Informes Especiales · 25 de Junio de 2020
Ale Coronel, ejemplo y figura eterna de San Martín
No hay manera de hablar de la historia del básquet correntino sin mencionar a Ale Coronel. Jugador emblema de San Martín, quien tuvo paso por diferentes clubes, pero antes que la enfermedad se lo llevaba, pudo terminar su carrera en la institución que lo vio nacer. El recuerdo de una de las personas más queridas y respetadas en nuestra competencia.
Por Noelia Ortmann
El nombre Alejandro Coronel es sinónimo de San Martín y de todo Corrientes. Alejandro nació allí el 25 de julio de 1973 e hizo todas las inferiores en el equipo rojinegro. Es sin lugar a dudas el jugador más importante que tuvo la institución y el básquet correntino.
La pasión fue su gran motor hasta los últimos días de su vida. Se caracterizó por nunca bajar los brazos, ni darse por vencido. Ejemplo de vida y de amor por la camiseta que vistió hasta sus últimos días.
Comenzó a jugar cuando tenía 5 años y ya a los 14 integró el equipo de Primera División del club. De muy jovencito, Alejandro ya formó parte del plantel profesional del Club Córdoba y a partir de allí su carrera fue dando grandes pasos: Unión de Ituzaingó, La Unión de Colón, Echagüe de Paraná, Luz y Fuerza de Posadas, Estudiantes de Olavarría, Ferro, Ben Hur de Rafaela, Regatas Corrientes, Peñarol de Mar del Plata y Obras.
"Él empezó a jugar desde muy chiquito, porque el papá también era entrenador. Era un chico muy talentoso, atlético, inquieto. Yo dejé de jugar y empecé a dirigir la Primera junto con las Divisiones Formativas. Yo lo hice debutar en la Primera, como su papá me hizo debutar a mí. Tenía 14 años, era chico pero ya tenía mucho talento. No desentonó. A partir de ahí empezó a jugar y no paró. Fue constante. Después fue a jugar a Club Córdoba como juvenil", cuenta Atilio Mosna, quien fue Entrenador de Divisiones Formativas durante 30 años en San Martín y a la vez también dirigió la Primera, actualmente es Secretario y Dirigente del club.
Tras que le diagnosticaran una grave enfermedad (venía luchando con un cáncer hacía ya unos años), Coronel volvió al San Martín para formar parte del plantel que le dio el ascenso del Torneo Argentino de Clubes a La Liga B, ganándole la final a Unión y Fuerza de Presidencia Roque Sáenz Peña. En aquel equipo dirigido por Ariel Rearte, se encontraba Santiago "Pipi" Vesco, quien también lo recuerda de esta manera: "Fue en 2007 cuando me llamaron para jugar en San Martín La Liga C. En el equipo estaba Ale, que yo lo conocía de haber jugado en contra y de haber cruzado algunas palabras cuando jugó en Echagüe. Al principio nos decían que estaba bastante cerrado en su familia y a las dos semanas que llevábamos entrenando, no solo empezó a quedarse con nosotros después de los entrenamientos a charlar, sino que comenzó a contarnos la historia de su vida, le ponía una energía increíble y eso nos acercó a tener una amistad. Como jugador, tremendo, con mucho temperamento, competidor y ganador, de esos que cuando la cosa se ponía brava pedía la pelota para resolver para el equipo. Un tipo que por San Martín dejaba y daba hasta lo que no tenía. Soy un agradecido de haber podido compartir una cancha y de haber conocido a su familia, gente muy buena".
San Martín compró la plaza en el Torneo Nacional de Ascenso y en ese momento le ofrecieron a Alejandro el cargo de jefe de equipo, sin embargo, el jugador no pudo evitar sus ganas de volver a las canchas y finalmente terminó formando parte del plantel profesional para jugar 21 partidos y retirarse en el club que amó toda su vida.
"Después que se fue a Club Córdoba le perdí un poco el rasto. Volvió en 2007 ya en su último momento de jugador de elite. Empezó a motivar a todos para que el club juegue Liga Nacional. Comenzamos a jugar el TNA y a pesar de la enfermedad, nunca dejó de entrenar, mientras pudo estuvo en la cancha. Hacía la vida de cualquier jugador. Intentó volver otra vez pero ya estaba complicado. Era un chico muy alegre, de una familia muy buena. Para él la enfermedad era algo momentáneo, que lo iba a superar. Siempre tenía mucha fuerza y mucha voluntad. Estuvo en una cancha hasta que no lo pudo hacer más. Para nosotros es un símbolo. Tenemos la camiseta colgada ahí arriba. Nació en el club. Cuando decís Alejandro Coronel es San Martín porque se inició y terminó acá pero su esplendor también lo tuvo afuera", rememora Atilio.
Ale Coronel está presente en cada rincón del club. Su presencia sigue intacta. Un mural en la cancha auxiliar y su camiseta N° 10 colgada en lo más alto del Fortín Rojinegro es la manera que San Martín decidió homenajearlo.
Ejemplo de deportista a seguir para los más jóvenes, pero sobre todo un ejemplo de superación, de lucha constante, de fuerza y entrega y de no darse por vencido ni aún vencido. Recuerdo eterno en la mente y en el corazón de toda la familia del club San Martín y de todo Corrientes. Su legado y enseñanza quedarán grabados a fuego por siempre.