Cuello desató la Lokura: Instituto ganó y está entre los mejores cuatro
Martín tuvo un cierre descomunal, con 11 de sus 25 puntos en el último cuarto, para la victoria a Instituto. Gran juego de los talentos jóvenes de Obras. El jueves, a las 21, ante San Martín.
La Gloria volvió a demostrar que en el Sandrín es muy difícil ganarle. Y eso que la pasó mal ante los jóvenes de Obras, que se destacaron jugando naturalmente -sin presión- y estuvieron al frente durante casi los primeros tres cuartos del partido. Pero el diablo sabe por diablo, aunque más sabe por viejo, y los experimentados hombres de Instituto sacaron la chapa de candidato cuando tuvieron que hacerlo. A tal punto que cuatro jugadores culminaron en doble dígito: Cuello (25), Romano (18), Gallizzi (12) y Chiarini (11), donde cada uno aprovechó al máximo su momento.
Y sin dudas, el más destacado de ellos fue el Loku. Martín sumó 11 de sus 25 en los últimos 10 minutos, donde los dirigidos por Victoriano comenzaban a dejar de lado la incomodidad que les generó Obras durante el resto del encuentro, con esa asfixiante defensa que plantaron desde el comienzo. Pero lo mejor de la producción de Cuello llegó a falta de dos minutos, cuando el tanteador mostraba 81-79 en favor de los locales. Allí, Loku encestó un triple en movimiento tras una linda salida, y 40 segundos más tarde repitió la fórmula, para que Instituto sacara 5 de luz (87-82), y que se hiciera irremontable para los rockeros. El nacido en Ramos terminó con 4 de 6 en tiros de tres puntos.
El público también jugó su partido. Un gran clima se vivió en el Sandrín, que lo hizo explotar con los momentos, en especial durante la definición. Instituto, que jugó nervioso y más atado en el primer tiempo, sacó a relucir la experiencia y superó la presión que genera jugar un torneo tan importante en casa y se metió en las semifinales, instancia en la que enfrentará a San Martín este jueves, desde las 21, con transmisión de TyC Sports.
Otro aspecto fundamental del triunfo cordobés tuvo que ver con los tableros. Allí, los locales capturaron 36 rebotes, mientras que los porteños bajaron 27. Eso se tradujo también en la diferencia de puntos en la pintura (40 contra 34 a favor del albirrojo), y más que nada, en los puntos de segunda oportunidad. En ese rubro, los de Victoriano totalizaron 21 unidades, y los de Murphy tan sólo cuatro.
Y la garra de Nicolás Romano nunca se queda atrás. El jugador con más eficiencia de la fase regular (con 23,2 por juego) culminó con 18 unidades, pero hizo mucho más del trabajo invisible que no se ve reflejado en la planilla. Con cortinas inteligentes, ocupando los espacios en defensa y sobre todo su liderazgo cuando el reloj apremiaba y Obras seguía arriba en el marcador, fueron otro ladrillo importantísimo para la construcción de la victoria de Instituto.
Sin embargo, el triunfo de los cordobeses no debe opacar la tarea general de los pibes de Obras y, puntualmente, la espectacular performance de Juan Pablo Venegas, el base peruano de Obras, que si su equipo estuvo arriba en el marcador casi 30 minutos, fue sin dudas por su actuación. Terminó con 26 puntos, 4/5 en dobles y 5/8 en triples, además de repartir 7 asistencias y organizar cada ofensiva rockera, demostrando que no le pesa la responsabilidad de continuar el legado de Zurbriggen. A él, lo acompañó sin ningún tipo de problemas Joaquín Rodríguez, quien finalizó con 17 tantos, plasmando mucho carácter cada vez que los locales se acercaban en el tanteador.
Obras dio la talla, pero Instituto sacó a relucir su talento, el oficio y la experiencia de sus jugadores clave para seguir soñando. En casa y con su gente.
Fuente: Prensa AdC. Fotografías: Liga Nacional.