nuestra competencia, que colgaron las botas un 13 de mayo. Y hoy toca hablar de otro de los retiros estelares: el 19 de mayo de 2004, luego de la derrota de Atenas frente a Gimnasia (LP) por un ajustado 85-82 en el quinto y último partido semifinal, Héctor Oscar Campana le puso punto final a su carrera y dejó un vacío de esos que no se llena con facilidad. De hecho, aún hoy sigue tan vacío como hace 16 años.
En el instante siguiente al retiro de Pichi comenzó la carrera para ver quién podrá acercarse a los 17.359 puntos que anotó en sus 785 partidos distribuidos en19 temporadas de Liga. Si se tiene en cuenta que son apenas 16 jugadores los que llegaron a 10.000, y que apenas cuatro jugadores activos están a menos de 10.000 de Pichi (Paolo Quinteros, Martín Leiva, Jonatan Treise y Luis Cequeira), es imposible imaginar que alguien pueda amenazar esa condición de goleador histórico, como mínimo, por los próximos 10 o 15 años.
Campana debutó en la Liga a los 21 años. Fue el 14 de marzo de 1986, con la camiseta del Sport Club de Cañada de Gómez que dirigía León Najnudel y, paradójicamente, frente a Atenas, el equipo con el que ganó seis de sus siete títulos. En su presentación terminó con 33 puntos y su equipo se impuso por 111 a 93 en el estadio Florencio Varni. Toda una señal de lo que Pichi demostraría a lo largo de su enorme trayectoria.
El camino de Pichi hacia el techo de los goleadores
Cuando terminó su primera temporada, la de 1986, Campana había sumado 745 puntos y estaba 39º en la incipiente tabla histórica de anotadores, sobre 285 jugadores. Al final de la segunda, ya con la camiseta de Atenas, con solo 17 partidos disputados sobre los 37 de su equipo (una rotura de ligamentos de la rodilla izquierda lo dejó varios meses inactivo), llegó al puesto 31º (1.142 tantos). Y al cierre de la temporada de 1988, con el bicampeonato en el bolsillo y listo para armar las valijas para mudarse a River, ya estaba 19º (1.753).
Después de su primer año en Núñez, Pichi ya estaba a las puertas del Top 5. Con asistencia perfecta (jugó los 35 partidos), se convirtió en el primer nacional en superar los 1.000 puntos en una temporada (hasta allí lo habían logrado el uruguayo Wilfredo Ruiz -Estudiantes de Bahía- y el estadounidense Leon Wilson -Olimpo-). Terminó con 1.041 en el River que cayó en las semifinales con Ferro y quedó sexto en la historia. ¿Los cinco de arriba? Fefo Ruiz, Donald Jones, Luis “Chuzo” González, Marcelo Richotti y Marcelo Milanesio.
Pichi llegó a la cima de la tabla de goleadores en su segunda liga en River, justo antes del Mundial de 1990. Fue un logro personal que quedó opacado por el mal desenlace para su equipo, que descendió al TNA. Campana terminó esa temporada con 44,2 puntos de promedio, con 20 de los 26 partidos anotando por encima de los 40, y nueve con 50 o más. El bonus track fue el récord para un jugador nacional (en aquel momento era la máxima absoluta): 62 tantos en la derrota de su equipo ante Sport Club por 107-96.
En la 90/91, antes de cumplir los 27 años, se convirtió en el primero en superar la barrera de los 5.000 puntos. En su única temporada en Peñarol (95/96) ya tenía más de 10.000, y cuando llegó a Boca (2001/02) pasó los 15.000. Hoy, los más jóvenes dentro del top 100 (el corte son los 5.110 puntos de Gabriel Darrás) tienen 32 años: Nicolás Romano (47º con 7.087), Nicolás De los Santos (69º con 6.010), Nicolás Aguirre (76º con 5.893) y Alexis Elsener (90º con 5.495).
