Informes Especiales · 30 de Junio de 2020
Ascenso y título para un recordado Sionista en la 2005/06
Rompió un maleficio de ascender y campeonar viniendo desde el TNA 2, pero ya había demostrado que estaba para grandes cosas cuando la temporada anterior había caído en semifinales por el ascenso. La huella de Sionista de Paraná en la temporada 2005/06 de la Liga Argentina.
Por Lucas Leiva
La temporada 2005/06 de la Liga Argentina de Básquet quedará marcada como el año del feliz título y ascenso para Sionista de Paraná. Después de años y años de pelea, el club entrerriano conseguiría finalmente trepar a la máxima categoría, en lo que sería una campaña un poco atípica para lo que marca la historia general del segundo escalafón nacional.
Sionista venía de sufrir un golpe fuerte en la anterior cuando en semifinales de la 04/05 cayó ante Ciclista de Junín en las semifinales por el ascenso a la máxima categoría, y quizá por eso el hambre de revancha vio potenciado a un equipo que pasó por extremos a lo largo del calendario. Iba a llegar en algún momento, estaba al caer por la filosofía y la impronta de un equipo con mucho talento, y fue finalmente en aquel 2006 que el cuadro paranaense se encontró con eso que desde hace tanto venía buscando.
La historia nos remonta a pensar apenas un par de años atrás, parte de una institución modelo que después de varias temporadas participando en la Liga B conseguiría el ascenso a la Liga Argentina en la temporada 2002/03. En dicha campaña también había jugado por primera vez Copa Argentina, por lo que tras ascender y estrenarse en la 03/04 del ex TNA, también jugaría nuevamente en el torneo oficial de pretemporada. Todo este proceso ya bajo el mando de un entrenador de lujo como lo es Sebastián Svetliza, que desde 1996 fue entrenador en el club y pasó absolutamente por todas las categorías con el equipo ascendiendo.
Ese mismo año del debut en la segunda categoría, para aquella 03/04, el equipo se mostraría competitivo más allá de estar haciendo sus primeros pasos en el TNA. No obstante, quedaría a tan solo una victoria de entrar al TNA 1 (finalizó 6° en el Norte), eso haría que dispute el TNA 2 y también se quede en las puertas de los playoffs, luego de terminar en el 5° lugar de esta segunda fase y quedarse sin chances de alcanzar la postemporada, aunque con el objetivo cumplido de mantener la categoría.
Al siguiente año, Sionista haría una gran temporada en su segunda participación dentro de la categoría y llegaría a las mencionadas semifinales por el ascenso ante Ciclista, donde caería por 3 a 2 con desventaja de localía (76-70 en el quinto punto en Junín), quedándose a un paso de la hazaña. Jugadores como Juan Pablo Cantero, Santiago Vesco, Alejandro Zilli, Daniel Hure, Oscar Heis, Salvador Bahler y Emiliano Martina conformaban aquel equipo, que llegó a ser 3° en la fase regular del TNA 1 y que en cuartos había dejado en el camino a Olimpia de Venado Tuerto.
En la temporada 2005/06 se daría su rápida, nueva y ahora sí aprovechada, oportunidad de conseguirlo todo. Aunque no terminó siendo quizá de la forma más esperada porque el equipo pasaría por algunos altibajos e irregularidades desde los resultados, la realidad es que el premio final terminó importando muchísimo más, pero no por el logro en sí, sino por respetar la misma esquemática que se venía trabajando con Svetliza año tras año.
Había que acomodarse, pero de todas formas lo que alentaba a que pudiese dar pelea nuevamente era haber mantenido una fuerte base de jugadores de la campaña anterior como Zilli, Vesco, Hure, Heis, Bahler y Martina. Aún así hubo una baja fuerte como la de Juan Pablo Cantero, que pasó al Dinamo Sassari de Italia, sin embargo y ante esta situación el equipo encontró un importante reemplazo con la llegada de Pedro Franco.
Daniel Hure explica un poco los cambios que hubo dentro del plantel, la importancia de haber mantenido la base del equipo que venía de hacer un campañón el año anterior y recordó la rotación de los jugadores de aquella histórica 05/06. El Cabrito fue uno de esos jugadores que repitió Sionista de una temporada a la otra, por lo que puede perfectamente contar esas ganas de revancha que tenía todo el equipo.
"Ese equipo tenía una sed de revancha muy grande ya que casi el mismo equipo venía de perder la posibilidad de ascender el año anterior en Junín contra Ciclista. Hubo un par de cambios, cambio de extranjero más el cambio de base porque Juan Cantero viajó a jugar a Italia y en reemplazo suyo vino Pedrito Franco que fue una pieza fundamental para nosotros", relata Hure, que firmó una campaña muy positiva con 8,4 puntos y 3,2 rebotes por encuentro.
