Después de un primer cuarto excelente en ofensiva (lo ganó 37 a 26), con un Leo Gutiérrez intratable con 15 puntos (5 de 5 en triples), pero no tan bueno en defensa, Peñarol terminó venciendo de manera ajustada al colista Lanús por 93 a 88, en un encuentro correspondiente a la vigésima fecha de la segunda fase de la Liga Nacional de Básquet.

El campeón olímpico fue goleador con 25 puntos, mientras que en la visita se destacaron Salles (22) y Wade (21 y 13 rebotes). El “milrayitas” le descontó al puntero Regatas Corrientes y el jueves juegan en el Litoral el “partido del año”.

Si hubiera estado un poco más firme en defensa, Peñarol podría haber sentenciado el partido en el cuarto inicial. O por lo menos podría haber sacado una diferencia mucho mayor a los 11 puntos (37-26) con los que se fue al primer descanso corto.

Porque a la hora de atacar, lo del conjunto de Fernando Rivero fue supremo, con un Leonardo Gutiérrez iluminado y un impresionante 5 de 5 en triples en 10’, Martín Leiva lastimando en la pintura (11) y Campazzo haciendo jugar con 8 asistencias en ese lapso. Sin embargo, más allá de rozar la perfección, no estuvieron firmes para defender el aro propio, Salles condujo bien las ofensivas de Lanús y se pudo mantener en partido en un contexto que merecía una ventaja mucho más amplia.

Era lógico que el “milrayitas” no pudiera mantener la intensidad ofensiva del primer parcial y que los titulares tuvieran su tiempo de descanso. Lo que no pensaba el “tulo”, era que el nivel del equipo iba a bajar tanto y Lanús iba a sacar tanto provecho de eso, con Allen Wade lastimando con sus penetraciones, sin anotar mucho en jugada pero sacando faltas que lo llevaron a la línea con un impecable 9 de 9. Empezó un partido nuevo, con el “granate” a solo un punto (49-48), pero con la vuelta a la cancha de los iniciales, Peñarol pudo retomar el liderazgo con un poco más de tranquilidad y se fue al vestuario arriba por 5: 56-51.

El juego recobró mayor normalidad en el complemento, más equilibrado, sin poder despegarse el único escolta de Regatas de Corrientes del colista Lanús, que jugó como si fuera una verdadera final, con jugadores que mostraban un nivel mayor al que los depositó en el fondo de la tabla de posiciones de la Liga Nacional.

La falta de variantes con un plantel tan corto, también era una complicación para el “milrayitas” que no podía mantener la intensidad. Pero la diferencia de jerarquía apareció en el tramo final del segmento, cuando Peña ajustó un poco más la marca todavía y pisó el acelerador en ataque para sacar una ventaja más tranquilizadora de 10: 77-67.

Parecía que el local iba a salir a liquidar el partido de arranque, pero se le cerró el aro y pasó 3’ sin anotar. Cuando los triples le dieron un poco de tranquilidad, otra vez se secó y Lanús aprovechó para descontar y quedar a solo tres puntos (85-82), a falta de 4’ para el cierre.

La visita ya estaba hecho llevando a un final parejo, en el que Peñarol no podía dormirse porque lo perdía. Sin sobrarle nada, la falta de eficacia de Lanús en los triples de manotazo de ahogado del final, le terminaron por dar el triunfo al “milrayitas” que festejó por 93 a 88.