Informes Especiales · 11 de Junio de 2020
Román Pérez, símbolo y leyenda de Gimnasia
Román Pérez es sinónimo de historia del deporte, del básquet en la ciudad comodorense. Fue el único jugador que vistió la camiseta de Gimnasia en todas las categorías hasta llegar a la elite. En la memoria del hincha, su juego, su trayectoria y su vínculo con la institución quedarán grabados a fuego por siempre.
Por Noelia Ortmann
La historia de Román Pérez y de Gimnasia tranquilamente podrían ir por el mismo camino. El jugador inició su vínculo con Gimnasia desde el preciso momento en que el club comenzó a dar sus primeros pasos para escribir su historia y trascender en el básquet argentino.
"Me crié en Comodoro y Gimnasia fue mi primer club. Empecé a los 17 años, en 1985. Yo era juvenil y recién comenzaba La Liga Nacional. Nosotros obviamente lo veíamos muy lejos el estar en La Liga. Cuando comencé a jugar en primera acá solo existía el torneo local, viajábamos con la Selección a jugar los Argentinos y en algún momento los dirigentes empezaron a ver la posibilidad de poder ascender. En esa época se jugaban Regionales primero, después pasabas a La Liga C y después a Liga B", cuenta Pérez.
Román Pérez en el equipo que disputó los Regionales
"Hicimos un primer intento de ascenso en el ´87, en donde no tuvimos suerte, y después volvimos a hacer otro intento en el ´88 y ahí si arrancó todo el camino hasta llegar a La Liga A. Gimnasia estuvo solamente un año en La Liga B. En el ´89 vino Daniel Allende como técnico y todo un grupo de grandes jugadores, la mayoría de Bahía. Se formó un equipo bastante competitivo, que en su momento era para cumplir el objetivo de mantener la categoría", relata el jugador histórico del conjunto comodorense.
Aquella renovación del plantel estuvo formada por Carlos De Battista, Alejandro Navallo, Jorge Ferrini, Martín Ipucha. Además del comodorense Levan Macharashvili y el extranjero Eric Ross.
Equipo Liga C
"Para nosotros mantener la categoría era suficiente y de golpe se fue dando todo. Te encontrás con situaciones que no esperabas. Nosotros pasamos de tener un público normal en las canchas a después estar desbordados, con mucha gente que se quedaba afuera, fue creciendo el entusiasmo y en un momento el Socios Fundadores no daba abasto para contener a las personas que querían ver los partidos y ni te cuento lo que fue la final. Para mí fue rápido, inesperado, un año maravilloso, se dieron muchos logros y situaciones que me dieron mucha satisfacción. Cuando yo empecé no existía el Socios, era simplemente un terreno que estaba al lado del mar, que con el tiempo se pudo construir", recuerda el gran capitán de "El Verde".
Un torneo local de la Asociación de Básquet de Comodoro Rivadavia lo homenajeó al llevar su nombre "Román Pérez"
-¿Qué recordás del acompañamiento de la gente, que lo mencionaste, de las Semis con Santa Paula, donde lograron el ascenso y de la Final, qué se te viene a la mente?
-Lo que recuerdo era el entusiasmo de la gente, de la prensa, había mucho apoyo de toda la ciudad, de toda la comunidad, y nosotros veníamos con un equipo que ganaba muchos partidos. Terminamos invictos de locales. Contra Santa Paula fue un playoffs complicado porque no pudimos ganarle en Santa Paula. Teníamos la ventaja deportiva, en esa época se jugaba el mejor de cinco, ganamos los dos partidos de local, perdimos los dos allá y nos llevamos el quinto en Comodoro.
El 13 de octubre de 1989, el conjunto "mens sana" lograba el ascenso a la máxima categoría tras vencer a Santa Paula de Gálvez en Semifinales en el quinto juego. Luego vencería a G.E.P.U. en la final y obtendría el título.
Equipo Liga B
-¿Cómo era jugar de visitante en esos momentos de la competencia?
-Las canchas tal vez no tenían tantas exigencias como tienen ahora, tenías al público muy encima. Te metían presión por donde podían. En el Socios había mucho público, era un ambiente muy cerrado, era presión también para los que venían, y aliento para nosotros. Fue una época muy linda.
-Como dijiste había también un aliento de toda la ciudad en general, no solamente del que era hincha...
-Fue uno de los primeros deportes que explotó. El fútbol y el automovilismo tuvieron sus buenos momentos. Pero el básquet, de venir de jugar torneos provinciales, encontrarse con la posibilidad de ascender a la máxima categoría era algo impensado. Hubo una explosión de toda la ciudad y en toda la zona, no solo de Comodoro, venía gente de Caleta Olivia, de Sarmiento, de Trelew a ver los partidos de Gimnasia, en toda la Patagonia era algo muy importante.
En la máxima categoría, La Liga Nacional
-Se estuvo hablando en las redes sociales de la posibilidad de retirar tu camiseta, como sucedió con las de Moldú y Cocha, ¿lo escuchaste, te gustaría?
-Sí, lo tomo como la iniciativa de algún periodista que lo puso en la mesa. No sé si lo merezco. Hubo muchos jugadores importantes, no solo en el ascenso sino durante todos estos años en La Liga, que quizás han dejado mayor valor agregado que yo. Es demasiado para mí, pero si llega a pasar estaría absolutamente honrado. El club siempre se acordó de mí, siempre me han hecho reconocimientos, me han dado placas, me invitan cuando se cumple algún aniversario, me invitaron a la final en 2006. Pasaron generaciones de dirigentes, y siempre recuerdan y agradecen a todos los que fueron partícipes de la historia. Es un club que realmente tiene una gran tradición e historia y gente muy buena.
-Y ahora que lo ves jugar Liga Nacional después de tantos años, con un presente muy bueno, ¿qué te provoca?
-A mí me da mucha alegría que se haya mantenido. La historia muestra que no es fácil mantenerse. Hay equipos muy transcendentes, que han tenido rachas de torneos muy buenos y después han desaparecido. Gracias a Comodoro, a los comerciantes, muchos que han apostado y han ayudado, a los periodistas, al hincha que va y paga su entrada. Es maravilloso lograr tanta historia y poder mantenerla.