Informes Especiales · 30 de Mayo de 2018
Se reinventó y ganó el Sur
Estudiantes de Olavarría se transformó en una temporada que comenzó con zozobra. Golpe de timón, cambio de entrenador y un click anímico tras tocar fondo, lo que lo catapultó al título de la Conferencia Sur. Sus protagonistas explican este fenómeno.
Por David Ferrara
Con la victoria como visitante ante Platense, Estudiantes de Olavarría concretó el objetivo de quedarse con la Conferencia Sur de la Liga Argentina, le adhirió su sueño de Liga Sudamericana a la ecuación y espera para conocer a su rival en la final del certamen para allí buscar la anhelada revancha de la final perdida ante Comunicaciones de Mercedes.
El Bataraz le agrega otro capítulo formidable al camino de recuperación institucional que lo devolvió a los primeros planos nacionales, pero siempre con la premisa de ir poco a poco, generando deportivamente los pasos para contar con una seguridad total de que el regreso será para permanecer por mucho tiempo.
Sin embargo, este momento de euforia, de fiesta que envuelve al Parque Guerrero se fue gestando tras meses de zozobra, dudas y necesidad de dar un golpe de timón en medio del trayecto, hubo un renacer de las ilusiones, una reconstrucción nominal y estratégica del equipo para poder llegar a la versión que se vio para ganar la fase regular del Sur y en los playoffs eliminar a Villa Mitre, Centro Español y Platense.
Mientras Estudiantes de Olavarría navegaba en la incertidumbre de intercalar victorias y derrotas en la primera etapa de competencia en La Liga Argentina, sus rivales y el espectro en general del torneo guardaba un respeto inteligente. Nadie se atrevía a bajarlo de la pelea e incluso lo mencionaban como uno de los candidatos a llegar lejos en la postemporada, aunque en aquel momento sonara irrisorio.
Es que por apellidos, jerarquía e historia, el Bataraz contaba con un plantel de lujo para la competencia, que no se había podido amalgamar bajo la conducción de Álvaro Castiñeira. No es novedad que es un entrenador muy importante para la categoría, pero a veces las piezas simplemente no encastran y hay que comenzar a armar el rompecabezas nuevamente.
El elegido fue Juan José Siemienczuk, quien concretó su arribo como regalo navideño y en los primeros días de enero empezó a trabajar con el plantel. Ahí se inició un proceso de conocimiento y construcción que resultó la génesis del campeón del Sur de la Liga Argentina. Pero que lo explique el entrenador.
“Lo primero que hice cuando me contrataron fue ver qué estaba haciendo el equipo y luego decidí que había que imponer desde el día 1 mi idea. No fue porque lo que se estaba haciendo estuviera mal, sino porque quería llegarle genuinamente al plantel. Debo reconocer que nos costó al principio, pero hubo una gran virtud de los jugadores en aceptarla y a medida que fue pasando el tiempo pudieron tomar mi idea de juego como propia. Ese para mí fue el mayor mérito que tuvimos como equipo”, argumenta Siemienczuk, que amplía un poco el concepto: “Después nos fuimos conociendo y tomé medidas en el plantel, con algunos recambios pero también definiendo las funciones de cada uno, los típicos roles, que para mi varían todo el tiempo, no son tan estructurados. Quería tratar de que todo el mundo participe de todos los aspectos del juego”.
El entrenador cierra el capítulo de las finales de Conferencia Sur y espera rival para comenzar a palpitar la gran definición: “En este playoffs ante Platense hubo gran concentración de parte de los jugadores con respecto a lo que había que hacer y a respetar la idea que tenemos como equipo. Eso fue lo que nos trajo hasta acá”.
Uno de los nombres que destaca en las filas del Bataraz es el de Santiago Arese, reconocido como uno de los mejores jugadores de la temporada y pieza clave de un Estudiantes que necesita su aporte en varios rubros.