Y agregó: "Teníamos dos jugadores por posición y lo hacíamos muy bien. Pedro Franco y Pipi Vesco desde la base, donde uno le ponía mucha energía y caradurez confiando en su juego como Pedro, y el otro le ponía cerebro que era Pipi Vesco; después en la posición de 2 y 3 teníamos a Oscar Heis, Todd Williams, Salva Bahler y Martín Dobry que sumaba desde atrás, era un equipo con experiencia, con gol en esas posiciones, Todd Williams un animal, de los jugadores más determinantes que recuerdo dentro de la categoría. Y en el juego interno estaban Ale Zilli, Emi Martina, Marcelo Bondarenco y yo que eramos los 4 internos del equipo. Nos llevábamos muy bien, nos complementábamos muy bien, y creo que todo el equipo tuvo una gran solidez y solidaridad para enfrentar esos playoffs".
Otro que se suma a la charla es Alejandro Zilli, uno de los jugadores históricos que tiene nuestra categoría. El pivote desde lo personal tuvo uno de sus mejores años, y de hecho ese fue al año previo a su salto definitivo a la Liga Nacional donde se mantuvo por más de 12 temporadas en la elite. En esa 2005/06, y también siendo otro de los sobrevivientes del equipo del año anterior, consiguió registros muy sólidos de 16,2 puntos y 6,6 rebotes, siendo su mejor temporada en la segunda categoría.
"Recuerdos un millón. No eramos solo un equipo sino un grupo de amigos. El 90% de los jugadores era de acá de la ciudad, y el que no lo era ya llevaba varias temporadas dentro de la institución y era uno más. Me parece que no hay mejor equipo que el que se forma con amigos. Esa sensación de que el al lado siempre te va a respaldar, que siempre va a tener una palabra de apoyo, me parece que es lo mejor. Muchos mates, muchos viajes, muchas charlas... quizá no fue la mejor temporada regular por los muchos problemas, pero el equipo lo llevó de la mejor manera todo por esta unión que tenía. Con mate de por medio se resolvía todo, algún planteo o inconveniente que podía tener el equipo deportivamente", comenta el interno.
Pero el andar durante el año no fue nada sencillo y los resultados no fueron dándose de la mejor manera. A Sionista le llevó un tiempo acomodarse y tras finalizar la primera fase no consiguió clasificar dentro de los cuatro mejores del Norte. Si bien tuvo oportunidad hasta la última jornada, una derrota ante el líder Quimsa dejaría al equipo entrerriano en el 5° lugar y relegado al TNA 2, tras el récord de 6 triunfos en 14 juegos durante la mencionada primera fase.
A finales de enero del 2006 comenzaría la segunda fase del torneo, con el debut de Sionista en Tucumán visitando a Asociación Mitre y arrancando con derrota (95-93). Llegó luego el clásico de la ciudad, y los de Svetliza volverían a caer ante Echagüe (88-85). Así fue, sufriendo en todos los partidos pero dando batalla, por eso la primera victoria en el TNA 2 llegaría en casa, en el Moisés Fresler y ante San Martín de Junín con absoluta solidez (106-73).
Luego le ganaría a Ferro (71-66), caería en su visita a Independiente de Neuquén (93-88) pero le ganaría a El Nacional en Bahía Blanca (85-80) y luego, de local, se impuso en la revancha contra Independiente (96-86) y volvió a ganarle a El Nacional (72-61). No jugó ante Mitre de local porque los tucumanos se bajaron del torneo un par de días antes, y perdería nuevamente en el clásico ante Echagüe y de local (72-66).
De visitante en Junín se recuperó con triunfo ante San Martín (89-84) y cosecharía otra importante victoria en Capital frente a Ferro (86-85), agónica esta última victoria ya que Emiliano Martina forzaría el suplementario con un triple y ya en la prórroga los paranaenses se mostrarían más acertados. Ajustado pero con chances, llegó así la última parada de visitante, en Esperanza. Allí, contra Alma Juniors, terminó siendo otro gran triunfo de los de Svetliza en recinto ajeno, luego de imponerse por 88-75. Ya clasificado y con el segundo puesto del TNA 2 asegurado, Sionista perdería contra Alma Juniors en Paraná (97-73), ya pensando en los playoffs.