Con GEPU le ganó la definición a Estudiantes de Bahía en la 90/91 y festejó su única liga fuera de Atenas. Y al final de esa temporada, en la que promedió 31,5 puntos por juego, acumulaba 5.390 en solo 184 partidos, una cifra que, si se hubiera retirado en aquel momento, igual lo mantendría hoy entre los 100 goleadores históricos: estaría 94º, a un punto de David Scott, quien jugó 272 partidos.
Dueño absoluto del número 1 del ranking de los goleadores históricos, Campana tuvo en total 12 partidos de 50 o más puntos. Todos encuentros pactados a 40 minutos y uno de ellos en suplementario (en esos 12 partidos sumó apenas 6 minutos de descanso).
Entre otros récords, Pichi también se destaca como el máximo anotador en un partido final: 52, con la camiseta de Atenas y frente a GEPU, en la 91/92. Jugó nueve series decisivas y ganó siete. Figura cuarto en el listado de partidos jugados con 46, por detrás de Leo Gutiérrez (64), Marcelo Milanesio (59) y Diego Osella (52), pero es el máximo goleador en definiciones de campeonatos, con 969 puntos (21,01 puntos por juego).
En el repaso de los rivales que más veces enfrentó Pichi Campana, los tres que se destacan son Estudiantes de Bahía (58 partidos jugados, 40 victorias y 18 caídas), Independiente de Pico (51, 29 y 22) y Ferro (47, 31 y 16).
En la tabla que sí va perdiendo terreno es en la de partidos jugados, donde su casillero quedó clavado en 785. A la hora del retiro escoltaba a su compadre, Marcelo Milanesio, que se había retirado en 2002 con 848 juegos. Cuando comenzó la 2019/20 ocupaba el puesto 14º, pero en lo actuado esta temporada lo superaron Alejandro Diez (805), Jonatan Treise (794) y Marcos Saglietti (786), para dejarlo 17º. Eso sí, de los 15 que lo superaron en el ranking de presencias, solo Leo Gutiérrez lo superó en porcentaje de triunfos. Al podio de esa mini tabla de 17 se suben tres cordobeses: Marcelo, con un 69,93% de victorias (593 sobre 848 partidos), Leo con el 68,44% (757/ 1106) y Pichi, quien llegó al 67,13% (527/785).
Campana como símbolo de Atenas
Además de lo que muestran los números globales de su carrera, y de que pasó por otros siete clubes a lo largo de su carrera en la Liga Nacional (31 partidos en Sport Club, 61 en River, 47 en Peñarol, 108 en Olimpia, 46 en GEPU, 93 en Boca y 4 en Banco Córdoba -se rompió el tendón de Aquiles derecho en el inicio del torneo-), Pichi Campana es sinónimo de Atenas. Esto se puede ver desde el lado del jugador, que ganó en el club seis de sus siete títulos, o del lado del club, que tuvo a Pichi en seis de sus nueve cortes de redes.
El máximo anotador de la Liga Nacional es cuarto en la tabla de presencias en el club, con 385 partidos, y ocupa la misma posición en listado de goleadores, con 7.946 (31 menos que Bruno Lábaque, el tercero), y en la de triples 634 (quedó a uno de Mario Milanesio).
Atenas, se sabe, es el único equipo que estuvo en todas las temporadas de la historia liguera, es el más campeón y el más ganador. Festejó en 1.113 de los 1.790 partidos que jugó (62,2% de triunfos). Pero hay dos datos que resaltan fuerte lo que significó el paso de Campana por el club y, más aún, la sociedad de Pichi con Marcelo Milanesio. Cuando se analizan los partidos que el escolta jugó en el equipo cordobés, surge que el balance fue de 287 victorias en 395 juegos (72,66%), Pero cuando a la fórmula se le suma la presencia del base, la curva incrementa aún más su pico: en 296 partidos de la sociedad, hubo 218 triunfos y 78 derrotas (73,64%).