“Estamos muy contentos por haber logrado otro título de la conferencia Sur, pero no fue fácil, ya que había equipos que se habían armado para pelear arriba. Tuvimos cambios de entrenador y extranjeros porque la temporada no venía de la manera que lo habíamos planteado desde el principio. Costó un poco la adaptación del nuevo entrenador hasta que le encontramos la vuelta y terminamos con un sprint final de 11 juegos ganados seguidos creo que eso fue que nos llevó a terminar primero en la fase regular”, detalla el polifuncional jugador, quien tiene vivo en la memoria el punto de inflexión, el peor momento del certamen: “El punto más crítico que tuvimos fue el partido contra Temperley de visitante que nos sacudió el piso y después de ahí no volvimos a perder en lo que quedó el torneo”.
“Con respecto a los chicos que quedaron del año pasado tenemos otra oportunidad de jugar otra final. Esperemos que este año sea con otro resultado y así poder sacarnos esa espina del año pasado. Estamos con más fuerzas y ganas que nunca”, cierra un Arese con ganas de revancha.
Mientras tanto, Joaquín Gamazo coincide en el momento de tocar fondo del equipo y también analiza los caminos hacia la metamorfosis: “Hicimos un click después del partido ante Temperley y modificamos la actitud contra Gimnasia. Nos dimos cuenta que teníamos que jugar duro durante los 40 minutos, que teníamos que mantener ritmo y constancia todo el partido. Empezamos a ganar de visitante y a pulir detalles. Fuimos más solidarios como equipo y nos solidificamos. Saber escucharnos entre nosotros fue vital para recuperarnos rápido de los errores”.
“Fue muy importante el cambio de entrenador, que es algo que no se ve mucho en la categoría. Yo ya lo conocía a Juan y sabía que es un excelente entrenador como lo es también Álvaro. Nos adaptamos rápido al DT y al extranjero nuevo”, agregó Gamazo, quien reconoce que a pesar del mal momento nunca bajaron los brazos ni cambiaron su objetivo: “Es una gran temporada más allá de que todavía no ha terminado. Hicimos un gran esfuerzo y gran trabajo con el cuerpo técnico, jugadores y la gente del club. Tuvimos altos, bajos y muchos cambios, pero nunca nos desviamos del objetivo principal, que era llegar a esta final”.
Otra palabra autorizada para hablar del cambio notorio que benefició al equipo es Patricio Rodríguez, uno de los experimentados del equipo. “No fue casualidad. Desde inicio de año tuvimos muy buenos jugadores, pero lamentablemente con Álvaro (Castiñeira) no supimos captar lo que él pretendía de nosotros y eso se vio reflejado en los resultados. Con la llegada de Juan y el cambio de los extranjeros, eso mutó. Quizás la filosofía de juego de Juan encajó mejor con las características de algunos jugadores del equipo. Al darse algunos resultados nos fuimos potenciando y ganando en confianza. Empezamos a jugar mejor, nos pusimos sólidos en defensa y ataque, de local y de visita”, analiza el perimetral.
Y la galería de campeones se cierra con la opinión de Alejo Montes, otra pieza importante del mejor elenco de la Conferencia Sur: “Yo creo que conseguimos llegar a las finales porque pudimos encontrar nuestra identidad de juego. Sabemos a qué jugamos y para quién jugamos porque preparamos en detalle cada partido. Fuimos de menor a mayor, con rendimiento muy progresivo y a medida en que la temporada avanzó entendimos el mensaje y forma de trabajar del entrenador. Creo que tenemos mucho poderío ofensivo en todos los puestos y eso es muy complicado para los rivales, sumado a lo importante que es en estas instancias tener experiencia en el plantel”.
“Cuando llegamos a la pretemporada y se conformó en su totalidad el plantel, ya se empezaba hablar sobre los objetivos; uno era tener el 1 de la fase regular y el otro ascender, así que siempre se mencionó el tener una revancha, incluso los jugadores que pudieron jugar las finales pasadas se quedaron con esa espina de no poder subir. Así que esperemos que esta temporada se pueda coronar con el campeonato y el ascenso”, firma Montes.
Se reinventó para ganar y del peor escenario pasó al título de Conferencia en apenas unos meses. El Sur ya tiene a su contendiente, que es Estudiantes de Olavarría, ahora falta el oponente.
*David Ferrara fue productor periodístico de las transmisiones televisivas del Torneo Nacional de Ascenso durante diez años. Jefe de Deportes del diario El Ciudadano de Rosario. Docente en Tea Rosario y en Ieserh Rosario. En Twitter @davidferrara35