"El año no fue fácil. Tuvimos muchos altibajos y mucha irregularidad durante todo el año, pero el equipo estaba muy bien, consolidado, era un gran grupo humano y eso fue fundamental a la hora de empezar a cambiar la cabeza y buscar los resultados para meternos en playoffs. Fue muy difícil durante la fase regular, de hecho en la gira previa a terminar la fase regular teníamos que ganar dos partidos sí o sí para poder entrar, y entramos ganando un partidazo con un triple de casi mitad de cancha de Emi Martina que nos hizo clasificar a los playoffs. Entramos como número 12 siendo del TNA 2 y el equipo empezó a potenciarse", sigue relatando el Cabrito Hure.
El cruce en la reclasificación fue Racing-Pedro Echagüe, que era dirigido por Juan Pablo Boadaz, un histórico dentro de la institución capitalina. La fusión venía de salir 7° en el TNA 1, por algo para el cruce ante Sionista (2° del TNA 2) iba a gozar de ventaja deportiva respecto a la localía. Santiago González, Diego y Alejandro Eguren, Andrés García, Bruno Mártire, entre otros, conformaban aquel equipo.
La serie arrancó con Sionista dando el golpe de visitante e imponiéndose por 86-69. Ale Zilli (19), Martina (17) y Todd Williams (16) fueron los tres máximos anotadores que tuvo el cuadro paranaense aquella noche. Racing-Echagüe se recompuso en el segundo choque y equiparó la serie con victoria de 77-74. No alcanzaron los puntos de Williams (22 unidades), y con la llave igualada 1 a 1 toda la historia se trasladó a Paraná.
La misión de Sionista de robar un juego e invertir la localía ya estaba hecha. Lo que tenía que suceder entonces era no flaquear en casa y terminar de cerrar su clasificación. El tercer partido fue el primer guiño para los de Svetliza, que ganaron por 70-59, con 25 unidades de Williams y otras 20 de Zilli, quedándose match point de acceder a la siguiente fase. Y Sionista no titubeó, aprovechó la siguiente presentación para ganar nuevamente, esta vez por 74-68, sellar la llave por 3 a 1 y clasificarse a cuartos de final del torneo. Pipi Vesco (15), Hure (14) y Williams (14) fueron los mejores anotadores del cuadro entrerriano.
Sionista ya conocía a su próximo rival de antemano, ya que Gimnasia de La Plata había evitado la reclasificación por haber clasificado entre los cuatro primeros del TNA 1 durante la fase regular. Descansado y con buenos argumentos, el Lobo era dirigido en ese entonces por Bernardo Murphy y tenía dentro de su plantilla a jugadores como Ezequiel Lamas, Walter Cordero, Gabriel Moravansky, Fernando Gutman y Pablo Bendel. El primer compromiso quedó en manos del dueño de casa, ya que los Triperos se impusieron por un apasionante 77-71 en el arranque de la serie. Zilli con 18 y Hure con 16 fueron los mejores de Sionista en aquel encuentro.
Expectante en el segundo compromiso, Sionista mostró una poderosa reacción y volvió a cumplir ganando un partido fuera de casa. Ganar de visitante ya se había vuelto casi una costumbre para los de Svetliza, sabían que podían sorprender y no dejaron escapar la oportunidad para ganar por 89-71 en el Polideportivo de La Plata. En ese segundo duelo, los entrerrianos tuvieron a cinco jugadores en doble dígito de puntuación: Zilli (19), Hure (14), Williams (14), Pedro Franco (11) y Salvador Bahler (10).
Con la serie mudada a Paraná, una gran defensa de Sionista en el tramo final del partido le dio la victoria en el tercer juego por 88-80. La serie pasó a estar 2 a 1 en favor de los dirigidos por Svetliza, que aquella noche contaron con un brillante juego de Zilli (23 tantos) y que además tuvieron nuevamente varios jugadores en doble dígito (Franco 15, Vesco 13, Williams y Oscar Heis 12, y Hure 11). Con la instancia match point, Sionista volvió a presentarse de local pero esta vez no pudo contra Gimnasia, perdiendo por 89-78 y sin poder cerrar la serie ante su gente. Con el panorama 2 a 2, los cuartos de final volvieron a cambiar de lugar.
Nuevamente todo se iba a trasladar a La Plata para el quinto y definitivo punto. Allí, y ante un panorama que parecía adverso, Sionista volvió a exhibir una fortaleza perfecta para no perdonar y ganar un apasionante juego por 82-69, aquel 18 de abril. Zilli (25) y Williams (22) fueron las banderas ofensivas del cuadro de Svetliza, que desde el arranque del partido controló las acciones y con el correr de los minutos fue escapándose en el marcador hasta conseguir un importante colchón de diferencia. De visitante en el Poli, Sionista volvía a pasar una serie de playoffs más (3 a 2) y aterrizaría nuevamente a unas semifinales por el ascenso. Histórico, porque sería la primera vez que un equipo alcanzaría una instancia decisiva viniendo desde el TNA 2.
