Instituto, en busca de la regularidad ante un Ferro que se despide

Instituto aún no conoce cuál será su posición final en la postemporada. Aunque ya no alcanzará el quinto lugar, dependiendo de sus próximos resultados, podría concluir en la séptima o en la octava colocación. Por supuesto, el objetivo del elenco cordobés es ganar para llegar a los playoffs arrastrando buenas sensaciones pero principalmente para asegurarse un cruce hipotéticamente más sencillo en la primera ronda.

Con la premisa de levantar y recuperar su mejor versión, este miércoles se presentará una nueva oportunidad en el calendario de la Liga Nacional, poniéndose al día en los partidos que todavía adeuda antes del cierre de la fase regular. Será una oportunidad para volver a la victoria en la actualidad de un equipo que viene de perder el pasado lunes contra Libertad por apenas un doble (79-77) y que todavía no ha podido terminar de acomodarse en la tabla. Para conseguir un resultado positivo deberá ajustar algunos detalles, especialmente en el apartado defensivo.

Enfrente estará Ferro, un equipo que tuvo una buena parte de la fase regular bastante compleja desde los resultados pero que sobre el tramo final, más algunos resultados que se fueron acomodando, terminó de asegurarse su objetivo principal: la permanencia. Es cierto que apostó por un equipo de jóvenes, con Tomás Spano siendo quizá el valor de mayor ascenso, y le dio lugar nuevamente en la categoría a varios nombres que desde hace tiempo no estaban en el radar como Matías Cuello o Fede Glinberg por ejemplo. El combinado de Caballito luchó hasta las últimas jornadas y terminó salvándose en aquellos duelos que sostuvo ante Oberá TC y Atenas. Aquel cotejo frente al Griego condenó al histórico campeón a la 19ª posición que lo obligará a luchar por la permanencia frente a Bahía Basket.

Los vaivenes a nivel resultados en Instituto pueden resumirse de la siguiente forma: desde que retomó el calendario de la Liga el pasado 10 de marzo disputó un total de nueve partidos (este será el 10°, en 21 días, un dato no menor), de los cuales ganó cuatro y perdió los restantes cinco. A nivel defensivo le ha costado acomodarse: la media de puntos que recibió en estos juegos fue de 83,2 en contra, una cifra que -si la contextualizamos en los 38 partidos que ya completaron la mayoría de los equipos- sería la tercera media más alta de tantos recibidos por juego detrás de Bahía con 90,3 y Argentino con 84,2. Este factor condicionó claramente a un equipo que sigue tratando de ajustar para reducir ese déficit.

El costado positivo obviamente pasa por el otro sector: es el tercer equipo que más puntos anota si tenemos en cuenta toda la Liga, con un registro de 81,6 por partido. ¿Cuánto promedió en los últimos nueve para sostener este balance que hacíamos con su defensa? 81,7 unidades. En tal escenario, su ofensiva claramente se destaca por su regularidad. Por eso el desafío será ajustar a nivel defensivo. De todas formas, para Instituto la falencia atrás no es algo nuevo: si tomamos como referencia la primera parte de la temporada del 2020 la media es de 78,0 puntos.

"Creo que se armó un equipo con muchas variantes en ofensiva y sabíamos que nos teníamos que enfocar en la defensa. Estamos en deuda con eso, y repito, lejos de buscar excusas por muchos partidos seguidos o diferentes situaciones, acá hay que hacerse cargo. Y si no sirve lo que estamos dando, tratar de dar más, y buscar lo mejor para el equipo. Seguir trabajando en lo que fallamos, y rescatar y seguir haciendo lo que nos sale bien, también eso", explicó Scala el pasado lunes en diálogo con Prensa AdC. Hacia eso irá, pensando en arribar, independientemente del puesto final que consiga, en mejor forma a los playoffs.

Por su parte, Ferro diseñó un plantel joven donde se apostó al desarrollo de varios valores surgidos de las entrañas del club. El ejemplo más claro es Tomás Spano, quien independientemente de los resultados brilló y tuvo un año de crecimiento tanto en su personalidad como en su juego. Pero no fue el único, porque también hay que mencionar otros chicos que salieron a dar la cara y crecieron, como Theo Metzger, Valentín Bettiga o Juan Martín Bello. Los jóvenes, rodeados de algunos jugadores que buscaban un salto como Benítez y Osores o una nueva oportunidad de afirmarse en la élite como Cuello, Glinberg, Mignani y Ortíz, aseguraron su continuidad en la Liga evitando la serie por la permanencia.

Quizá el salto de calidad se dio en el pasaje final con la llegada de Eduardo Vasirani, que se convirtió en un faro dentro de la pintura y contribuyó en el juego interior para darle el retoque final al entramado del equipo. Ferro ganó tres partidos sobre siete posibles durante el mes de marzo, una etapa en donde celebró victorias importantes ante equipos muy regulares como San Martín y Regatas. No se caracterizó por ser un equipo con registros altos, de hecho es el equipo que menos puntos convierte en la Liga con 72,7 tantos de media. ¿Lo bueno? Que tampoco ha sido un equipo que, sabiéndose en una situación compleja respecto a resultados, ha recibido demasiados puntos en contra con apenas un promedio de 77,7 puntos.

"En los últimos juegos contra San Martín y Regatas tocamos picos muy altos de rendimiento y ganar esos partidos, que por ahí a priori te ponían de punto, nos dieron la posibilidad de depender de nosotros mismos. Siempre dependimos de nosotros y eso es lo que buscó el equipo. Estoy muy contento de que con mi primera experiencia como entrenador en la Liga se haya podido cumplir el objetivo. Creo también que si se nos hubiesen dado algunos resultados que se nos escaparon en finales cerrados, nos hubiésemos metido en playoffs algo que habría sido excelente. Pero estamos contentos, esperando cerrar la temporada de la mejor manera, cerrar 17° que sería un mérito", manifestó Fede Fernández, entrenador verdolaga, en la antesala a este último juego.

Prensa AdC