El rival de esas semis sería Regatas de San Nicolás, que venía de vencer a El Nacional en cuartos de final y por un sólido 3 a 0. Los nicoleños, dirigidos por Jorge Acosta, tenían en sus filas un grandísimo equipo con jugadores como Diego Belvedere, Lucas Gornatti, Tyler Field, Diego Gerbaudo, Mauricio Hedman, Lucas Martina, Iván Najnudel y Cristian Negrotto. Regatas arribaba con los ánimos en alza y muy inspirado, sin embargo Sionista dio daría pelea y sorprendería durante la serie.
En un cierre picante y con Najnudel desde la línea, Regatas comenzó las semis imponiéndose por la mínima de 81-80, en un agónico juego que se definió en los segundos finales del primer juego. Pero Sionista terminó recuperándose con una valiosa victoria por 89-84 en el segundo duelo, de visitante nuevamente, en San Nicolás, empatando la serie en 1 y con 46 de los 89 puntos de la mano del rendidor tándem conformado por Williams y Zilli (ambos con 23 unidades cada uno, a su vez que Franco añadió otros 17 tantos).
En Paraná, Belgrano recuperó el factor cancha ganando en tiempo suplementario por un emotivo 90-88 (Williams anotó 17 pero no fueron suficientes), con Belvedere como figura y con el local sufriendo la salida clave de Zilli por acumulación de foules. Esto ponía en jaque a Sionista, que contra las cuerdas supo reaccionar en el cuarto partido y estiró la serie: victoria por 84-76, con Williams (24), Zilli (19) y Franco (16) como banderas ofensivas, y la llave igualada en 2 pasó a tener un regreso a Buenos Aires, donde todo iba a definirse.
Llegó entonces la noche decisiva, aquel 4 de mayo del 2006. En una cancha muy dura como San Nicolás y con la expectativa por conocer al próximo ascendido (Quimsa había cerrado su serie previamente y fue el primer equipo en lograr su plaza en la A), aquel equipo que tuvo un andar algo complicado desde los resultados en la fase regular terminó sacando adelante un partidazo. La noche brilló para Sionista, que se abrazó a un ascenso tan inolvidable como deseado después de imponerse por 77-68. Franco, en estado evolutivo pero con un quinto punto brillante, fue de los máximos exponentes con 23 unidades aunque el goleador fue Williams con 24. Los paranaenses se quedaron con un logro histórico, pasando unos playoffs brillantes y definiendo en aquel quinto juego ante Regatas la serie por 3 a 2 para celebrar aquel emblemático ascenso a la elite.
"Ya las semifinales contra Regatas de San Nicolás, después de haberle ganado a Gimnasia en La Plata, enfrentamos a Regatas también teniendo desventaja. Fue una serie muy pareja, ganándonos de visitantes los dos, llegando a un quinto y último partido que fue algo magnífico. Haber ganado de visitante con las 50-60 personas de Sionista que estaban en la cancha. El estadio explotaba. Estuvimos como 2 horas para después salir a la cancha, con algo de miedo que podría haberle pasado algo a nuestras familias", recuerda Hure sobre esa vibrante serie.
Y agregó: "Anécdotas hay muchas, pero la que más marcada me queda es esa mañana del quinto partido en Regatas. Fuimos a hacer scouting y entrenar, entraron unos barras y nos sacaron a ladrillazos (risas). Una anécdota fea, tuvimos que cortar todo e irnos al hotel. Pero para ser sincero creo que eso nos ayudó, nos dio todo el día para prepararnos y saber a lo que íbamos. Si bien el equipo ya sabía que era una cancha difícil y todo lo demás, nos dio todo ese día para por así decirlo juntar bronca e impotencia por todo lo que nos había pasado porque esto no deja de ser básquet, algo que se tendría que resolver en la cancha y punto, a saber que íbamos a un clima hostil. Creo que esa anécdota nos sirvió de mucho dentro del equipo. Sabíamos adónde íbamos, nos preparamos durante todo el día y al final de la noche tuvimos por así decirlo una pequeña revancha".
Zilli también explicó lo que fue esa satisfacción tras el ascenso, recordando con detalle no solo el duro desgaste que requirió aquella semifinal tan extenuante y cambiante, sino que además explicando ese sentir de haberlo dejado todo, hasta la última gota, y esa mezcla de cansancio con plenitud que estalló tras el triunfo definitivo ante Belgrano.
"Sensaciones un millón, pero la que más recuerdo es un estado de paz total después del quinto partido en San Nicolás. El equipo tuvo un año complicado, duro, veníamos del TNA 2 y ningún equipo había ascendido desde esa posición. Entonces en playoffs por ahí salió todo lo que no había salido en la fase regular, cerramos mejor los partidos, creo que fue una sensación de paz de sentir de que lo que estábamos convencidos estaba bien, era lo que había que hacer. Una mezcla de todo, también de cumplirles a la gente del club que tan bien nos tenía. Hoy a la distancia orgulloso obviamente por lo logrado, y porque me parece que la estructura que tenía Sionista merecía Liga Nacional y varios años. Hoy se lo preguntás a cualquier jugador y la institución que se extraña es Sionista, porque cada jugador que pasó por el club sabe lo muy bien que lo trataron. Esas dos grandes sensaciones quedan muy marcadas".
Con el máximo logro ya consumado, restaría entonces la final de la temporada por el título de campeón. La misma sería ante Quimsa de Santiago del Estero, otro de los equipos que había hecho un campañón y que felizmente concretó su ascenso tras imponerse ante Obras en semifinales. Si bien era la frutilla del postre, ambos iban a desear cerrar aquel año dando un paso más y escribiendo su nombre dentro de la gran historia de los campeones de la categoría. Los santiagueños, dirigidos en ese entonces por Marcelo Richotti, tenían en sus filas a Donald Jones, Julián Olmedo, Mauricio Pedemonte, Fernando Small, Víctor Cajal, Federico Radavero, Bruno Ingratta, Cristian Amicucci, Juan Ángel López, entre otros. Grandísimo plantel.
La Fusión había estado invicta de local durante toda la temporada, pero Sionista sorprendería en el primer juego de la final con una gran victoria por 106-99 de visitante en el Estadio Ciudad, con partidazo de Williams (35 unidades). No habría lugar para una rápida reacción de Quimsa que los conducidos por Svetliza lograrían una triunfo más en Santiago del Estero, por 89-80 y nuevamente con Williams como goleador (31). A pesar de una molestia de Pipi Vesco, Sionista llevó la serie a Paraná y terminó de barrer: agónico 81-80 con Vesco sentenciando el juego desde los libres, serie 3 a 0 y título para los entrerrianos.
"Fuimos ganando todos los playoffs del torneo con desventaja que eso no es fácil y hay que rescatarlo. Teníamos un gran grupo también en el cuerpo técnico con gente que sentía y quería al club, y ansiaba muy grande ese deseo de ascender. La verdad es que fue un logro muy lindo, uno de los recuerdos más gratos de mi carrera. Sobre todo porque cumplimos un objetivo que durante todo el año se nos había hecho difícil, y veníamos del año anterior con un grupo humano tremendo. Sinceramente es algo que me va a quedar en el recuerdo siempre. Anécdotas hay miles, pero lo importante y lo que más rescato es que con la mayoría de esos chicos sigo teniendo contacto, somos amigos, y todavía cada vez que vengo y nos vemos recordamos esa tan linda historia", repasa Hure.
Mientras que Zilli añade: "El significado para mí es que Sionista fue la clave que me dio la oportunidad de vivir el básquet de manera profesional. No solo el equipo sino la institución, la estructura de Sionista me dio la posibilidad de entender lo que era el básquet profesional y poder vivir de esto, de darle un sustento mensual a mi familia, poder tener mi casa, pensar solo en jugar al básquet y no tener otros inconvenientes. De mi parte le estoy enormemente agradecido a la institución y marcó un antes y un después en mi carrera profesional".
"La verdad es que Sionista es una institución ejemplo. Da bronca por ahí que no esté en alguna categoría nacional, que no esté no sé, en un TNA, en un Federal, participando de algo... porque la gente es muy amante del básquet y la institución tenía todo para que el jugador esté tranquilo, que jugue al básquet y se olvide de cualquier problema. Es una verdadera lástima que Sionista no esté en alguno de los escalones del básquet nacional", concluye el pivote que fue figura aquella temporada.
Así, Sionista terminó sellando un año inolvidable para la institución. Aquel club que unos años atrás estaba peleando en el tercer escalón tuvo una aparición resonante en la Liga Argentina y conseguiría después de tanta lucha ascender a la máxima categoría para jugar la Liga Nacional de Básquet. Los paranaenses se mantendrían luego unas prestigiosas diez temporadas en la elite de nuestro básquet, dejando una huella muy recordada por todos a través de ese periodo pero conociendo y valorando aquel origen de todo.